Encargar un poema
Publicado en Aug 31, 2009
Subo por los pasillos de las sílabas
por peldaños implicitos y curvos. Me planto como un puño sobre el abecedario. Veo los caminos largos de las eles y las emes, diminutas como manos. Las eñes se tropiezan y caen en su mareo Y la O rueda opípara sobre su redondez Veo los tubos eléctricos de las te. Indago entre las efes diminutas: He entrado en el imperio de las letras. Aquí las sílabas carecen de piedad y cada frase es una armonía cruda. Voy temeroso de caer en diéresis fatales sobre una página ya cegada por la tinta. Los puntos se adelgazan como actrices o modelos. Todo aquí son huellas y mareas: Rastros de palabras ya petrificadas y cenizas de párrafos danzantes. Evado a las máximas prosáicas y busco la faz alumbrada de la poesía. Una equis mayúscula se planta en mi camino. Y me obliga a trepar márgenes y murallas y rodear por senderillos de fuego. Aquí no hay mandamientos ni ordenanzas. Tampoco señalizaciones ni inscripciones. Las letras cantan al son de sus acordes y sólo se inclinan para huír de los truenos que salen de la mano del escritor poderoso. Yo voy por caminos inestables y rápidos entre infiernos de siniestros bisílabos. Trepo por los terrenos de la utopía a ver si consigo la Cueva de los Versos. Para encargar un poema para una ex amada.
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Verano Brisas