Aquellas noches sin condones...
Publicado en Mar 31, 2013
Ven a cenar con los niños, le decía ella con una mirada de sospecha. Pero él se iba con mirada de cansancio a la ducha para enfriarse todavía esa calentura deliciosa que todavía irradiaba en su cuerpo: apetitosa juventud llena de bondades eróticas. Despertadoras muestras de ese lujurioso consumo masculino, que se imaginó entre la bruma el beso íntimo de él, no en esos comprados labios carnasos pintados de rosa, sino en aquellos del pasado, acompañados por un delgado cuerpo desnudo, el cual se fue perdiendo cuando él salía de gira por varios estados de la República y ella se entregó de cuerpo y alma a la crianza de sus hijos, olvidándolo no solamente a él, sino a su cuerpo que se fue envolviendo de grasa. Varías veces intentó reducirla sin ningún éxito el cual, ahora, tampoco tenía en la cama cuando su marido se volteaba de espalda y ella se quedaba envuelta sin sus brazos, pero sí, con la zozobra de la tración de posiciones sexuales que ella misma ofreció, esperando en ese entonces al ¨empleado resentido¨, quien llegaba a su cuartito de vencidad, alumbrado por velas sin perfume, cuyas llamaradas parpadiantes mostraban en la penumbra su silueta desnuda. Ofreciéndola, con los brazos alzados apoyados en la pared, al cansado manifestante hambriento, quien se olvidaba del hambre, acercándosela con fiereza, agarrado de los músculos de su nalgas que balanceándose hacia la izquierda y la derecha con movimientos repentinos hacia atrás y adelante se abrían entre ellas para dar camino libre en nueve meses al nacimiento de llantos en las noches con pañales hechos de ropa vieja, llenos de excremento y orín, ya que en esos tiempos de ayunos, ni para los condones había...
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Guille Capece
me gusto este escrito; creo que daria para continuarlo y hacer un cuento mas largo...
Es, desde luego, una opinion subjetiva.
Saludos Guillermo
Carlos Campos Serna
Carlos Campos Serna
Guille Capece
Saludos
Guillermo
Federico Santa Maria Carrera
Las razones que me llevaron a tardar en comprender todo el sentido del texto, es que me enredé con dos detalles para mi, incómodos. Uno, el angustioso fluido sin descanso de la composición descriptiva; el otro, la notoria intención de ir estableciendo metáforas que supuesta mente ( según mi enfoque), enriquecerían el texto.
Mis respetos, Carlos; no he querido combatirle a usted, ni desautorizar a nadie; tan solo pretendo dar mi personal opinión a un escrito que tiene todo el merecimiento de ser leído.
Carlos Campos Serna
lorena rioseco palacios
Concuerdo con la Xime que el final es genial ya que encierra un sutil humor negro que incluye por lo demás una importante moraleja, a falta de condones buenas son otras opciones, jajaj
Felicitaciones
Lore
Carlos Campos Serna
lorena rioseco palacios
De allí mi comentario light , motivado por la necesidad de mi de alivianar el sentimiento trágico de la vida y a pesar de ser la contracara de la Mujer del Relato , vista como Objeto de la Inspiración, no es necesario tener Hijos para cargar Cruces, yo solo tengo un solo Hijo, es Mayor y Autónomo , pero solo Dios sabe cuántos maderos cruzados cargan mis hombros...
Carlos Campos Serna
XIme Ramirez
Carlos Campos Serna
XIme Ramirez
Larisa- remedio infalible...
Luis Romn
Carlos Campos Serna