Te he seguido en tu vuelo grácil de mariposa
viendo a través del calidoscopio de tu mirada,
como un esclavo te veneré como a una diosa,
imaginando  tesoros sin encontrarme nada.
Torcí tantas veces el rumbo y el camino
ya no me quedan lágrimas para un duelo,
sólo ofrendarte las flores de un espino
por arrastrarme tras tu delusivo vuelo.
Eres Ilusión, la aljaba vacía de Cupido
con la que el amor engaña a enamorados,
aléjate ya de mí, es lo que te pido
¡Pues no quiero más sus besos imaginados!
Vete ilusión vana compañera de mi viaje
sólo has traído penas, soledad y desamores,
he aprendido, aunque tarde, de mis errores.
No te quiero más de  lastre en mi equipaje.
Ilusión… ¡ya no serás jamás mi compañera!
ahora sólo será de realidades mi ropaje.