Porque te conozco, porque sé que la naturaleza fue generosa contigo haciéndote bella por dentro y por fuera.
Porque sé de tus prioridades, de tu entereza, de tu solidez cuando  te atacan y de tu debilidad cuando lo hacen a seres a quienes amas…
Porque eres el ángel del que Caro habla y la amiga incondicional que se entrega sin medir fuerzas malignas, sencillamente porque tu esencia las desconoce…
Porque sonríes más de lo que quisieras, para apagar los miedos que eso en los tuyos genera; fuerte y decidida te ofreces y cálida buscas el apoyo del ser que siempre te contiene…
Porque amas, proteges, defiendes… porque escuchas, ofreces silencios que te enaltecen. Porque conoces mi alma, mis defectos y sin embargo me quieres. Estás ahí sin que te llame, porque lo presientes.
Porque eres mi amiga, y hoy sé que estás lastimada. Porque la maldad se cautivó contigo, se enamoró de ti y sabe que eres inalcanzable. Que nada podrá marchitar la bella rosa que eres… de esas sin espinas que traicionan, de intenso color y de aroma inconfundible.
Porque te extrañaré aunque te tenga de por vida, porque mereces que te diga públicamente que regreses, que esto no es lo mismo sin tu compañía…
Mereces que te diga, querida amiga; que textale no es lo mismo sin tus versos llenos de sentimientos y tus comentarios de alegría. Que nada vale el precio de tu partida… 
TU DEMONIO, como me llamas...