Chile
tea larga
tira gloriosa
franja de sal
y de arenas
acaso
mejor que una invención.
Tierra de
islas negras,
del pudor sudoroso
de Valparaíso,
de la voracidad
plena de mis
maestros
prodigiosos.
Allí, entre los arrecifes
azules, curvilíneos
oí cantar a Neruda.
Al lado de una
tolvanera
mecía una cuna
Gabriela Mistral.
Tierra de pinceladas
amarillas
y sol rojo.
Chile: Te aquilatas
a la distancia.
Si yo debiera
vivir un exilio
pensaría en ti.
El Buitre
vuela en lo alto como
herencia,
agacha
su pico
ya inclinado
y caza
un hermoso poema.
Tierra
de vinos y de rimas.
Tierra
de mis antecesores
literarios:
Cúspide
del cincelado verbo.
Hasta Venezuela
me llegan hoy
los compases
de tu camaradería.
Yo te saludo
con una bandera
blanca
entre mis manos.