Cuatro poemas marroques
Publicado en Oct 24, 2009
El que desea pero no actúa, engendra peste. William Blake I La mitad de mi cuerpo estuvo en Marrakech matando palomas mientras los demás miraban. Les tiraba piedras del color del pan desde mi hueco y de pobres morían, hambrientas. Yo valgo menos que una paloma; hace dos días que no como, pero no podré consumir migajas porque sé que ocultan la muerte. II Su disfraz blanco celebrado entre piedras, pude tocarlo, buscar su historia en él, inventándolo, pero al tercer día el sol en silencio fue una forma del amor. III Con él viajé hasta cerca de las dunas. Llegamos a un hammam (baño turco) donde la lluvia y el calor nos hizo amigables. Después, sostuvimos nuestros cuerpos desnudos uno junto al otro, como antorchas que pelearan entre sí. El deseo llevó su mano a mi boca... IV No sólo lo que amamos es lo que perdemos; el pájaro cóncavo de nuestros sueños vuela y dibuja una estampa desconocida en el cielo. Guillermo Capece
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Hoz Leudnadez
inocencio rex