SÚPLICA DESESPERADA DE UN AMANTE DEBILITADO AL ARCÁNGEL BICEFAEL
Publicado en Jun 05, 2009
SÚPLICA DESESPERADA
DE UN AMANTE DEBILITADO AL ARCÁNGEL BICEFAEL Consuelo de Dios que provocas los pecados del mundo, no le niegues a mi amada (por delante y por detrás) el éxtasis continuo de tu divina gracia. Ayúdame a consolarla en noches necesitadas, llenas de luna y de estrellas, o cuando la oscuridad lame como un perro los bordes de su cama. Oh, seguro Arcángel mío: No me dejes solo con mi amada -perra en celo que no sacia fácilmente sus furores uterinos-, porque estoy exangüe de amarla, ya no respondo a sus besos ni a sus caricias como antes; mi cerebro está muy débil y no resiste sus ansias. Oh, Bicefael: Anda conmigo siempre y apunta tu erección perpetua contra sus piernas de fuego, donde queman como un horno su sonrisa vertical y su culito anhelante de putilla en cierne, mientras consigo reanimarme para atacar de nuevo, tú que no decaes ni te fatigas porque tu cuerpo de látex es más duro y más fiero que mi pobre puñal de carne y piel. Ayúdame y no te arrepentirás, tú que sabes tanto de las buenas obras, que conoces bien las decisiones de Dios, no sea que piense locamente que talvez ya no la amo, que me tienen sin cuidado sus deseos eróticos, o lo que sería más aterrador: Que al final de mi vida decidí volverme santo.
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alberto carranza
Anna Feuerberg
Un afectuoso abrazo,
Anita
Angeles
aHH y tambien quiero agradecer tus comentarios, son muy buenos y
creo que insitan a escribir, SINCERAMENTE MUCHAS GRACIAS!!... Angeles.