Si no hubieras sido t, hubiere tenido que inventarte.
Publicado en Aug 02, 2020
Mi alma se meció con el vaivén de tus susurros,
con las caricias de tus verbos y con el roce cautivante de tus besos. Fuiste el intertanto mágico, como cuando el sol se hunde en el horizonte… Si no hubieras sido tú, hubiere tenido que inventarte… Mi tiempo estaba atiborrado con pasos inciertos de juventud inmadura, con una volada atmósfera de anhelos aventurados, pleno con horas de placeres inmediatos; surgían con facilidad risas espontáneas, guiños a la pasada y nombres que eran olvidados… Lo efímero era suficiente… Éramos niños crecidos jugando a lo de grandes. Senda carnavalesca inundada por fuegos pirotécnicos, tránsito de cutis desnudos con sensaciones novedosas: Tentaciones necesarias para conocer la vida. ¡Oh, juventud maravillosa! Mas, naturalmente, tras los suspiros y la quemazón de los labios, provino inesperadamente una extraña calma que se apoderó de los movimientos, llenó con aleteos mi panza y, en el agitado corazón, solo un nombre se repitió a cada instante… Se le llama enamorarse… Por fortuna no fue necesario inventarte, porque aquí has estado hasta este instante...
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