CLEMENCIA
Publicado en Sep 21, 2018
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NOVELA No 2
CLEMENCIA
Autora: Lucy Reyes de Lozano
Edición Lucy Reyes de Lozano
Año 2018
 
 
DEDICATORIA
A MIS SERES QUERIDOS: Mi familia,  textaleros: Juan Francisco Lozano Reyes, Alejandra Lozano París y Gabriela Lozano París.
A MIS AMIGAS VIRTUALES: María Vallejo, Elvia González, Silvana Pressacco, Battaglia, Mónica Rivero, Raquel, MAVAL, Doris Melo, Maritza Talavera, dahil, Luzma54, Leticia Salazar, un sentimiento, María del Rosario.
A MIS AMIGOS VIRTUALES: Enrique González Matas, Gustavo Adolfo Vaca Navaja, Juan Carlos Reyes Cruz, DEMOCLES, Raymundo, Gabriel Falcón, José Orero de Julián, Daniel Florentino López, Luis José, Antonio Valenzuela Vargas, Samont H, Iramesoj le ogam, Enrique Dintrans A, Roman Romani.
INTRODUCCIÓN
Llevo en mi mente de soñadora imágenes de familias, de paisajes, del universo, del mar, del día de la noche, de la naturaleza, con los que he recorrido el camino de mi vida, trazando experiencias, conceptos, ideas, actitudes, pensamientos y razones.
De pronto se interrumpió mi pensamiento al ver por los cristales de una ventana una pareja de jóvenes, pensé que eran novios, cada uno tenía en sus manos una flor llamada margarita; ellos arrancaban los blancos pétalos de la flor, repitiendo: “SI ME  QUIERE, NO ME QUIERE” hasta cuando se agotaron los pétalos, Creí que la pareja se amaba, pero ella lloraba, rechazaba abrazos y besos, él insistía en seguir abrazándola, ella lo golpeaba, mientras él la besaba. No pude seguir mirando, tenía que continuar con mis trabajos, pero no me podía concentrar porque la escena de esa pareja me dejó pensando y me llegó la idea de expandir mis pensamientos, creando mi segunda novela, sobre amores, desamores, conflictos, actitudes, realidades, tristezas y alegrías, cobijando la historia con las imágenes de mi mente soñadora. La novela toma el nombre de CLEMENCIA.
Muchas historias son semejantes, aunque no iguales, las familias cuando son unidas y se aman sienten propios los sufrimientos de cada uno, son solidarios, buscan soluciones y es casi seguro que los problemas se resuelven, aunque se presenten disgustos y contradicciones, pero cuando las familias no se aman, por el contrario se odian,  se desacreditan, son envidiosos, se humillan, se critican, se hacen maldades, no es fácil lograr paz, ni resolver los problemas, cada uno a su manera maneja sus problemas. La historia de Clemencia y su familia en la presente novela, es de acontecimientos variados, como la misma vida cotidiana, en la que no faltan preocupaciones, decisiones y desenlaces.
  
Clemencia
Esta tarde, lluviosa y fría, caminé por calles vacías hasta llegar al lugar en que nos espera el calor humano de la familia. Temblorosa y friolenta me arrunché en mi cama, sin saludar a nadie.  De mis ojos llueven lágrimas, nadie pregunta el motivo de mi llanto. Mi hermano Elías está acompañado de su novia, ven una película; Aura, mi hermana mayor no se despega del celular y Clarita, mi hermana menor lee un libro; mi papá y mi mamá discuten por celos profesionales.
A nadie le importa mi tristeza, sola debo enfrentar mi dolor, sola debo llorar, sola, como dice la canción: “Como perro callejero, como barca sin velero, sola con mi corazón”, sola como nací y sola como moriré. Nudos se atraviesan en mi garganta. No quiero seguir trabajando en esa empresa, no quiero más acoso laboral ni sexual, No más, No más”. Mi problema es ser joven bonita e inteligente, parecieran ser cualidades, pero no, son defectos que causan maldad en algunos jefes del trabajo, los que prometen aumento de sueldo condicional si se aceptan acosos.
¡Qué desgracia! tener que dejar pasar mucho tiempo para adquirir experiencia y ser Gerente o Directora de empresa alguna, dejando manchado el  honor, y destruida la dignidad del pasado, prefiero olvidar mis estudios superiores, no trabajar como empleada, ser independiente, aunque sea vendiendo empanadas, no sé cómo se hacen, pero es fácil aprender, o cualquier otra idea que se me ocurra. Lo importante es renunciar a mi trabajo, denunciar al maldito jefe que quiere abusar de mí, aunque tenga que luchar, trabajar con las uñas, dejar de recibir el buen sueldo que gano, pero sanar mi ser. Lo difícil es denunciar sin pruebas, nadie ve los acosos, hasta imaginará la gente que es mentira o que las mujeres damos lado para ello.       
Al día siguiente, a la hora del desayuno, mi madre observa mis inflamados ojos, casi cerrados, por, tanto llanto.
- Clemencia, hija, ¿Qué te pasa?
- Es algo de mi privacidad que debo resolver.
- Anda hija, soy tu madre y te rodea la familia, debes contar con el apoyo y el amor que todos te ofrecemos. Cada uno queremos consolarte, saber tu estado. Por fortuna es sábado, hay tiempo suficiente para escu charte, desahoga tu problema en familia, sabes que te queremos.
- Gracias madre, gracias familia, que equivocada estuve pensando que a nadie le interesaba mi llanto Cuando ayer llegué a casa desesperada por los acosos laborales y sexuales del jefe que me promete dinero y ayudas a la familia a cambio de caricias y sexo, como si yo fuera una prostituta, o como si diera lado, como mujer fácil, como si necesitara dinero, como si fuera una miserable muerta de hambre. Maldito hombre, lo odio, sentí asco cuando me besaba, me estrechaba a su cuerpo con fuerza y yo tan débil, sin fuerza, me sentía desfallecer.
 Enterada mi familia de tan grave problema que enfrento, se llenan de ira e intenso dolor. Considera mi padre, que inmediatamente hay que conseguir un abogado que denuncie el caso. Mi hermano indignado desea matar al jefe, -ese maldito no debe vivir-. Interviene Clarita: Cómo se le ocurre arreglar el problema matando al jefe, ¿evitarle sufrimientos en la cárcel?, ¿darle descanso eterno? ¿Ir usted a la cárcel, mientras el jefe descansa eternamente? Piense hermano, es mejor lo que mi papá dice, “para eso existe la ley”. Aura opina que de nada sirve la ley, la justicia está en normas, pero no se aplican, es como si no existiera la justicia, lo que sí existe es la injusticia, cuando no se puede probar, además, que, aunque se tengan pruebas el delincuente consigue falsos testigos que calumnien a la víctima, Clemencia: lo mejor es lo que quiero; independizarme, trabajar en lo que me guste, ser yo misma, jefe y emprendedora de mi propia empresa. Mi hermana mayor me apoya y colabora. Mi mamá opina que lo mejor es que yo viaje a otro país, me especialice, estudie más, así tendré la mente ocupada, lograré mejores cargos y olvidaré el problema. El tío Tirso, como de costumbre, antes de opinar cuenta historias. “Ismael, único hijo de María llevaba la ventaja de ser héroe, en aquella batalla”-Interviene Clarita: tío, ya sabemos que sabes mucha historia, pero no es el momento de escucharlas, al grano tío, da tu opinión sobre el caso de Clemencia. Está bien Clarita, lo mejor es dañarle la imagen a ese desgraciado, publicando en muchas partes fotos del tipo y, agregar letreros que digan: “Ojo, cuidado con este pervertido”.
 -¿Por qué será que Clarita siempre vive criticando? –dice Elías- A mí, me trata de bruto por querer defender el honor de mi hermana en legítima defensa, critica la opinión de Aura por apoyar a Clemencia; al tío Tirso no lo deja contar sus interesantes historias. Qué aburrida eres hermana, no hay acuerdo en nada, eres dueña de tus razones, no hay reconocimiento de lo bueno, mientas el resto de la familia es maravillosa, yo haré lo que me parece, no lo que mande mi hermanita menor Mire Elías: ya estoy desesperada en esta casa, pero tranquilos, ya todo está listo para abandonar este hogar... Nadie te está pidiendo que abandones el hogar, simplemente debes corregir tus errores y pensar que es normal la pelea entre hermanos. Clemencia: “Bonita forma de calmar mi dolor, todos peleando”. -Aura: Elías, no tome tan a pecho lo que se dice, deje su mal genio, piense que lo que estamos haciendo es buscando soluciones, opinando sin intención de ofender. Y, usted Clarita, no tiene que abandonar el hogar. Clarita: pero hermana, usted todo lo tolera, yo no aguanto, prefiero vivir sola.
***
Listo, el abogado inicia denuncia penal contra el jefe de personal de la empresa “Quocom” por acoso laboral y sexual, en la trabajadora Clemencia Ruíz Maldonado.
El jefe acusado debe presentarse en la Fiscalía General de la Nación acompañado de un abogado, tiene derecho a la defensa.
(Algunas partes de la indagatoria)
¿Cómo es su nombre y apellido?
Mi nombre es Álvaro, mi apellido es Montes.
- Preguntado: ¿Conoce usted a Clemencia Ruiz Maldonado?
- Si la conozco, trabaja en la empresa Quocom.
- ¿En qué cargo se desempeñan, usted y Clemencia?
- Soy jefe de personal de la empresa y Clemencia es asesora de contabilidad de la misma empresa
- ¿Usted y Clemencia trabajan en la misma oficina?
- Si los dos trabajamos en la misma oficina.
- ¿Cuántos empleados trabajan en la misma oficina en que usted y Clemencia se desempeñan?
- Solo Clemencia y yo.
- ¿Cómo es Clemencia?
- Físicamente, es hermosa, como trabajadora es responsable, como amiga, no la conozco.
- Diga cómo es cierto, sí o no ¿que usted la acosa a Clemencia, en lo laboral y en lo sexual?
- No es cierto.
- ¿Qué piensa usted, antes de acariciar a Clemencia?
- Responde el abogado defensor de Álvaro: Me opongo a la pregunta por considerarla capciosa y exijo pruebas de dichos acosos.
- ¿Por qué cree usted que Clemencia haya interpuesto denuncia penal contra su indebida actitud?
- No sé, yo sólo me limito a responder su saludo y nada más.
- ¿Qué responde usted a la acusación de acoso laboralque usted  besa, acaricia, y sexual  ofrece aumento de sueldo a Clemencia si acepta tener sexo con ella?
- Que es mentira.   
 
 
 
Siguen más peguntas, el sindicado niega todo. El abogado de la familia Ruiz insiste que de alguna manera se debe encontrar pruebas, ya sean testimoniales, documentales… sin pruebas es difícil, no obstante, un careo sostenido, frente a frente sobre las propuestas del jefe y los rechazos de Clemencia pueden servir.
Clemencia: No quiero estar frente al jefe, sin pruebas nada se logra, pero el abogado acusador dice que no puede abandonar el caso, que seguirá actuando hasta el final. La familia acepta que el abogado continúe y pagarán los honorarios.
Laura: hermana Clemencia olvídate del denuncio penal, aíslate de ese mal jefe, tu vida depende de tus actitudes, confío en tu inteligencia y apoyo tu  deseo de ser independiente, ayudaré a tus logros, aunque al principio haya que soportar sacrificios.
Clarita: No estoy de acuerdo  en que Clemencia se retire del trabajo de la empresa, por cuanto está practicando lo de su profesión de contadora, no es bueno dejar de recibir buen sueldo, la solución es pasar hojas de vida a otras empresas, progresar en ellas y olvidarse del denuncio que de nada sirve.
***
  Clemencia: Nuestros padres viven en constantes disgustos por celos profesionales, por diferencia de cargos, los dos ejercen cargos de economía, René, nuestro padre trabaja en una empresa de plásticos y Amalia, nuestra madre trabaja en una empresa de automóviles en la que se desempeña como gerente comercial, doblando el sueldo que gana nuestro padre, quien se desempeña en un cargo inferior al de nuestra madre, dando lugar a estas discordias:
­­- Amalia, Tus cargos, tus salarios, tus éxitos se deben a que eres bonita, coqueta, aduladora, yo paso por desapercibido, por ser serio, exigente y déspota.
- René, eres arrogante, humillante y contradictor, además no valoras mis estudios especiales, mis diplomados, el crecimiento logrado en la empresa por mis conocimientos, me humillas, me haces sentir mal a cada momento, -no soporto tus humillaciones- Creo que lo mejor es independizarnos, separarnos, darnos mutua libertad, sin necesidad de enterarnos de nuestras vidas. Nuestros hijos son mayores ya no somos necesarios para ellos, cada uno tiene su trabajo y pueden organizar sus vidas. Por mi parte seguiré amando a mis hijos toda la vida, ayudaré a resolver el problema de Clemencia, cambiaré mi modo de vida, así que te propongo “Separación de cuerpos y de bienes”
- Es dolorosa tu propuesta para nuestros hijos y para mí, puesto que te amo[LRdL1] . Además, de común acuerdo los dos queremos ayudar a nuestra hija Clemencia. Dejar el hogar así tan de repente no es conveniente, creo que estás acelerando tus propósitos.
- Yo te amé hasta antes de que me humillaras, me calumniaras, me maltrataras, no puedo tolerar tanta injusticia. Ahora bien, si reflexionas bien, si cambias, si aceptas mis éxitos sin sufrir, sin disgustos, con libertad, sin que importe quien gana más o menos, total para qué reparar, si los gastos son comunes en el hogar. Es verdad que la separación sería gran dolor para nuestros hijos, no obstante, hay solución, si cambias.
- No es fácil cambiar ante el desamor. ¿Qué bondades puedo ofrecer a una mujer que ya no me ama? Sin embargo, entiendo que piensas en soluciones, pienso que existe la reconquista, la lucha por amor, los cambios positivos, el deseo sincero de mantener un buen hogar. Es posible un reencuentro matrimonial cuando somos conscientes de nuestros errores y podemos repararlos, es cuestión de darnos un tiempo para reflexionar, ojalá un viaje que ayude a tolerar, a recapacitar y lograr un cambio de vida que a los dos nos convenga ¿Qué opinas?, está bien, acepto la propuesta.
***
 Mario Hernández: Me preocupa la desesperación de Clemencia, verla llorando, sufriendo de insomnio, sin apetito, deseo consolarla, es mi clienta, siempre visita mi farmacia, compra medicamentos, solicita domicilios de todo cuanto necesita, hasta soy yo quien aplica inyecciones a la familia. Quiero saber lo que le está ocurriendo a Clemencia, es fácil saberlo, puesto, que hay confianza entre los dos, nos contamos nuestros problemas. En el término de dos horas me pude enterar del problema, quedé con la idea de cambiar la tristeza de Clemencia por una nueva ilusión. Recordé que a Clemencia le encantan los perros, entonces al día siguiente compré una pequeña perrita, tipo chihuahua, me parece muy tierna, fácil de manejar, puesto que la perrita tiene tres meses de edad y ya está entrenada para hacer sus necesidades y se sabe sobre su alimento. -Claro, es lo mejor-Late acelerado mi corazón, pensando en encontrarme con Clemencia, verla sorprendida e ilusionada de recibir a su pequeña mascota… marco el número del teléfono de Clemencia para que acepte la visita y llevarle el obsequio, pero Clemencia inventa obstáculos para no recibir visitas, quiere estar sola, permanecer encerrada en su habitación aislada de todos, ha respondido: ¡Qué pena Mario! No puedo recibir tu visita, debo cumplir con algunas citas médicas, durante algunos días, después te llamo, cuando pueda recibir tu visita, Mario insiste… Clemencia, creo que te conviene que nos veamos, ella responde: será otro día, Está bien -dice Mario-, no quiero presionarte, esperaré con paciencia que llegue el día que nos podamos ver, me despido sintiéndome agobiado. Acaricio a la perrita diciéndole: Tendrás que estrenar cama esta noche, te acomodarás a mi lado, compraré tu alimento, seguramente mi familia se sorprenderá cuando te vea. Al llegar a mi casa, una de mis hermanas abre la puerta, se sorprende, no saluda, quita la perrita de mis manos, la alza, emocionada, gritando: ¡Ay, qué belleza!, la quiero para mí!, en seguida saltan mis otras dos hermanas, quieren alzar la perrita que ladra asustada, pelean todas al mismo tiempo, quieren tener alzada a la perrita. Tanta algarabía llama la atención de mis padres, mi madre se opone, no quiere recibirla, dice: No quiero ser esclava de la perrita ni por bonita que sea, mi esposo nunca ha querido que tengamos animales en la casa, él piensa, que cada uno debemos vivir en nuestro correspondiente hábitat ¿y… cuál es el hábitat de los perros?  “No te preocupes madrecita”, la perrita estará aquí unos dos o tres días, mientras la dueña cumple citas médicas. ¡Protestan mis hermanas! No Mario, queremos que la perrita sea nuestra, no tenemos mascota. “Yo me comprometo a cuidarla”, yo también dicen las tres al mismo tiempo, quiero que esta noche se acueste a mi lado -dicen las tres al mismo tiempo. Ninguna se quedará con la perrita, -les digo- porque soy yo el encargado de cuidarla, soy el único que merece tenerla, además, no sean desconsideradas, ¿no les da lástima verla ladrando?, pobrecita debe tener hambre, debo darle el concentrado. La perrita bebe leche, come concentrado, todos la miramos. Horas después, acuesto a la mascota a mi lado. Mis hermanas trasnochan al pie de la cama contemplándola. La perrita hace popó en mi cama ¡Qué vaina!, olvidé que el entrenador de la perrita me advirtió que eligiera un lugar de la casa, como el patio, que extendiera papel periódico y que llevara a la perrita al lugar elegido después de la comida, ya estaba acostumbrada a depositar su popó sobre periódicos; con razón, la pobre no para de ladrar, además estará asustada de sentirse en un lugar extraño. Bueno…….  las hermanas que pelean por cuidar la mascota, que recojan la caquita, no Mario, tú que dices merecerla tienes que limpiar, listo, yo limpio sin reparos, ustedes no la merecen.
***
 Clemencia: Me arrepiento de no haber aceptado la visita de Mario, han pasado más de dos días, sin aceptar la visita,  entonces marco el número del celular de Mario, para aceptar que me visite. Pasan dos días, Mario me promete visita.
Mario: Bueno, bueno, coloco esta cadena en el cuello de la mascota y amarro esta tarjeta en la que escribí este mensaje: “Soy tuya, seré tu compañera, te quiero”. Toco la puerta de la casa de Clemencia, inmediatamente ella abre, saludo, le digo: “Te regalo esta pequeña mascota, para que te quiera y te acompañe todos los días”. ¡Increíble! Ocurre algo parecido a lo que pasó en mi casa con mis hermanas, -no me saludan- ni Clemencia, ni las hermanas, pelean por alzar la perrita, “Es mía”, -dice Clemencia, me siento feliz, ¡Por fin agradece el regalo!, me abraza y me besa. Alza y besa a la mascota, que mueve la colita, se aguan los ojos de Clemencia, dice: es mía, seré la mamá, mis hermanas serán tías, mis padres serán abuelos de…… ¿de quién?¡oigan!, tendremos que darle un nombre a la perrita y bautizarla, siiiiii, dicen todos al mismo tiempo, proponen distintos nombres: nieve, luna, mía, cala,  se me ocurre llamarla Marte –dice Clemencia, -no, dicen las hermanas tías, mejor será llamarla venus,  será mejor el nombre que quiera la mamá Clemencia, ella responde: si Mario quiero llamarla “Marte” y tú Mario serás el padrino y la madrina será tu novia,… a ella no le gusta los perros,  y hace dos días terminamos la relación amorosa, entonces, será mi mejor amiga Daniela, que sea ella la madrina.
Tres días después, la madrina y la familia Ruiz bautizaron a la perrita con el nombre de Marte.  Abundan regalos para Marte, cama, ropa, juguetes, cargador, correas cobijas…
***
El viaje de encuentro matrimonial de René y Amalia resultó positivo.
NUESTRO REGRESO
El caluroso y brillante sol, en el día nos encontró
La silenciosa luz de la luna, en la noche nos unió
Se descongeló el quieto hielo, que atormentaba
Brotó de nuevo nuestro gran amor en la quimera
 
Estábamos lejanos de familiares, amigos y extraños
Pero, ahora de regreso, repartimos besos y sonrisas
Retorno a nuestro hogar, compartiendo admiración
Renace nuestro amor, pétalos de rosa en el corazón.
 
Pasan nuevos días, todo parece en calma. Un corazón herido curado en apariencia, con el amor de una pequeña mascota llamada “Marte” Una sola sombra asoma, es el dolor de mi fatiga por aquel recuerdo infame; son como punzadas de dolor que recorre mi cuerpo joven y el dolor oculto ante la familia para no empañar el nuevo amor de mis padres.
Recostada en mi cama, acompañada de mi linda mascota Marte, entre caricias y llanto repaso mi triste historia a Marte, -mi mejor amiga, desde el principio hasta el final, ella me escucha con atención, lame mis mejillas, son besos de amor y consuelo, como de hija amorosa.
Marte me acompaña a todas partes. Las charlas en visita y celular son sobre las ocurrencias de Marte que mucho distrae. Entre más tiempo más amor por Marte, ha cambiado la vida y la costumbre, es como si Marte fuera una persona que todo lo entiende, asombra su inteligencia, domina a la familia, exige sus comidas al mismo horario de su dueña, de no ser así no come, le gusta que la premien con galletas cuando obedece, se enoja cuando la dejo sola, protesta haciendo popó en la sala, le gusta ver televisión, cuando no le gusta lo que ve, ladra. Vigilo a Marte desde mi celular las veces que la distancia nos separa. Cuando se enferma sufro, la llevo al médico veterinario, compro los medicamentos, con la ayuda de mis padres, mientras consigo trabajo. Paso noches enteras pensando en inventar un trabajo, le comento a Aura, que me gustaría hacer campaña sobre la importancia de evitar la contaminación que perjudica la ciudad, a mi hermana le parece buena idea. Pasado un tiempo, las dos hacemos videos graciosos y originales, mostramos resultados positivos, enviamos nuestros inventos a empresas, los ofrecemos a precios un poco elevados; publicamos por Internet los servicios de nuestra nueva empresa llamada “CLEMAR” dedicada a mostrar videos que enseñan como preocuparse por mantener la ciudad limpia
***
 CLARITA: Por fin abandono mi hogar, me instalo en un apartamento pequeño en el piso 18 en Bogotá. Acomodo mi ropa, ordeno mis libros por autores, adorno la sala con bonitos cuadros, el comedor también lo adorno, con un cuadro y dos bellas matas. Poco a poco sigo ordenando el apartamento, después de salir del trabajo, veo televisión y duermo. El fin de semana, ya todo está bien, llamo a mi familia, quiero que conozcan el apartamento, da la casualidad de que Elías también ha cambiado de apartamento, vive con la novia en un pueblo cercano a Bogotá. Llevo seis meses viviendo sola, aunque leo bastante, veo televisión, escribo poesías, a veces, Aura y mis padres me visitan. Poco me gustan las visitas, prefiero que me llamen al teléfono mis familiares y amigos.
A mi amiga Tere le cuento mis secretos, le tengo confianza, porque no se burla de mis relatos. Una vez duramos dos horas hablando por celular, le conté que cuando miro fijo un punto en el piso, veo que poco a poco el punto se va agrandando, luego veo que le salen patas, como de una araña y empieza a moverse, se va acercando, me impresiono, cierro los ojos unos segundos y cuando los abro vuelvo a ver el punto normal. Otras veces miro fijamente cuadros dibujados en mi cobija y si fijo mis ojos en los cuadros, veo que se agrandan y se mueven, cierro los ojos, vuelvo a mirar y veo todo normal. Cuando cierro los ojos, despierta, veo en blanco y negro figuras de personas, animales, paisajes, pienso que tengo  problemas en los ojos, pero Tere me dice que no es enfermedad de los ojos, que puede ser creatividad imaginativa, me comenta de casos parecidos, de películas; de conceptos de psicólogos que ha leído, finalmente después de tanto hablar del tema Tere me aconseja que visite al médico,  le agradezco a mi amiga y comparo diferencias; cuando yo comentaba esto con mi familia se burlaban, me decían que aumentara a la figura del punto además de la araña otros animales simbólicos, como candidatos a la presidencia; sapos, lagartos, ratas, serpientes, sancudos, delfines, cerdos… mientras mi amiga desea que vea bellas figuras, como pétalos de rosas, de jazmines, de violetas… Mi amiga me aconseja que visite al médico y le cuente, pero no me atrevo, creo que el médico también se burlará.
***
 Juego con Marte, en la finca de Daniela, corremos, corremos, pero Marte corre muy rápido por el bosque siguiente a la finca, ¡me preocupa!… no puedo ir detrás de Marte, ¡se ha perdido en el bosque!...., me desespero, avanzo, llamo a gritos, Marte, Marte, Marte. No aparece, me desespero, lloro, avanzo por el bosque, estoy agotada, caigo al piso de pasto, va oscureciendo, llega la noche   iluminada por la luz de la luna, ¡Oh dios! miro mi entorno, pleno de árboles mixtos, bajitos, altos, casi tocando el cielo, árboles pequeños y frondosos, musgo, plantas de diversos colores, sonido de grillos, canto de búhos, insectos, Hongos, ruidos extraños, animales desconocidos. En el firmamento pleno de estrellas, se divisa el planeta marte. ¡Oh dios, qué miedo! veo animales raros y escucho extraños sonidos, no sé qué hacer,…. ¡Ayúdame virgencita de Guadalupe!.... ¡Dios mío ayúdame! Me trepo por el grueso tronco de un inmenso árbol, me apoyo en una larga rama, ¡parece que no me resiste!…… ¡Auxilio, ayuda! Voy bajando por el aire, ¡ay, ay!...
 Clemencia cae al piso, fuerte golpe recibe su cuerpo, está más perdida que su mascota. Se reduce su mente en mínima razón, nada entiende, ni siquiera el planeta marte le recuerda su estado, su mente está en blanco, ya ni le preocupa ver una serpiente enrollada en un árbol cercano, no siente miedo. Parece congelada del frío, mientras la perrita Marte ha regresado tranquilamente a la finca, ladra por no ver a Clemencia. Daniela y la familia se preocupan de la ausencia de Clemencia, están asombrados de que ha llegado la noche y ella no aparece, deciden ir con Aura, el papá, Daniela y  Amalia en compañía de marte, a buscarla por el bosque, van asustados, cada uno quiere dirigirse a distintos lados, pero Marte ladra y los guía por caminos pedregosos, tropiezan con piedras, con matas, la perrita corre rápido, ladra y también se pierde de las personas que pasan horas de miedo, de llanto, de angustia, llaman a Marte, no responde. Aura recuerda que trae su celular en un bolsillo, llama a la policía, pide ayuda, manifiesta el lugar donde se encuentran, la policía promete ayuda inmediata, pasan horas y la policía no aparece, va amaneciendo entre llantos, desesperos y por fin aparece la policía, buscan por todo el bosque a Clemencia y a marte….de pronto….. Se escucha un lejano aullido que sirve de guía para encontrar a Clemencia y su mascota, se acerca Amalia, toca la espalda de su hija le habla, ella no responde ni reconoce a su familia, que bastante se preocupa. Poco a poco todos se acercan, marte ladra al pie de su mamá, la mira, la besa y llora. Es conmovedor ver a Clemencia, a su familia, a su amiga y a su mascota. La policía alza a Clemencia, la sube a una camilla, con ayuda de dos policías. Daniela y la familia siguen el largo camino hasta llegar a la patrulla reunida, esperando dar seguridad, suben al carro manejado por policía, con todas las personas y la perrita. Son conducidos a una clínica para tratar a Clemencia que se encuentra inconsciente, fría, golpeada, débil, silenciosa, agotada y acompañada de su amiga y su familia.
 El médico examina a Clemencia, ordena un tratamiento de cuidados especiales durante un  tiempo, hospitalizada en clínica de reposo. Tiene que cumplir órdenes de médicos: madrugar, baño con agua fría, tomar pastillas, caminar descalza sobre el limpio baldosín, compartir recreación con otros pacientes, la familia la visita todos los días, poco a poco se va recuperando, recuerda a marte, quiere verla, pronuncia su nombre varias veces. Los padres y Aura llevan a marte a la visita que ha sido permitida por el médico. Marte ladra, lame las manos de Clemencia, ella sonríe, mira cariñosa a su mascota, la besa, mira a su amiga Daniela, a sus padres y a Aura, el médico le da de alta y puede regresar a su hogar.
***
El abogado de la familia Ruiz visita a la familia, para notificarlas de que ha ganado el caso del jefe de Clemencia, que el juez ha dado orden de captura, pero el sindicado, ha desaparecido, es prófugo de la justicia. El abogado cobra los honorarios, la familia paga, lo felicitan y piden que les comente lo ocurrido durante el proceso penal. El abogado permanece horas relatando lo ocurrido. El caso es que Álvaro nunca estaba en la casa de la familia ni en la oficina, se le buscaba en diferentes partes y nada se sabía. En algún momento lo capturarán y será conducido a la cárcel, así que ya pueden vivir tranquilos. La familia agradece al abogado por su buen trabajo. Amalia cuenta al abogado, el accidente que sufrió Clemencia, pero, la historia es larga y da pena quitarle el tiempo, lo importante es que ella ya se recuperó. El abogado: ¿Y Clemencia a qué se dedica ahora? Ella y Aura trabajan independientes en su empresa CLEMAR, se han dedicado a producir y vender videos a varias empresas, que les gusta la idea de hacer campañas para evitar la contaminación del medio ambiente. Van muy bien en sus trabajos. El abogado se despide y les desea buena suerte.
***
AMALIA: Ahora me dedico a cumplir con los consejos recibidos en el encuentro matrimonial. Visto   sexi, soy más cariñosa con mi esposo, he dejado de hablar todo el tiempo de mi trabajo, admiro los cuadros pintados por René, agradezco los buenos detalles de mi esposo. René también ha cambiado, me invita a cine, a espectáculos, a buenos restaurantes, admira mis estudios, mis conocimientos, mi buen trabajo. Los dos de común acuerdo, hemos decidido vivir solos en un agradable apartamento, invitamos a nuestros hijos a la nueva vivienda, pasamos tertulias gratas hablando de política, de arte, de deportes… Los hijos también han cambiado, son más cariñosos, más generosos, nos invitan a obras de teatro, celebran con viajes nuestros cumpleaños, invitan a grandes conciertos musicales y cuentan sobre sus amores. (Una sorpresa) Todos nos hemos entusiasmado con la sorpresa de que Aura contraerá matrimonio con un arquitecto el día 31 de diciembre del presente año y bautizarán en tres meses a sus hijos gemelos que viene en camino, nos convertiremos en abuelos, nietos, tíos, sobrinos. Los bebés traerán felicidad a la familia.
***
CLARITA: Necesito mercar, voy al supermercado, elijo varias frutas, chocolate, huevos, galletas, lo necesario para mi desayuno, nada más porque almuerzo en restaurante y ceno con café y unas tostadas, a… pero olvidé comprar aceite envasado en botella de vidrio, tomo en mis manos el frasco, ¡ay! se resbala de mis manos, cae al piso el frasco, queda vuelto cuadritos y salpica el aceite en el vestido de un señor, ¡Qué vergüenza!, pido perdón al señor, nada responde, resbalo y caigo al piso, quedo lesionada, difícilmente me levanto,  no puedo caminar. El señor, salpicado de aceite me ayuda, me levanta, me acompaña al apartamento, lo invito a seguir, el señor propone llevarme al médico, acepto, vamos a la Cruz roja, me hacen masajes, me dan medicamentos, el señor vuelve y me acompaña al apartamento, me alcanza agua para que tome la pasta indicada. Hablamos largo rato, agradezco. El señor pregunta el número de mi celular y se despide. Todos los días me llama para preguntar cómo sigo y, si es posible iniciar amistad, acepto la amistad, nos vemos con frecuencia en el apartamento, hablamos de la tecnología, del trabajo, de las familias y de los problemas sociales, le pregunto el nombre.
-Me llamo Alberto Días
-Y tú ¿cómo te llamas?,
  Me llamo Clara Inés Ruíz Maldonado, mi familia cariñosamente me llama Clarita.
-Yo también te llamaré Clarita.
- Pico el ojo y sonrío, le pregunto sobre sus actividades y sobre la familia.
- Vivo solo, mi familia vie en Ecuador, hace dos años vine a Colombia por motivo de trabajo.
- ¿Eres ecuatoriano?
 -Sí.
- ¿En qué trabajas?
- Soy vendedor de medicamentos de un laboratorio, pero creo que tengo que regresar a mi país-
- ¿Por qué?
- Estoy muy preocupado porque me acusan de ser informante de la guerrilla y estoy amenazado a muerte, siento miedo, me escondo, no sé qué hacer, me queda poco dinero para sobrevivir.
- Y, ¿Por qué razón te culpan de informante de la guerrilla?
- Por rumores, porque algunos de mis clientes me comentan sobre la guerrilla y lo que me comentan yo lo he comentado con otros clientes, pero no entiendo las amenazas, yo no descubro cosas ocultas, no soy de este país, no soy amigo de guerrilleros ni de paramilitares, desconozco a qué se deben las informaciones, pero recibo panfletos y voces de personas desconocidas que me amenazan de muerte, me dicen que debo desaparecer en quince días y de no cumplir me matan.  --¡Muy, grave!, pero ¿será verdad?, o serán bromas o pegas, hay gente mala, sin oficio, y si crees que es verdad ¿por qué no regresas de inmediato a tu país?
- Porque no quiero preocupar a mi familia, no quiero involucrarlos en mi problema.
- ¿Tan grave es el asunto?
- Sí Clarita, he tenido que cambiar de vivienda y de celular, pero los que me persiguen saben en qué laboratorio trabajo, esta circunstancia ha causado el despido de mi trabajo. ¡Qué ingrata es la gente, he dejado buenas ventas, mi trabajo ha sido destacado, pero mis jefes piensan que para ellos también es un peligro, no quieren saber nada de la guerrilla, me pagaron y me despidieron, sin reconocer mi buen trabajo, cambié de vivienda a este barrio, pero temo que me encuentren y me maten!
- Y ¿cuánto hace que vives en este barrio?
 - Sólo dos meses.
- yo te ayudo en lo que pueda, mi apartamento está a la orden cuantas veces quieras te refugias aquí.
- Gracias Clarita, pero tengo que pensar en lo que se debe hacer para evitar persecuciones, una solución sería viajar al exterior, pero no es posible por falta de dinero.
Alberto y yo nos hemos enamorado, hemos compartido el sufrimiento de las amenazas, varias veces Alberto se refugia en mi apartamento, le doy consejos para que cambie y no lo reconozcan, “déjate crecer barba y bigote, ponte gafas, sombreros”
-Gracias amor, pero tal como dices daré apariencia de cómico.
-Mejor que parezcas un cómico, así quedaras diferente, si te pintaras la cara de blanco, los labios rojos, los ojos maquillados de negro, como un meme, si parecerás un cómico.
- Pero, amor, así no consigo trabajo y es lo que más deseo para podernos casar, vivir bien y tranquilos ¿qué hago? ¿Cómo consigo trabajo?
- Pues, amor pensemos hasta que encontremos una forma de trabajo, puede ser por Internet.
- No amor, debo esconder mi identidad.
- Tienes razón. Bueno amor, pero parte de mi trabajo lo ejerzo en mi computadora
- ¿Qué haces?
- Hago publicidad de productos de belleza de una reconocida empresa, a ese trabajo le dedico dos veces por semana y el resto del trabajo es presencial en la empresa, pienso… Si  tú haces los trabajos en mi computadora, te pago y, yo descanso, porque me siento agotada de tanto trabajo.
- Gracias Clarita, entonces, ¿sería vivir en tu apartamento?
- No tú sigues donde vives y sólo vienes dos días en la semana a trabajar.
- Bueno lo dije para podernos ver más, estar oculto aquí amándote, besándote, acariciándote y ayudándote en todo lo que necesites.
- Ja, Ja, ja, viviremos siempre juntos cuando ganemos buen dinero y nos podamos casar, no te precipites.
- Uy Clarita, yo quisiera casarme ya contigo.
- No te ilusiones, será hasta cuando reunamos dinero suficiente para casarnos y vivir en otro país, donde no te persigan más.
- Qué buena idea Clarita, si puedo esforzarme más trabajando en la computadora lo haré y que se cumpla nuestro viaje y matrimonio.
***
   ELÍAS: Acabo de reunir a mi familia en el apartamento de mis padres, los visito con mi novia. El motivo es entregar la tarjeta de invitación de nuestro próximo matrimonio, en un mes. Mis padres nos felicitan, nos desean éxitos. Clemencia, Aura y Clarita, también nos felicita. Comienzan las preguntas ¿por lo católico? ¿En qué iglesia? ¿La celebración es en el Club de los Arrayanes? ¿Traje de corbata? ¿Luna de miel en Cuba?, seguimos hablando unas cuantas horas, comentan que todos se casan menos Clarita, ¿menos yo?  Falta que conozcan a mi novio, yo también me voy a casar, ¡qué bien Clarita! debemos conocer a tu novio, claro que sí mamá, papá y hermanos, pronto, igual que Elías reuniré la familia, no aquí, en mi apartamento, para comentarles como ha sido mi relación amorosa, pero no será ese día en que conozcan a mi novio, será después de que les haya comentado aspectos del noviazgo, que a veces me preocupa y deseo sus consejos y opiniones, no es que no esté enamorada, es decidir, si me caso pronto o dejo pasar buen tiempo. Pues Clarita ya que estamos reunidos todos en el apartamento de nuestros padres, por qué no aprovechas esta reunión para comentar lo de tu matrimonio. Será en otra oportunidad Elías, esta es tu reunión, tu motivo personal, diferente a lo mío, te agradezco, pero los reuniré otro día, cuando confirme la fecha, pasaré al apartamento de cada uno de ustedes con mi novio, para hacer la invitación formal. Clarita siento que estás criticando que yo haya reunido a toda la familia en el apartamento de mis padres para invitar al matrimonio, tú siempre has criticado lo que yo hago. Perdón Elías no estoy criticando, cada quien es libre de actuar como quiere, no está reglamentado que todos hagamos lo mismo, me parece bien esta reunión, así evitan visitar a uno por uno. El hecho de que pensemos diferente no es motivo de disgusto.
***
 MARIO: Cuánta tristeza, cuántos pensamientos, cuántas dudas, cuánto trabajo ha significado lograr tu recuperación y saber que ya aceptas casarte conmigo querida Clemencia, siii Mario, amor mío, cómo no reconocer tus virtudes, cómo no entender que me amas de verdad, bien sabes los sufrimientos que atropellan mi ser, todo lo sabes, sin que yo pueda estar lúcida en todo momento para retribuir tus bondades. Cuando sufrí el accidente quedó bloqueada mi mente, pero en mis sueños tú siempre estabas, sueños que poco a poco van siendo realidad. Sé que tú comprendes mi estado, fuiste el primero en consolar mi dolor al darme el grandioso regalo de mi mascota Marte, cuando a ella acarició, recuerdo tu nombre, te agradezco en todo momento, hoy día te amo, siento algo increíble cuando vamos caminando tomados de la mano, cuando me acaricias, cuando me besas, cuando somos como uno solo, digo “increíble” porque después de haber sido víctima del jefe donde trabajé, pensé que odiaría a todos los hombres, a ti te veía como un amigo o como un hermano, pensé que jamás me enamoraría, tú lo sabías, tenías paciencia, no vacilabas en seguir amando a este ser que no te ofrecía amor, pero ha llegado el momento de sentir que estoy enamorada, aunque sinceramente te digo que hasta el día en que yo sepa que a ese maldito Álvaro lo tienen en cárcel sentiré frescura en mi alma y si después nos casamos hallaré la verdadera felicidad. Te comprendo amor mío, borrar quisiera yo esa agonía, reemplazar esas espinas con pétalos de rosas en tu corazón, convertir esos malos recuerdos en cenizas, abrir una puerta al cielo, para conocer el universo de la felicidad y sientas que te amo de verdad. Gracias amor mío mereces este abrazo y este beso que marca nuestro amor.
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CLARITA: Hoy realizo la prometida reunión con toda mi familia, en mi apartamento. No vacilo en relatar mi relación con Alberto, desde el principio, la forma accidental como nos conocimos, las circunstancias que nos llevó a iniciar amistad y luego a enamorarnos. Muestro fotos de Alberto, describo la tristeza que le ha causado a Alberto el peligro en que vive, relato absolutamente todo lo que Alberto me cuenta, de las injusticias, el miedo, el peligro, su cambio de vivienda de celular, el deseo de que nos casemos pronto y vivamos en otro país, donde no lo persigan más. Una vez enterada mi familia, quieren mi felicidad. Cada familiar propone como se ha de realizar la boda, cómo ha de ser el vestido, hacen lista de invitados, el ponqué, los videos, las fotos, la cena, la iglesia, las damas de honor, pero se confunden las ideas, se contradicen, cada uno quiere lo mejor para el día de la boda, unos quieren en una iglesia, otros en otra, que el vestido sea blanco, de otros colores, el ramo de flores especiales, todos y cada uno indican donde se consiguen los cocineros, los fotógrafos, periodistas que publiquen el matrimonio en periódicos de amplia circulación, que la música sea clásica, nada que sea popular, en fin tanto proponen y hablan que les amanece un nuevo día en el que han acordado todo, la fecha del matrimonio, el lugar de la iglesia, fotógrafos y periodistas.
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 MARIO Y YO: Viajamos a Cartagena, es posible porque para el matrimonio de Clarita falta un mes (Ya sabemos lo que se va a hacer) y para el de Elías falta dos meses. Estamos felices disfrutando de la belleza de Cartagena, nos  hospedamos en el Hotel “Capilla del mar”, gozamos de los servicios, hacemos tours, montamos en coche, recorremos sitios históricos, escuchamos historias de los guías de cada lugar, gozamos de la vida nocturna, asistimos a bares, conocemos famosos músicos y cantantes, bailamos. En el día disfrutamos de bellos restaurantes, vamos a las playas, disfrutamos de la brisa y las olas del mar, observamos los bellos edificios, la Iglesia de San Pedro Claver, las Islas Corales Del Rosario, el Castillo San Felipe de Barajas, montamos en lanchas acompañados de otros turistas. La Popa, el clima, la amabilidad de la gente… También visitamos la bella ciudad de Santa Marta. Durante los paseos comentamos sobre el matrimonio de los hermanos, las diferencias, lo bien que se adelantan proyectos en la empresa “CLEMAR”, el progreso de las farmacias de Mario, miramos desde los celulares la guardería de Bogotá, donde dejamos a Marte, deseamos ver pronto a Marte. Entre otras cosas comentamos, que no nos queremos casar por lo católico sino por lo civil, sin fiesta ni vestidos especiales, sólo será asistir a la notaría con los padrinos, firmar el acta de matrimonio, invitar a los padrinos a un bar y beber champaña. Nuestros padrinos serán Aura, que es socia de la empresa y la mejor hermana y el padre de Mario. El viaje de luna de miel será a la Isla de San Andrés y viviremos en Bogotá, exactamente en el barrio “La Carolina”. Al regreso a casa, sonreímos de tanto hablar de matrimonios.
***
 Ya todo está listo para el matrimonio de Clarita y Alberto. La iglesia adornada de flores, listos los músicos y cantantes, Alberto, elegantemente vestido, muy feliz y acompañado de sus padrinos y unos invitados. Es hora de que llegue la novia, pero… pasan más de quince minutos, sin que ella llegue.  Alberto comenta a sus invitados, que no es raro que aún no llegue la novia, por cuanto es normal que las novias se demoren mandándose peinar, maquillándose, mirándose al espejo. No obstante, esperar más de media hora, es preocupante…
 Por fin después de una hora de espera llegan en un automóvil Clarita y Clemencia, luego otro carro con toda la familia de Clarita y ¡Vaya sorpresa! Llega la policía, pregunta por el señor Alberto Díaz, que no es Alberto, sino el malvado Álvaro, el mentiroso, el delincuente, el criminal que acosaba a Clemencia y engañaba a Clarita… El abogado de la familia Ruiz, se dirige al delincuente: ¿Usted creía que podía burlar la justicia? ¿Qué podía seguir siendo prófugo de la justicia? ¿Qué podía seguir engañando a otra decente dama? Pues aquí está su orden de captura. Los policías le colocan las esposas en sus brazos. Álvaro discute, insulta a la familia Ruiz y a la policía que lo induce al auto que lo conduce a la cárcel.
Amalia y René invitan a sus hijos a su apartamento, allí se reúnen a comentar la sorpresa que se le brindó al infeliz Álvaro. Bien merecida la cárcel, decían todos, por fin se hizo justicia, gracias a la reunión que hizo Clarita, en la que mostró la foto del novio y todo se descubrió, comentamos sobre la estrategia que llevamos a cabo haciendo creer que el matrimonio se celebraría normal, con todas las de la ley, nos reíamos de pensar en que el vestido no sería largo ni blanco, sería corto y verde, que el ramo de flores sería una lista de todo lo que se haría contra ese delincuente, ¡qué ponqué, ni que orquesta! Ese Álvaro, es un ser despreciable, merece el castigo en la cárcel. Elías dice: ¿sí ven que si existe la justicia? Qué equivocadas estaban, se deben arrepentir de tanta incredulidad.
 Clarita y Clemencia se abrazan, ya pueden vivir tranquilas, les espera un brillante futuro, lo que si queda claro es que Clarita es la única que aún no contrae matrimonio. Después de muchos comentarios la familia Ruiz celebra en un lujoso restaurante el acontecimiento del día.  
Fin
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Foto del autor Lucy Reyes
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Descripción

Novela No. 2 Hace referencia de hechos ocurridos en la vida de Clemencia y su familia. Procur resumirla para no cansar a los lectores. Espero que les guste y que opinen.

Palabras Clave: tarde lgrimas tristeza dudas crticas.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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