Integración Familiar.
Publicado en Aug 24, 2017
El encuentro familiar era asunto confirmado papel y lápiz en mano tejían el bordado, nada podía faltar pues un enjambre de emociones, sentimientos, llegarían a la hornilla y allí, justo allí se recordarían las costumbres de los ancestros. El fogón de leña cantaba como grillo enamorado alzaba sus alas de color amarillo, el humo blancuzco danzaba en el aire lloraban las señoras, con elegancia y donaire. Un abanico de palma la función empezaría movimientos zigzagueantes el fuego aceleraba, ¡¡¡ No bajes llama no bajes las mujeres imploraban!!! Gorras, sombreros al mejor estilo, aislaban las largas cabelleras del humo silvestre, del olor a madera. Los hombres. . . ¡¡¡Oh por Dios benditos hombres!!! Corazones y almas competitivas, ayudaban con calidad. El conductor elegido, Agrónomo con maestría cambió corbata, botines, por camisón, machete, azadón, recogiendo la cosecha, aquel noble señor. Hombres. . . ¡¡¡Oh por Dios benditos hombres!!! Corazones y almas competitivas, ayudaron con calidad . El reino animal. . . Acaso se puede ignorar? Una pareja de azulejos, hermosos pajarillos, ante miradas fisgonas felices construían su nido al compás del viento, de virutas recién robadas. Ah!! El gordito de Beethoven Integrante útil vigilante nocturno, comelón diurno, pero. . . un buen amiguito, resulto ser el perrito. Chicos y chicas sus carpas organizaron el campamento florido juventud idealizaba, exploradores, aventureros con el bosque se diluyeron. Los adultos. . . Hamacas prisioneras a rústicos horcones cargaban años nuevos, también los años viejos, el viento bendito con rítmico movimiento mecía ilusiones del ayer, del hoy fortuito. Ahora bien le tocó el turno a tres tahúres especialistas en derecho, administración, otras profesiones señores de hacha y machete para jugar una que otra contrariedad, pare de contar. El agua lucía variados colores, estratos y extractos, pues el indocumentado fenómeno del niño hizo estragos en la tierra mía. La tarde reía a carcajadas emanando frescura cada célula corpórea, cada palma del inmenso techo, hicieron la venia, bendijeron la alegría. La comida Manjar de dioses, ¡¡¡Ayayay no más, me reviento!!! Algunos estómagos llenos, otros modo relax con la alcahueta noche incentivaron pesadillas, ronquidos, gritos vagabundos, sinfonías en Do sostenido Re pausado Mi celestial Fa magistral Sol contundente La tierno Si prolongado, deleitaron el cielo, las estrellas y el mar. Vaya sinfonía!!! Cuarto día. . . Despedidas, volver a reunirnos, promesas juradas agradecimientos a esa finquita familiar, arrulladora de sueños, spa generacional. La vida es de encuentros y despedidas. María D. Vallejo D.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (13)
1 2 1 2
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|