Amar sin hablar
Publicado en Jul 28, 2013
Si la esperanza amenazara con desalojar mi vida tu serías quien traería los tréboles de su propio jardín, los amuletos, las cábalas, los rezos; me los cederías aún con mis protestas de por medio. Pintarías de verde mi techo, mis paredes, para que no me atraparan las imágenes de otoños secos.
Si la luz renunciara a alumbrarme me regarías con la tuya, opacando tus rincones; resaltarías los míos sin dudar, a pesar del miedo que te provoca la oscuridad. Caminarías a mi lado, ninguno totalmente iluminado, los dos sombreados, pero de la mano. Si el frío se arrinconara en mi alma, vendrías con tus brazos enormes a contagiarme de tu calor; aunque en ese abrazo fundiéramos las masas de dos témpanos extraños, hielo por fuera y por dentro un martillo insistente de corazón. Si las tinieblas torcieran el rumbo llevándome a abismos desconocidos y tenebrosos, sé que me seguirías custodiando la espalda, para cuando ya en la entrega absoluta de mi voluntad me arrastraras a la orilla segura. Ahogados por la lucha pero entregados al destino que nos une, más allá de nuestra razón. Sé que sin pedirte me darás, que sin nombrarte acudirás, que sin hablar leerás mi mirada. Sé que puedo deambular, probar, errar; que puedo saltar desde arriesgadas decisiones porque amortiguando el golpe estarás. Que me hundiré en esa suavidad cerrando los ojos confiada y que por un momento dejaré de pensar. Mi incondicional amigo, el que ama más allá de nuestra amistad. El que acepta mi rechazo y el que entiende mi abrazo; el que disimula su sentir pero refleja con sus acciones; el puerto después de mis tormentas, el reposo después de mis reiterados tropiezos, la mano suave que acaricia y cura mis heridas, el agua dulce después de que un maremoto me tragó y me arrastró con inclemencia. Mi amigo, el que sin saber me regresa la cordura y me motiva a escapar; el que sin juzgar mi locura me recibe de nuevo, porque sin él no puedo; el ser que amo calladamente y que desearía nunca tener que lastimar. El que pone alas deseando domesticar, el que ofrece una jaula de puertas abiertas en la que me temo encerrar; el que me valora porque no me tiene y rechazo para tener; el que más me conoce y sin embargo, está.
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GLORIA MONSALVE
amor verdadero que siempre a pesar de nuestro rechazo y nuestras adversidades esta con nosotros,, siempre dispuesto a entreh¿garnos todo su amor. a tomarnos de la mano cuando mas lo necesitamos y sin pronunciar palabra siempre nos abriga con su manto y nos guia con su luz
muy hermoso
un gusto llerte
abrazos
Silvana Pressacco