Nos enseñan y entendemos que para que una comunicación se pueda desarrollar de manera eficiente debemos hablar, expresarnos frente al otro, y que eso es lo más importante.
Y por un lado es así, coincido. Solamente que quizás no estamos viendo todo el conjunto, ya que cuando hablamos, necesitamos ser escuchados, por lo tanto si bien hablar es importante, saber escuchar también lo es y ambas dos van de la mano y forman lo que sería la completa comunicación. De la única manera en que se lleva a cabo eficazmente lo mencionado, es si ambas dos personas, o las que participen, están mentalmente en el momento y lo que complementa esto es que sean sinceros. Somos seres humanos distintos y quizás en cierto tiempo podemos coincidir solo físicamente pero mentalmente no, y un ejemplo claro de esto podría ser que pensemos verdaderamente en cuantas ocasiones alguien nos hablo, porque lo necesitaba y quizás no pudimos interpretar profundamente lo que nos contaba porque nuestra mente estaba en un pensamiento propio, abrumador o no. Creo que de la única manera que se puede lograr ayudar a alguien más a través de la palabra, es estar dispuesto a escucharlo con toda nuestra atención puesta en la persona, empáticamente y claramente sin juzgar jamás. Y de la misma manera es que quizás se puede lograr construir un amor sano, verdadero y que perdure, y que obviamente sea reciproco. Sin comunicación cualquier relación se puede convertir en solo costumbre y esto trae consigo el peligro de no poder salir fácilmente y que nos afecte. Creo también profundamente, que en la infancia se debe remarcar esto, que sea fundamental el aprendizaje de la buena comunicación no solo como forma de expresión, sino también como forma de construir un amor sano, real y sincero. Quizás comprendiendo todo esto, podemos entender la real importancia de tener en cuenta aprender otras formas de lenguaje como braille o de señas y claramente no solo para poder comunicarnos de una forma más fluida con personas que han perdido o no poseen algún sentido, sino para generar la verdadera inclusión siempre.