Lesbiana
Publicado en Jul 17, 2009
Lesbiana: No eres lascivo acertijo.
No escribo para juzgarte, como otros lo hacen pues no empuño la verdad planetaria para desdevanarte como a una ironía. Lo hago para liberarte un poco para darte tu lugar social, tu pequeña victoria que puede o no ir creciendo. Tienes los páramos y las colinas de las mujeres a las que yo amo. Se navega en tu cuerpo con las mismas canóas en que voy por los ríos de mi compañera. No soy de aquellos que lanzan puñetazos ocres y luego se les devuelve en rayos y llovíznas. No eres un enigma: Simplemente una amiga. Con la que puedo conversar y dibujar en las peñas solitarias. No estoy aquí para devorarte o darte de latigazos o hacerte sucumbir a punta de insolencias. Fundamentalmente eres una mujer: Aquello que yo amo y desafrento. Cierras los párpados y tus sueños son pasajeros como los de todas. No eres más que una muchacha viajando por la vida. Soy cristiano pleno y el signo clavado de la cruz está en mi alma. Pero eso no me da derecho a juzgarte, ni a sojuzgarte. No soy de los que arrojan esquirlas sobre el luto que llevas. Si te arrodilla una pasión es porque eres humana y por ser humana es que te reconozco como familia mía. No pienso mal de ti, no te satanizo ni humillo: No eres el vértigo de las maldades, el eje de lo impío. No eres tampoco traición y mentira: Simplemente existes y los tumultuosos te arrastran en la refriega de sus lenguas! Es de las dilatadas lenguas censoras de las que hay que huir. Del lastre líquido que va por sus colmillos que corroe cielo y entendimiento que incendia creación e infierno. Te recibo sin antagonismo esperándo que me recibas igualmente. Sería incapaz de mancillarte ni de llenarte del hollín de los bajos caudillos. Entre un redoble de chispas te extenderé la mano y si tienes frío te daré mi casaca y frotaré tus pies. Soy heterosexual declarado y cristiano leal, y eso qué? Dios es el que juzga y todo amanecer lo llena de esperanza y se derrama en misericordia... Frente al crepúsculo, en una plaza, pondría mis manos en tus manos gemelas y oiríamos los gemídos y elegías del viento en los barrancos, al poniente. Pequeño trebol al que pretenden arrancar: hay muchos que te asedian. Pero yo estoy aquí para darte el mismo presente que le daría a mi amada y convidarte a que cantemos juntos ante una humareda donde las mariposas harán escaramuzas en tu pelo. Ven. Ven conmigo, acompáñame, escribe mi epitafio en crudo, sobre mil piedras blandas que no sean ninguna. Adhierete a mí sinceramente: Yo sabré consolarte del relincho del sabelotodo y la horrorosa voz del censor. Vivamos, mientras la noche se alarga y las voces se acortan !
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Richard Albacete
Richard Albacete
Elvira Domnguez Saavedra
La literatura que se escribe al respecto refleja ese dolor que aún nos conmueve por que es un tabú y nos cuestiona en muchas de nuestras creencias.
Una felicitación para ti y todos los que abordan la temática.
Eduardo Fabio Asis
Abel Suarez
Tu poema tiene esa contradicción al mío, es interesante y lo veo como una opinión mas, pero valida. No se si fue casualidad o como lo quieran llamar, o si le diste una ojeada a mi poema, solo transmití de una forma sencilla sin “parapetos” lo que pienso, y me alegra que te fueras osado a escribir sobre el mismo tema que tiene a diferentes pensamientos en una pelea por ganar la suela del zapato. Felicitaciones por tu poema.
Abel Suarez.
Anna Feuerberg
Mil gracias por este hermosísimo poema dedicado a reivindicar la dignidad de las lesbianas, como todos nosotros heterosexuales, Hijas de Dios, de la extraordinaria creación del universo.
Mil gracias por tu amor y sensibilidad humana.
Un abrazo fraternal,
Anita