UN SALUDO AL CIELO MAMÀ.
Querida mamà, en el diario de mi vida
ha quedado registrada aquella herida
que tù dejaste desde tu triste partida.
 
En el dìa de las madres, lucen contentos
recitan, cantan en todos los momentos,
pero yò, sumido y triste con mis lamentos.
 
Recuerdo siempre ese tu muy dulce mirar,
esa alegría que mostrabas al verme llegar.
Hoy ya no estás , no contemplaré tu esperar.
 
Siempre me enseñaste a ser bastante fuerte
y ahora, aunque quiero llorar por no verte,
debo contenerme para no desobedecerte.
 
Dios Santo, todo poderoso, dame fuerza
para evocar a mamá con toda su nobleza,
recordándola siempre pero sin tristeza.