Madrugada cruel
Publicado en Jun 30, 2010
Madrugada rumorosa te marchas vestidas de color de brumas de mar, desde mi balcón te veo pasar la humedad de mis ojos te reciben y te despides como un fiel amante, sutil...vehemente...clamorosa, caminas con pasos firmes mientras mi alma llora de pena... de amor por tu partida hasta otro anochecer. Este adiós ensombrece mi cuerpo, tu despedida es como si quisieras huir de mis anhelos...de mis sueños, te marchas sin volver tu rostro ignorando mi pesadumbre y mi frio que se incrusta en el centro de mis oídos que retumban en mi ser. Tus manos heladas quedaron tatuadas en mi rostro, tu melodía voló más allá de un infinito estremecedor desprovisto de caricias sin amor y sin ternura. Aun retumban en mis ayeres tus palabras cargadas de sentimientos y promesas, se extinguieron en el olvido mis emociones que ahora cada vez caen en el mar de la desesperación de sueños incumplidos. Siento sus pasos...que giran en la humedecida calzada confundiéndose con el desborde de mis ojos cansados...marchitos...adoloridos; un adiós flota aún en el aire pesado de esta madrugada como espadas alojadas en mi herida piel que hace destrozo sin poderlo evitar. Fue en una madrugada como esta que tu amor se perdió por el sendero de la incomprensión de un amanecer violento de choques de un cielo estrellado de una noche sin luces y sin luna simplemente de un adiós que me dejo muriendo lentamente en un rincón de este amor.
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Ligia
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