NINGUNA GUERRA ES SANTA.
AUTOR :  RAYMUNDO REYNOSO CAMA.- PERUANO.
Mil pasiones navegan tormentosas en mi pobre alma.
Se agita toda mi mente sin cesar, perdiendo la calma.
Me entristece la gente que , en la guerra, pierde la vida
pensando que con su esfuerzo defiende su Patria querida.
 
Pero en medio de ese tan agitado torbellino pasional
surge muy impresionante como gotas del rocío matinal,
la oportuna idea cabalgante de como poderle frenar
a esa violencia calcinante del mundo, en su accionar.
 
Hay que desterrar, del más grande, la ambición del poder
y del más pequeño, en nombre de su mismo Dios, repeler.
La concertación es mejor, pues la paz a todos nos encanta.
Dios , diría en todo momento, que ninguna guerra es Santa.
 
Roguemos, que el rico deje de luchar por la hegemonía
y que el pobre ya deje de inmolarse con tanta insania.
Toda esta situación bélica parece una muy tonta manía
y como consecuencia de ello, el mundo está en agonía.
 
Debemos pensar contemplando la sonrisa de un niño,
que es una fuente inagotable de amor, ternura y cariño.
Observar, detenidamente en el anciano, esa mirada triste
añorando, tal vez, esa admirable gallardía que ya no existe.
 
Que suenen siempre las campanas con dulces melodías.
Que canten siempre todos los jilgueros con algarabías.
Que nazcan las lindas flores en el campo todos los días
y que el mismo fango se llene de hermosas orquídeas.
 
Si con el uso del arma se puede matar toda una nación,
siempre con un buen razonamiento se revive una ilusión.
Si con un enfermizo odio toda la vida se hiere un corazón,
entonces con un sano entendimiento se cura una pasión.
 
En el campo y en rosal de la vida no todo es sinsabor,
ese impresionante jardín con espinas, también tiene flor.
Nunca ha existido principio de vida sin un profundo dolor,
tampoco continuación de la misma, sin un hermoso amor.
 
Tantas cosas inventan para disimular la destructora violencia,
casi siempre se aprovechan de tu desconocimiento e inocencia.
Te dirán que escrita siempre ha estado, en la Biblia Sacrosanta.
Pues, nunca te dejes engañar, porque ninguna guerra es Santa.