Del Poemario Ojos de Pàjaro (1992-1994)
Mi madre me lee a Alfonsina Storni
a Sabines y a Bécquer, compró un libro para mí
y ya lo ha leído varias veces
pero sabe que me encanta
y siempre la hago repetir.
En su voz me lleva al mar y a sus vertebras espumosas
dice que no muere de amor
que muere de ella, de la otra,
que desde que me conoció supo que siempre tendría alegría y poesía.
Amo mi libro, lo llevo a donde sea
a mi hermano le compró un balón de futbol y el lo maltrata pateándolo
yo acaricio la textura de las letras y del decir
hojeándolo con cuidado.
Qué diferencia.
Va Guadalupe la chinaca a buscar a Pantaleón también dice.
Tiene un jardín repleto de girasoles y flores de alcanfor
huele de noche y geranios
rosas y petunias donde Draco juega
él es un perro lobo que cambió las estepas y nieves por venir aquí conmigo
y lo amo, es el único amigo que me ladra... pero el único a quien entiendo.
Las Flores son también poesía, son pétalos llenos de sueños me canta
"ay sandunga, sandunga mamá por Dios"
Lo llevé conmigo a la calle y contemplamos la tarde
y sus lluvias con sol que tanto me gustan
pero apareció él, ni su nombre sé
el vecino de enfrente con sus diez años de fuerza
mayor que yo.
Él odia, no entiende
rompió el libro
y echó las hojas a la fuente de la avenida
donde mi Madre me espera siempre.
Dejó su marca en mi cara
sus nudillos se enterraron en mis ojos que murieron
en mis ojos que dejó grises... no tuve ni oportunidad de llorar
Mamá, tienes razón, algo grita dentro de mí, algo quiere romperse en mi pecho
y no entiendo el por qué.
Al otro día ella no estaba esperándome
y en la fuente nadaban los pétalos de algún alma que se ahoga
quiero recogerlos y revivirlos pero mi angustia me lo impide.
Pasaron semanas y acompañé a Mamá a la plaza
de la mano la llevo y le grito; -mira tienes razón... los pétalos están ahí todavía.
Ella no me preguntó...
porque sé que sabe,
que en esa fuente
siempre iba haber poesía.
Me siento feliz que mi madre no me mintió.