IGNORANCIA
Publicado en Dec 12, 2018
IGNORANCIA Ofelia era empleada de servicio de la familia Olguín. La empleada permanecía sola en la residencia de sus patrones, porque la señora Emma y el señor Oswaldo trabajaban y los hijos estudiaban. No hacía mucho tiempo que la empleada había sido contratada. Sus servicios eran deficientes había que advertirle repetidas veces los oficios, además Ofelia era vanidosa, coqueta y bruta, medio hacía los oficios, luego se dedicaba a su arreglo personal, arrancaba flores del jardín de la casa y las colocaba en su cabeza, gastaba cremas de la patrona y labiales rojos, se miraba al espejo y creyéndose linda ensayaba gestos y sonrisas para luego exhibirse en la puerta de la residencia, la gente que pasaba la miraba aterrada. Sin embargo, no le faltaban admiradores, cuantos policías y porteros se le acercaban, la enamoraban y ella feliz sonreía. Un día sábado la señora Emma le advirtió a Ofelia que por la tarde vendrían unos amigos a visitarlos, eran el jefe del trabajo de Emma, la esposa y dos hijos, había que atenderlos con buenas onces, le explicó la forma de servir el té, que todo fuera fresco y bien presentado, el té acompañado de plato frío y algunos pequeños bizcochos, que luciera su ropa de servicio, bata azul, delantal blanco, zapatos blancos y adorno en la cabeza, que cuando todo estuviera servido invitara a los amigos a pasar a la mesa del comedor, así lo hizo Ofelia, pero ella quiso mostrar a sus patrones que era perfecto su servicio y cambió las onces por las que a ella le parecía mejores. ¿Qué hizo? Cambió el té por masato y lo puso a hervir, cambió el plato frío por trozos de banano y en vez de bizcochos mogollas negras, se vistió como lo hacía cuando salía a coquetear con los policías, blusa amarilla descotada y adornada de flores del jardín de la casa sin mangas, falda roja larga y su cabeza adornada con flores del jardín, zapatos tenis blancos. Ya todo listo invitó a las personas a que pasaran a la mesa del comedor. ¡¡¡Cuál sería la sorpresa, el enojo y la vergüenza de la familia con sus amigos!!! Le llamaron fuertemente la atención a Ofelia, ella se defendía diciendo que había sido advertida de que todo fuera fresco y elegante y que le pareció que el masato y la mogolla negra eran muy elegantes. Los amigos no aguantaban la risa, mientras los patrones sufrían, pedía disculpas y regañaban a la empleada del servicio. La solución de los patrones fue pedir a domicilio buenas onces y despedir a la empleada, que lloraba y suplicaba que la perdonaran, no obstante, los amigos intervenían, opinaban que era buena la intención de la empleada que la perdonaran, los patrones no querían perdonar, preferían salir de la empleada, los amigos insistían en el perdón, les dolía las lágrimas y el dolor de Ofelia. La visita se convirtió en oposiciones de los invitados y molestias de los dueños de casa El jefe preguntó a Emma: ¿Cuándo contrataste a tu empleada de servicio? Hace solo un mes ¿cómo hiciste el contrato? No fue escrito fue verbal, ella venía recomendada por el panadero, sin advertir que es bruta, yo jamás imaginé que llegara a este grado de estupidez, sólo confié en la referencia, le prometí pagarle un sueldo, ella aceptó, le expliqué que tenía que cocinar, lavar ropa, planchar y limpiar la casa, le mostré su dormitorio, le entregué ropa, por verla mal vestida, delantales, zapatos y uniforme, ella quedó feliz. Bueno Emma, pero ¿Le preguntaste por la familia?, ¿por su estudio?, ¿por sus trabajos anteriores? No pregunté nada de eso. Entonces seré yo quien le pregunta… Ofelia ven acá ¿Cuántos años tienes? Señor creo que tengo unos diez y nueve años, nadie me ha dicho mi edad, ¿ni tu mamá ni tu papá? No tengo papaes ni mamaes, ¿Con quién has vivido? Con una señora que me recogió cuando nací y mi mamá murió, esa señora me pegaba y los vecinos me decían que hiciera mandados y me dejaba vivir con ellos, unos eran buenos, otros me regañaban, pero me daban comida y así sigo trabajando en distintas cosas. ¿estudiaste en alguna escuela? No señor, ¿Qué te hace feliz? Cantar, bailar, arreglarme, peinarme bien pa veme bonita, tengo amigos que me invitan a pasear, me queren, me dan regalos, me dicen bonita y muchas cosas más. ¿en cuántas casas de familia has trabajado? Esta es la primera casa que trabajo, antes limpiaba vidrios de carros, ayudaba a vender tintos y golosinas, nunca me pagaron lo que aquí me pagan por eso quiero que me perdonen y seguir aquí. El jefe de Emma quedó sorprendido y preguntó ¿si te hubieras enterado sobre la vida de Ofelia la habrías perdonado? No, no, buscaría una mejor empleada. Emma me desilusionas, ¿cómo no entender las actitudes de una persona ignorante y sufrida como Ofelia? Jairo, el esposo de Emma se acercó y respondió: es problema de Ofelia ella sabrá lo que debe hacer, nosotros queremos buen servicio. Jairo, me extraña, tú y yo fuimos compañeros en la universidad. En la cátedra de filosofía te destacabas por tu calidad humana, te referías a filósofos dedicados a las personas y a los valores, como Max Scheler, Sócrates, los diálogos de Platón, recuerdo aquella exposición que hiciste sobre la importancia de los diálogos, de conversar, de preguntar lo necesario para descubrir realidades y poder dar soluciones a los percances humanos. Hoy tienes en tu propia casa un ser humano llamada Ofelia, abandonada, sin familia, sin estudio, en edad juvenil plena de ilusión y esperanza, pero encerrada en el círculo vicioso de una vida desconocida, tienes en tus manos practicar las teorías que exponías en la universidad. Yo recuerdo pensamientos de Tomas Moro de su libro en la isla ficción “UTOPÍA” su pensamiento entre una realidad ingrata y hostil, la igualdad y la justicia, el orden y la libertad, la concordia y la fraternidad. Su pensamiento extendido desde lo pleno hasta lo mínimo encontraba razones de injusticia, comprendía comportamientos humanos, si no había trabajo, si no había entendimiento, si no había ayuda, si no había comprensión esas víctimas se convertían en ladrones a quienes penalizaban con dureza mientras a los delincuentes de cuello blanco la sanción era más trabajo y nada más, esos son pensamientos dignos de reflexión y ayudar a los seres humanos. Ofelia necesita perdón ayuda, apoyo, enseñanza, comprensión, por favor, ayúdenla, pero la increíble respuesta de Jairo fue: No tenemos tiempo, ni tenemos escuelas de enseñanza, criaturas como ella hay muchas y cada quien sabrá cómo resolver sus problemas, mis teorías en la universidad eran para lograr buenas notas, pero en la realidad, cada quien debe resolver sus problemas. Es decir, Jairo, fuiste un falso alumno alejado de la calidad humano, incapaz de pensar en los demás, permitir que los malos sistemas avancen sin solución alguna. Si Emma ni usted se pueden poner en los zapatos de Ofelia, ni en los de personas necesitadas de ayuda, quedo con la decepción de tener amigos sin zapatos. El jefe invitó a Ofelia a vivir en su finca en Melgar, le consiguió una profesora que le enseñó a leer y escribir. El jefe, la esposa y los hijos encontraron nueva felicidad, dialogando con Ofelia, descubriendo sus cualidades y defectos, cada uno aportaba videos de comportamientos, de resolver problemas, de respetar y hacerse respetar, de modos de vestir, de bellas canciones, descubrieron que a ella lo que más le gusta es la vanidad, le pagaron un estudio de peluquería, arreglo de uñas, peinados, maquillaje y algo más. Los hijos se han dedicado a hacer campañas en las redes sociales invitando a la gente a que ayuden a las personas necesitadas a resolver problemas, con buenas ideas, apoyos y ayudas. Hace tres meses Ofelia tiene su propia sala de belleza y es allí donde se desempeña bien, gana bien y aprende más y más de sus clientas que siempre llegan a la sala a contar sus diferentes historias. Es así como Ofelia demostró no ser bruta, sino ignorante.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (13)
1 2 1 2
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|