No es traicin
Publicado en Aug 24, 2013
Tus ojos gritan mientras muerdes los labios surcados de lágrimas. El sufrimiento no debería instalarse en el pecho cuando la verdad sorprende, más vale debería agitar sus ventanas, ventilar las mentiras y con ellas sacar el dolor.
Mantienes tus manos enlazadas mientras te hablo; adivino la impotencia apretada y bañada en sudor. Las uñas clavadas lastimando a la ilusa razón y un reproche callado e inyectado que va directo a ese triste corazón. Desparramo sobre la mesa los motivos de mi adiós, no logro coherencia en el relato, las palabras no fluyen fácilmente y pesa la sinceridad que ataca, explota en mi la necesidad de hablarte del desamor. Sé que vine sin anestesia, no existe manera de no causarte dolor cuando expongo tan entrecortadamente lo que aqueja a mi loco corazón. Es difícil hablarte de lo que siento, cuando creí que contigo ya no había restos; era un resultado perfecto y entero; lo nuestro era para todos la mejor ecuación. No había dudas en los ejemplos, surgía clara la comparación, éramos sinónimos del verdadero amor. Pero comprendí que en la vida, nada es definitivo, el cambio es inquieto; ataca y arrasa sin contemplación. Mis guerreros se resistieron en un principio, se escudaron en la cobardía, sólo esperaron que un milagro plantara la bandera de la razón. Victoriosa la locura; sopló y sopló, mis pobres sentimientos entregaron las armas convencidos de que la batalla estaba perdida cuando mi corazón de ella se contagió. No es traición, me dije, cuando sigo el impulso del amor; más negros pensamientos me atacaron cuando veo tus ojos que prefieren las mentiras o el silencio de lo que ocurre, aquí en mi interior. No puedo encerrarme en esta guarida que inventamos entre los dos, conocí otros campos, aromas a pleno sol. Deja que siga destilando el motivo de mi adiós, no quiero que creas que es veneno que matará a tu ilusión. No te engañes con lo que teníamos, no podía ser amor; llora si quieres entre mis brazos, te doy como siempre mi calor… pero no pretendas que calle, ¿no lo escuchas? late , galopa y no es por lo que murió, es sencillamente lo que gritan mis adentros desde que en la batalla, ganó el presente sobre el engaño, ganó mi fuerza y no tu dolor; ganó, cariño mío, el amor.
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Federico Santa Maria Carrera
No puede existir razón más legítima que nuestro instinto y su derecho a elegir.
Sin embargo, la vida también dispone de buenas alternativas para mediar entre la dicha y el dolor, como por ejemplo, utilizar la inteligencia para crear un tercer camino en el que ambos pueden transitar.
Es una posibilidad.
Besos, amiga.
Silvana Pressacco
Creo que la relación en donde una de las partes reserva sentimientos por miedo a ocasionar daño, provoca lo mismo dolor con la falta de entrega incondicional y sincera. Es como tener a medias y para mi es no tener... Nadie puede ser dichoso así, prefiero el dolor de la verdad, el golpe, el duelo y después sobrepasado por un baño racional, resurgir...
Un abrazo amigo!!!
maribel gonzalez navarro
Silvana Pressacco
Saludos
Matilde Contreras
Silvana Pressacco
Saludo afectuoso para ti!
NELMAR
Silvana Pressacco
Cariños para vos
Stella Maris Sanhueza
Silvana Pressacco
Cariños amiga
kalutavon
Silvana Pressacco
Gracias por tu paso querido amigo, siempre bienvenido!
Saludo para vos!