EL DÍA DESPUES DEL FIN.-
Publicado en Mar 22, 2011
Despierto y todo parece estar en su lugar;
nada luce estar alterado pero es solo que encierro el pánico fingiendo amargura por mis cielos que siguen siendo grises pero ya no tristes pues la melancolía es sustituida por el dióxido vuelto nube que impide respirar el rocío y transforma a la frescura en una asfixia donde el co2 inunda con la tos más rígida que culmina en un suspiro corrosivo. Desprendo la persiana; y la ventana me muestra que aún después del fin sigue habiendo ríos al final de todo juegan flotando los restos de los niños del vecindario sobre las corrientes lentas de estos arroyos de yodo que funden los huesos, y se comen hasta el alma que no arreará hacia un descanso, solo se torneará en vapores sulfúricos que anidarán en el pecho de quien respire y se infecte siendo las yagas su lápida, siendo su tumba la carne envenenada. De forma despectiva las aves desafían al viento; algunas son partidas en trozos por un soplido que aún sin ser tan fuerte despedazan las alas con sus pesados aires llenos de hierro forjado con olor a muerte de las capitales sinfónicas, porque aún existe la música después del fin son las fanfarreas bélicas que cantan a capela las industrias con su metalurgia, su balística, con sus hombres que adornan la pasarela en sus trajes de aluminio para protegerse de este ecosistema podrido donde ya no se puede vivir, sino es como autómata o experimento para el belicismo que no paga con monedas porque desde ahora, los víveres son fármacos que calman los tumultos de los tumores las viandas son estimulantes sintéticos que incitan saqueos en las urbes porque la religión ahora es comandada por médicos de la armada y el calmante la confesión, y el rezo es por la ambrosía de la celestial morfina que deje el alma sedada, en el nombre de Dios que el rosario es ahora la química y la misa la imparten científicos con su drogas prototipo para sus borregos que no son más un rebaño, ahora les dicen conejillos de indias. Drásticamente surgen más bosques y el panorama se llena de color brillan dulces montes verdes será la bucólica radiación. Detengo mi vista en el jardín donde no hay más natura el jarrón con el agua llena de mercurio sobre mi mesa marchita los tallos de mi flor a escala que muere de hipotermia por el arsénico y su tortura porque ahora las flores son espasmos gigantes nucleares, con 265 pétalos de uranio que desaparecen masas, muchedumbres, continentes, razas, gustos, y sin importar clases sociales, son hongos o árboles que irradian hasta la atmosfera echando raíces que sacuden y crean trombas en la puerta de Richter que nos lanza 10 grados, úlceras que el planeta sangra tan alto vomitando a sus mares contra metrópolis contra ciudades, defeca sus entrañas haciendo erupciones sin volcanes, porque ahora sus poros son plantas de energía soltando lava, bostezando sus ronquidos tóxicos hasta penetrar el ozono y fecundarle el semen de la rabia que nos orinan esas nubes como lluvia ácida. De qué me sirvió despertar en este lugar ahora que sale el sol no hay más luz el último eclipse que contemplo a mi pesar es la carne quemada de la vecina que perece con el cáncer de los desplantes gama que duelen más que un mártir en una cruz el último destello y la aurora boreal que percibo es el ultravioleta lienzo que desintegró a mi ciudad a mis padres a mis hermanos a mi perro a mi hogar. Las últimas estrellas que veré serán las fumarolas de los átomos que esparcirán los ases de las alturas cartas de azar sin suerte con la mano del muerto los abortos de la puta enola gay... Yo estuve despierto toda la noche de aquel día en que todo terminó pese a que mi madre con lágrimas rogaba porque durmiera temprano y que tuviera fe de un nuevo mañana... pero desperté en este, el día después de que todo terminó ignorando que hubiese sido mejor dormir por siempre esperando tener sueños húmedos con la mujer que me amó como en una polución... pero a este grado, ¿quien me aseguraba que sería una polución que terminara dejándome masturbado, y no una polución que significara un exterminio aletargado? Ahora soy el único fantasma de estas ruinas fantasmas con sus silencios humeantes pero nunca podré contarle a ningún escéptico de espíritus pues de esta insalubre tierra ahora soy yo el único habitante.
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Hoz Leudnadez
què serìa de este panteòn sin tus flores del mal
María Ester Rinaldi
un abrazo, querido amigo.
(Te extraño, mi consentido)
Besos.
Marité.
Juana de Arco :)
Muy muy bueno
Abrazo
Rita
Johel Delacroix
Realemnte me introduzco en ese deprimente mundo que describes, el día después del fin.
Puta verga que no sé que más decir.
Se va a mis favoritos.
Hoz Leudnadez
gracias amigo... gracias a vos... hoy mis soles no caeran como un muerto sin esperanza!!!
Guillermo Capece
excepcionalmente bueno; uno se va introduciendo de a poco en el dramatismo de la catastrofe universal, y hasta siente la posibilidad de ser uno el unico habitante.
Felicitaciones, charro; sos un artista.
Guillermo