JUVENTUD
Es la hora del vigor y el entusiasmo,
del momento luminoso de la vida.
El ancho horizonte de todo lo posible
se abre ante tus ojos,
puedes elegir la senda de tus sueños.
 
Es la hora del amor intenso,
de la exigencia radical
de la justicia en este mundo,
de aquello que es auténtico
y no admite componendas,
turbias justificaciones zafias
ni cobardes huidas al engaño.
 
Es la hora sagrada de emprender
la aventura atrayente y arriesgada,
la búsqueda de la ansiada identidad,
del gozo apasionado de la entrega,
de la dura prueba que exige esfuerzo
hacia las altas cumbres luminosas.
 
Es la hora sagrada del vivir, 
la hora más hermosa...;
pero, ay, es breve y pasajera
como lo es la primavera.
 
¿Qué quedará de ella 
una vez que decline sus esplendor?:
el recuerdo embriagante del amor apasionado,
la añoranza de los grandes ideales
y el resplandor fascinante de la alegría del alma
que seguirá iluminanado la nostalgia
de aquellos días de risas y de fuego. 
                                                        (De Alfabeto de inquietudes)
                                                              Enrique González Matas