Jajaja.......Cómo se nota a kilómetros que son marido y mujer que se aman profundamente!!...Dicen por ahí que cuando te casas te ganas un enemigo fiel....Como que la cosa tiene visos de realidad. Un gran abrazo y sigamos con la poesía y otras cositas.

Pues si eres tan impresionable, ¿qué haces casi metido en el ring? Y si no quieres que te regañe delante de todos, váyase a su casa en vez de andar en el chisme.
Perdónalo, Richard, se tomó unos tequilas. Besos

Sí, querida (pero no me grites delante de la gente, que estoy sensible con toda esta horrible, horrible situación... Buaaaaaa!!!!)

Te va a dar el soponcioo y bien que andas de mitotero sin decirme nada. Orale, regrese usted a sus deberes conyugales en vez de andar de chismoso. Vámonos a la casa, ¡pero ya!
Besos, Richard.

¡No peleen, no peleen, que me da el soponcio!

Caray, mi querido amigo, no se puede una ausentar un poco, que ya encuentra uno la arena repleta y los gladiadores con la boca rota. Me perdí lo mejor, creo, pero yo disfruto mucho leyéndote con tus poemas. No me prives, digo, un poco de mandarriazos y sangre en la arena está bien, pero regresa a lo tuyo que ya me confundí con todo esto, y Cariol, María Esther y Filiberto se quedaron con los mejores lugares para ver la pelea. Roberto anda de aguador y ni me avisó el muy maldito, hubiera venido corriendo a tocar la campana entre cada round. Así no juego, mejor volvamos a lo de los textos poéticos.