Amor en mis sueos
Publicado en Jun 28, 2013
Es adrenalina pura. Es un aliento refrescante, un corazón adicional que hace latir más fuerte al mío. Es una fragancia que me penetra, que me roba mil suspiros, es simplemente una presencia que me inquieta y que a la vez necesito.
Cuando te veo, mi mirada se inmoviliza. Un objetivo sin expectativas, sólo contemplarte me maravilla. Son imanes mis pupilas y tú el hierro que me magnetiza. Eres lo único que gira en la monótona rutina de mi vida, lo único dinámico, la luz y todos los sonidos. Me consumes y sin aliento, respiro el poco aire que me robas; sin saberlo, eres el que me desnuda en mis sueños , el que me defiende en mis pesadillas; la energía que me levanta todos los días. Comprendo que es un absurdo, que lejos está de ti corresponderme en este sentimiento; que tendré que conformarme con esto, amarte, amarte en silencio. Esta tarde he recitado de memoria las palabras que pronunciaste, estaba ahí ¿no lo recuerdas? Imaginé que era yo la que sollozaba después de aquel tierno beso. Le dijiste que la amabas y yo creí morir de sed en un desierto. La tomaste de las manos y simplemente las palabras surgieron, fueron espontáneas, te nacieron después de que tus ojos hablaran, de que tus mejillas se ruborizaran y de que tus ojos tan negros ardieran como brasas encendidas. La amas y yo… no puedo hacer nada contra eso. La amas y yo estoy feliz a pesar de todo lo que me muerde por dentro. Antes de salir de casa controlo mi imagen; me he puesto el vestido rojo, ese que una vez atrapó tu atención y sin saberlo, con tus halagos me mimaste. Dejé mi cabello suelto reposar sobre mis hombros desnudos y en el escote profundo he colocado gotas de tu perfume favorito. Apenas un brillo cubre mis labios, lo comeré en mi ansiedad cuando enfrente te tenga y ni siquiera rozarte pueda con mis manos. En la celebración me siento traicionera, una vulgar mujer que se entregaría a ti, sin medir más nada. Evito encontrarte a solas, evito encontrarte por miedo a verte con ella, evito escuchar el demonio pequeño que chilla en mi oreja. Las manos me sudan cuando veo que tomas las suyas, el corazón me sacude, bailo pero no es de alegría. Un terremoto me circula y creo que no hay regreso cuando comprendo que te perdí sin siquiera saber lo que es uno de tus besos. El anillo en su dedo me lastima, es el brillo de la envidia. No hay envidia sana comprendo, ella es mi amiga y sin embargo… la odio, está mal lo que siento. Presencié resignada el compromiso y con tu juramento yo también hice uno en silencio; te arrancaré de raíz del hueco que llevo adentro. Ruego que no seas como la maleza caprichosa que se reproduce cuando más se la toca, ruego que la sonrisa que me has dedicado no se repita, quiero matar a la esperanza que nace cuando me miras con esos ojos tan profundos y oscuros como el amor que yo siento. Cierro los ojos sonriendo, en mis sueños te veré y no sé… tal vez allí, no sea tan malo quererte como te quiero.
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