Llegada la noche.
Publicado en Feb 13, 2020
Baja cautelosa la penumbra de la noche, temiendo, presumiblemente, que cubra con su sombra mi pena y adhiera otra espina emponzoñada al ya lacerado epitelio de mi dolor.
Un suspiro profundo busca en mi alma vestigios de valor y con él rescata, desde las remembranzas, los instantes inolvidables, intentando con ello tapar el horrendo agujero por donde se ha escapado inesperadamente mi felicidad. No es fácil evitar a los fantasmas de la crueldad que acechan indolentes en cada esquina de la realidad, pero cuento a raudales con los amparos de caricias incondicionales, con letras de consuelo, con un entorno de personas sabias y con un futuro que se sembró en terreno fértil. En la soledad de mi lecho me acurruco temblorosa, pero cierro mis ojos confiada en la alborada de mañana.
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Maria Jose L de Guevara
Perdón a todos por mis exabruptos, mas confío en vuestros cariños.
María José.