La Marcha de la Vida
 
Otra vez estoy aquí…
Donde me enviaste con tu dirección.
Donde acogiste y arropaste las incógnitas de mi espíritu.
Este es el único camino al que puedo dirigirme…
Soy inexperta en este mundo, solo dependo de ti… De tu decisión.
Pero también eres lo único que alumbra mi andar.
Con aquel reflejo tenue me diriges en continuidad.
Mi futuro esta ante ti. El sello será marcado con tu potencia.
Solo tú conoces mi incertidumbre, eres quien sabe de mis miedos.
Ante ti debo inclinarme, pues soy una simple pieza de tu gran tablero.
Tan solo puedo suplicar tus consejos, anhelar la ayuda impredecible…
Después de todo eres quien señala el sendero por el cual caminar…
Quien proyecta y forja cada acontecimiento transitorio.
Quien planea mi efímera existencia.
Pues tú, eres el destino.
 
 
                                                                            German Karel Hänisch