Mirar a los ojos
Publicado en Apr 10, 2011
Mirar a los ojos
Su tarea es despedir gente. La crisis norteamericana verdaderamente había sido una oportunidad para Charles Preston. Nunca había cesanteado a tantos, ni ganado dinero en cantidades tan importantes. Entre uno y tres meses le llevaba confeccionar la nomina de empleados prescindibles. Estudió administración de empresas y el azar lo llevó a especializarse en esa tarea. La primera vez fueron diez nombres en una compañía de muebles de Colorado, luego treinta en una empresa de Arkansas. Hoy sus listas tienen miles de nombres. La tarea es relativamente simple, la única precaución: no involucrarse con los potenciales integrantes de sus temidos índices. Aquella tarde asistió a la empresa a realizar el habitual relevamiento previo al informe final. Hacía mucho calor, más de lo habitual, sintió un leve mareo antes de desmayarse en el hall de entrada del edificio. Cuando recupera la conciencia observa un preocupado y bello rostro femenino con un vaso de agua en una mano, mientras la otra acariciaba su frente. Nunca olvidaría el calor de aquellas palmas ni la profundidad de su dulce mirada. No quiso preguntar el nombre de su ángel. El trabajo era el trabajo.
Página 1 / 1
|
luis jos
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Buen trabajo Daniel
Fairy
Buen relato, te felicito.
Abrazo
Sachy
Daniel Florentino Lpez
Descubriste la esencia
de este relato
Saludos, amiga
Daniel
Alma Andrea
esa mirada que mueve algo, que se escapa y sobrevive ante
lo que se cree, está controlado o programado. Otro más, para
mi antología. Saludos, profesor.