CARTA A HOZ LEUDNADEZ (A mi buen amigo Hoz)
Publicado en Nov 21, 2010
¿Qué importa que tú vengas del cielo o del infierno, ¡oh Belleza!, ¡monstruo enorme, espantoso, ingenuo!, si tus ojos, tu sonrisa, tus pies, me abren la puerta de un Infinito al que amo y nunca he conocido? No es una carta triste porque extrañar no duele. Es que a veces es difícil separar la nostalgia del duelo. Sucede que me preocupa no saber cómo y dónde estàs En que dimensión del tiempo te encuentras cuando escribes Bendita tinta que corre apresurada en tus manos con alas. Maldita distancia que habita el espacio del silencio. Tan lejos aullándole a la luna y vomitando sangre Sobre las rosas rojas ausentes de tu tumba. Alma transparente de diamante en bruto, de soledad. Y yo aquì tratando de cobijar el frìo de tu cuerpo. Hace mucho tiempo que desando mi historia y mi ego Ensayando mis letras apagadas y estériles, hace mucho Y tàn poco que me diste aquèl duende, el Señor el maestro Y entonces entendí que escribir no es un cuento y que duele. Ay, amigo... còmo seguir después de èsto còmo no amar Aquèl desborde de elevado canto si me hicieron volar Por pasajes inciertos pero plenos de gloria yo pequeña Una gota de tinta apenas un comienzo y el cuadrado perfecto De la rima afinada pero frìa desprovista de angores De abismos y de cimas que se elevan y plagian Los profundos sonidos del averno y del cielo, sublimes Ecos de quièn sabe què antiguos ancestros... Y la aurora El destello Todo lo fuì absorbiendo como ameba sedienta Todo aquì lo tengo, contenido y disuelto en las venas Poesìa que sangra o cauteriza heridas, no lo sè y no quiero Saberlo porque asi me legaste este amor a las letras Què mas puedo decirte mi buen hoz ... solo gracias amigo. Te dejo lo que tengo casi nada estos versos. Te quiero. Maritè.
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misiva
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María Ester Rinaldi