No sabes;
tú no sabes lo que es tenerte al lado
no sabes la decoración musical que significa
tú no sabes lo que es ensordecer a mis huesos
por el respiro agónico del segundo que se extingue
varado en el último parpadeo de tu atardecer
con la intrépida luz
que fotografía el poro abierto
y el musculo torácico que revela la necesidad.
 
Tú no entiendes;
no entiendes lo que es padecerte
no sabes del naufragio de mis horas
ni del sonido a distancia
de las velas sin capote ni remos hundiéndose en la garganta
las leguas del galope promiscuo
del labio barnizado de locura
tú no sabes del recorrido que da mi aura
en el solsticio del pestañeo lento
y el olor fuerte
púrpura
del enfermizo enfoque al perfil exacto
que es pincelado por tu cabello
sin moderación
y con delirio.
 
Tú ni te enteras
que yo escucho caer las hojas
tú ni te enteras
que le lloro barro a la tierra
hasta formar un cántaro rojo
tú ni te imaginas
la resonante ballesta de tus repliegues
que titilan con la burla
mostrando el boceto del arte que será sentirte encima
con mi pecho como caparazón
y mi anhelo vuelto coraza.
Tú ignoras;
ignoras el relampagueo que es tenerte
y la tormenta que es no tenerte
ni cuenta te das de la fiesta de tus murmullos
ni del funeral de mis soledades
no te percatas del destello que ejecuta una risa
y con qué júbilo desgarra las carnes el viento
a cada paso
a cada mirada
a cada ensordecedor silencio.
 
Tú no entiendes
estás desentendida del hilarante suspiro
del palpitar que resuella
y del reptar que emociona
qué has de saber tú de beber una copa con mesura
si te abalanzas a mi cuerpo con desenfreno
y lujuria para rápido desvestirle
y dejar desnuda el alma exhibiéndola presa
en el laberinto de las manos
de los dedos vueltos plumas
de las alas hechas al vuelo
y del beso nacido en el veneno
en el noctámbulo rezo de las fantasías que aúllan
por el desvelo carnal de los fluidos rezagados en la nave
y sobre el arpa de gemidos enrocados
en las transitadas notas del techo que fue piso
¿qué has de saber?
 
Tú,
tú no sabes nada
y yo no quiero decírtelo
porque si te lo contara
no sería divertido lanzar una moneda al aire
esperando la cura sobre el azar de la infinita nada
y yo solo quiero que sepas
que para mi el todo
es tenerte este día en mis paisajes
contigo,
no me duele el saber
que para mí no exista el mañana
vale el cambiar mi efímera vida
por el eterno instante
que significa... morir de ti.