Destino de Federico
Publicado en Mar 30, 2010
Verde Federico: yo hubiera querido estar en el momento de los gritos, o de los silencios heroicos; en el momento de las espadas, cuando caíste en tu agua bajo lluvia, mientras los cerdos, enamorados de las banderas subterráneas, tomaban el sol de mediodía. (La soledad de las últimas habitaciones mortifican la memoria. Hay ventanas abiertas, y quedarán así en el invierno. Es raro, pero caen ahora hojas marchitas y me gustaría jugar con ellas.) Verde Federico: desparramo tus gitanos en la mesa, donde con Miguel y Manolo tomamos la sopa de la noche. Tu vestido queda ajado por los toros de la vida, y ni siquiera Nueva York te salva, Federico, porque estás próximo a morir, a caer bajo las balas levantadas a velocidad de la muerte, quizá por el mismo gitano moreno que en tu verso montaba a caballo y era el jinete más audaz de toda Andalucía. Duermes con una palabra entre los labios, con un ramo de hielo en cada mano, bajo las calles empedradas de "pájaros" nocturnos. Al fondo de la tumba llevas, una porción de magia, de manzanas de fiebre, de sábanas de lino. El viento te saluda, las tierras de Granada borran tu contorno, tu sonrisa mira los espejos de la vida. Y se refleja. Guillermo Capece
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Eduardo Fabio Asis
Eduardo Fabio Asis
rossy b