En mi follaje surtido,vivían, danzaban, huéspedes y visitantes todos cantaban a dúo con el orgulloso viento esa bella melodía que a la aurora despertaba, haciendo que el amanecer brillase, luciera hermoso como se viste la novia cuando recibe a su esposo. Difícil es comprender que nada es como ayer, que el reloj con su tic tac me envuelve sin parar. El tiempo cobró días, años, siglos consumió, secó la savia que nutría mi tronco fuerte erguido. Un día la lluvia constante debilitó mi corteza el peso no resistí. De inmediato solté las imaginarias alas sin saber que en ese instante pasaba un hombre al cual sin querer, su vida interrumpí. Ambos el mismo día, terminaríamos nuestra misión terrenal será porque siempre irán unidos HOMBRE, MADERA, MORTAJA ?
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