EL CAFE DE LA MUERTE
Publicado en Apr 27, 2019
EL CAFÉ DE LA MUERTE
El café de la muerte es un lugar donde se va a tomar café o un refrigerio y hablar libremente de la muerte, se inició en Londres en el año 2010 lo hacen con café, en Chile con vino tinto. Lo supe hace un mes y medio, cuando la doctora Mónica me dio la oportunidad de integrarme al grupo de apoyo de la Fundación Neumológica colombiana El primer día que asistí conocí personas reunidas en circunstancias parecidas, usando oxígeno por afecciones pulmonares. Fue interesante escucharlas, puesto que desde tiempo atrás se conocen, saben los estados de salud de cada uno, sus necesidades, sus temperamentos, sus costumbres, sus sensibilidades, sus apoyos de unos a otros según sus posibilidades. Intercambian conversaciones sobre las enfermedades crónicas, los aparatos concentradores de oxígeno medicinal, cómo y dónde se adquieren, ventajas y desventajas, sus costos. Igualmente, hablan de los anhelos de estar en espera de turnos para recibir donación de pulmones. Creo que esa espera despierta ilusión, deseos de tener pronta respuesta, proyectar nuevos planes, vivir una vida tranquila con alivio propio de sus familiares y amigos. Estas reuniones son dirigidas por la psicóloga Mónica, ella es joven posee excelente calidad humana, es inteligente, de buen genio, amorosa. Escucha a todos y cada uno de los integrantes, ellos hablan libremente lo que quieran decir, no siempre se habla de enfermedades, no falta el buen sentido del humor, hasta celebran con torta y cantos los cumpleaños. El grupo se mantiene feliz por tener libertad de hablar, por ser comprendidos por ser apoyados, por ser ayudados. Reciben rehabilitación pulmonar, son ejercicios bien controlados bajo la vigilancia de expertas en el oficio. Para ellos es alegría asistir, sienten mejor su salud, distracción, agradecimiento por la forma maravillosa y consentidora como los tratan, para ellos es una ilusión asistir a las terapias. La semana pasada la Psicóloga Mónica asistió a uno de los congresos que suelen darse, este último fue en Cali. A su llegada ella nos informó sobre algunos de los temas que trataron entre otros “El café de la Muerte” A mí me pareció extraño, no sabía que existía ese tema. Después de permanecer un tiempo, comentando todos el tema, la doctora Mónica nos dejó tarea para la siguiente reunión, escribir sobre El Café de la Muerte y sobre la actividad de los cuidadores, que fue otro de los temas tratados en el congreso y comentados en la reunión. Yo he escrito así mi tarea: ACTIVIDD DE LOS CUIDADORES. Es poco lo que sé de los cuidadores, pienso que depende de los enfermos y de quienes los cuidan. A mi parecer hay dos clases de cuidadores: los que cuidamos por amor y los que cuidan por ser su trabajo, que creo deben ser enfermeras o enfermeros, porque ellos han sido capacitados, para entender las enfermedades y a los enfermos. Los cuidadores por amor somos los que vivimos con nuestros padres, con los esposos e hijos y familiares. Cada ayuda de nuestra parte va envuelta de amor, sinceridad, deseos profundos de aliviar a nuestros seres queridos, no obstante, no son suficientes nuestros buenos deseos, a ello se debe agregar conocimientos de primeros auxilios y valernos de enfermeras que saben inyectar, hacer curaciones, distinguir clases de enfermedades, o llamar a cuidadores que hayan recibido cursos de orientación sobre el tema, que sepan hacer bien sus trabajos. Creo que cada paciente es diferente, sin embargo, se pueden clasificar en pacientes positivos, pacientes negativos y pacientes casi imposibles de tratar. Los cuidadores deben ser positivos, amables, descubrir los gustos del paciente, acompañarlos, estar pendientes de que el enfermo tome sus medicamentos, preguntarle sobre sus familiares, sobre las comidas que prefieren, sobre lo que desean, sonreír y de vez en cuando una broma, como queriendo consentir. Por lo regular los enfermos positivos, son tranquilos, amables, no, complicados, obedientes y a veces chistosos. Los enfermos negativos son incrédulos, desconfiados, desobedientes, imprudentes, rechazan ciertas comidas, son impulsivos… Sus cuidadores deben ser pacientes, controlar sus actitudes, no deben negarse a cumplir con su obligación, reflexionar sobre las necesidades del paciente, ser comprensivos, seguros, convincentes, capaces de analizar al enfermo, ser recursivos ensayar distintas estrategias, para lograr que el paciente se sienta mejor. Los pacientes casi imposibles son neuróticos, agresivos, tercos, inconformes, nada les gusta, les fastidia la ayuda, los consejos, groseros y odiosos. Este tipo de enfermos ni siquiera merecen ser atendidos por cuidadores, porque ningún cuidador debe convertirse en esclavo, ser mal tratado, enfermarse por cuidar al enfermo, entonces, ojalá lo pudiera cuidar un robot programado para resolver las necesidades del enfermo, (Bueno es mi insólito pensamiento, jajaja) Jamás se debe dejar abandonado a ningún enfermo, talvez será un cuidador especializado para tratar este tipo de enfermos. Lo anterior son mis pensamientos sobre el tema de los cuidadores, no soy experta, pero si me preocupa y de alguna manera, quizá con estrategias e ideas quisiera ayudar a personas que viven solas, tristes, incomprendidas y abandonadas. No es fácil ayudar porque algunas rechazan las ayudas, otras se aíslan, son orgullosas, sienten que recibir ayuda es recibir humillación, otras personas descuidan su salud, jamás acuden al médico, porque no creen en ellos ni en los medicamentos o simplemente quieren morir pronto. Creo que falta mucho por investigar sobre este tema. CAFÉ DE LA MUERTE Para mí morir es tan natural como nacer. No me da miedo morir, deseo mi muerte cuando pierda mi lucidez, cuando me convierta en carga para la familia y la sociedad, cuando los dolores me martiricen y cuando ya no pueda disfrutar de la belleza de la vida. Se dice que morir es descansar, yo no creo, porque una vez muerta, nada se puede sentir. Refiriéndome a querer morir cuando los dolores me martiricen, es mi consciencia y voluntad, que se aplique la eutanasia, si es procedente, tengo el derecho de morir dignamente. Por fortuna la eutanasia es legal en mi país. No se trata de que sea un suicidio, al que no se puede penalizar después de la muerte, ni tampoco sería un cargo de consciencia, si se tiene la tranquilidad de no ser un pecador. Creo que si los familiares y amigos de enfermos se enteran de que la eutanasia se realizó por consciencia y voluntad deben sentir satisfacción de que haya terminado un tremendo sufrimiento de sus seres amados. Queda para los familiares y amigos el dolor de la ausencia, la tristeza de no volverlos a ver, es inevitable el duelo aún más, para quienes quedan huérfanos, viudos o solos. Igualmente, si una persona no quiere la eutanasia, nadie debe obligarla a que se la aplique, de hacerlo incurre en un delito. Me parece importante prepararnos en vida para recibir la muerte de la mejor manera posible. Respeto a quienes piensan diferente a mí, a los que creen que aplicarse la eutanasia es pecado y van al infierno y a todas las personas de diferentes religiones que tienen sus propias creencias, sean las que sean. Recuerdo que un día hablando de la muerte con una amiga, ella lloraba de pensar que cuando muriera nadie lloraría, nadie se entristecería, que asistirían a su entierro muy poquitas personas. Después de escucharla, le dije: Amiga, “querer que los familiares y amigos lloren y se sientan tristes por tu muerte, no es amarlos”, no obstante, ellos si te aman y sufrirán tu muerte, pero ellos no desean que tu llores ni sufras en ningún momento de tu vida, además, qué importa lo que ocurra después de la muerte si ya nada se vive ni se siente” FIN DE LA VIDA. Después de nacer la vida se diversifica en muchos aspectos, no se sabe cuánto tiempo se vivirá, tampoco, cuando ni de que vamos a morir, aunque quienes se suicidan saben cuándo cómo y porqué. De muchas maneras se puede morir, por enfermedad terminal, por muerte súbita, por vejez, por accidente, por homicidio o por suicidio. Bueno aquí termina mi breve reflexión sobre la muerte, quedando aún en mi silencioso pensamiento temas y temas sobre la muerte y dejar aquí un espacio para escuchar otros interesantes comentarios del grupo de Apoyo. Lucy Reyes Neira
Página 1 / 1
|
Raquel
!) Desde mi diez u once años de edad, yo siempre tuve miedo a la muerte.No dormía de noche pensando que yo podría morirme en julio, mes frío y el de mi cumpleaños..2)Nunca vi a la muerte de cerca..solo cuando fue lo de mi madre que murió mientras yo les sostenía la mano..3) Cuando la cuidaba en sanatorio durante más de dos meses, vi (y compruebo hoy para hacer hincapié en tu interesante relato), los dos puntos que tratas: el paciente y el rol del cuidador..Mi madre era una paciente muy pasiva, angelical diría yo....Pero, en la cama de otra sala contigua, la paciente era severamente molesta y mala--Debía estar la señorita enfermera acompañada por algún colega o por el hijo de la señora...
En cuanto a las reuniones entre personas que padecen algún problema de salud, o que esperan turnos para recibir algún órgano donado siento emoción de que compartan sus problemas con sabiduría, apoyándose unos a otros, con alegría, con buen humor, con esperanza, con deseos de valorar la vida todavía a pesar de sus problemas de salud..es un bendición de Dios que así sea.
¡Qué hermoso es saber de este grupo, que se ayudan y se alientan unos a otros.En cuanto al rol de los cuidadores estoy firmemente convencida de que la tarea con estos pacientes,sean crónicos o pasivos , debe hacerse con profundo amor, con MISERICORDIA hacia ellos, con paciencia, con fe, con alegría, con altruismo, con devoción, con amor..mucho amor!!!
Por último, creo en la buena muerte...El sufrimiento es abarcativo a toda la familia a pesar del gran amor , del indiscutible amor que se tiene hacia el enfermo... Dios así lo sabe..! me conmovió tu texto que es una pura verdad en todos...Besos ..Raquel
Raquel
Lucy Reyes
Quiero cambiar mi foto de perfil para que nos veas en familia, que te des cuenta de que tengo 4 hijos y tres nietas. La menor de mis nietas vive en tu país, este año recibe su grado de la universidad Palermo, en el mes de noviembre, asistirán al grado, mi hijo mayor, es decir el papá y la esposa, una hermana y otro hijo con la esposa, yo no puedo viajar, he ido en dos oportunidades, pero me da tristeza no ir al grado.
Bueno después te cuento más cosas, por ahora te mando un cariñoso abrazo.
Raquel
Por favor, a la señorita doctora Mónica dile que soy una admiradora suya a partir de tu relato. Me encantaría poder estrechar la mano de tu hijo por la digna y encantadora madre que tiene y con él, enviarte un beso desde el corazón..A tu nieta , mis felicitaciones ..¡Qué pena estar a varios kilómetros de Buenos Aires !! ¡Habría sido un sueño cumplido el poder conocer a quienes son descendientes directos del amor de mi gran amiga Lucy..Te quiero...Besos Raquel
Lucy Reyes
Lucy Reyes
Raquel
"La belleza del rostro, del cuerpo, del andar a cada paso ,es observada por todos al pasar..
La belleza del alma, la pureza del corazón , los sueños inocentes y sinceros..Los observa Dios"
Y juntos , belleza física a los del alma, corazón y sueños inocentes...Logran encontrar el tesoro que
lejos , para ellas, ya comienza a brillar.."
Lucy Reyes
Lucy Reyes
Raquel
Para mí es un honor recibir ambos comenttarios..Tanto como los del poema y los de la doctora Mónica..Con humildad, le ofrezco mi amistad..¿Querrá ella aceptarla?..Besos . Rq
Enrique Gonzlez Matas
Los cuidadores voluntario tienen un grandísimo mérito, porque lo peor de las enfermedades degenerativas y terminales no es solo lo que sufren los enfermos sino, también, los familiares que pueden llegar al agotamiento.
Enhorabuena por participar tan acertadamente con temas candentes.
Un fuerte abrazo.
Lucy Reyes
También tienes razón con el tema de los cuidadores, por cuanto el sufrimiento de los enfermos terminales se extienden tanto a los cuidadores familiares como a los cuidadores que por su trabajo cuidan hasta el final.
Un abrazo querido amigo.