DULCE SERENIDAD
Publicado en Oct 17, 2011
Quítate los zapatos cuando entres a mi casa;
trae las manos limpias... si es posible, vacías; no toques la puerta porque hace mucho tienes llave y no vayas a explicar nada para no perder el tiempo. Quítate los zapatos cuando entres a la casa que es tuya y encuentres descalza en la alfombra a la amiga que jamás perdiste. Aquí es simple: no hay que inventar historias; no hay que disfrazarse; no hay que ocultar los miedos... No tienes que hacer nada. Aquí son válidos el llanto y las verdades más tristes. Eliges desangrarte en palabras o sedimentar silencios. Quítate los zapatos para que toques mi tierra; para que pierdas las poses; para que olvides los espejos. Espera, con esa dulce serenidad, por un café. Mira por la ventana como la lluvia eterna de la ciudad lava la noche de prejuicios y promesas. Quítate los zapatos. Ya no aparentes nada. La vida sin luz, ni maquillaje es más bella. Todo regresa al orden y la paz de tus ojos.
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CEMENTO.-
LOS VERSOS LARGOS Y PAUSADOS REFIEREN, TAMBIÉN, UNA TIBIA SERENIDAD.
ADEMÁS, LA AUSENCIA DE SIGNOS INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS SOSTIENEN PERMANENTEMENTE ESA TRANQUILIDAD, PORQUE ESTE ESCRITO SE LEE DE FORMA FLUIDA Y CADENCIOSA GRACIAS A ESOS DETALLES.
LA TRAMA NO ES DE MI AGRADO, LA SIENTO BASTANTE SUPERFICIAL, SOBRETODO POR LAS IMÁGENES QUE, APARTANDO LA ESTRUCTURA CON QUE SE HAN PRESENTADO, NO PROFUNDIZAN DEMASIADO.
DE TODAS MANERAS, ME GUSTÓ.
SUERTE.
CEMENTO.-
Leidy Mar
Supongo que luego del café se profundizan las imágenes
Cariños.