COSA DE MAGIA
 
El internet me sorprende y me deslumbra.
Mágico es contemplar en el computador
el rostro de nuestros seres más queridos
sin importar en qué lugar se hallan,
algo ignorado por sociedades antiguas
desbordantes de imaginación y fantasía.
 
Cosa de magia, digo,
poder mirar tus ojos a través de la pantalla,
observar las guerras, los robos y los crímenes
cometidos por los heraldos de la muerte,
en virtud de su dinero, sus armas y sus técnicas.
 
Ver los imperios cuando arrasan sus colonias
y conocer por quién me dejas y me olvidas
engrillado en los cepos de la desesperanza.
Cosa de magia es, aquello que descubro
con un suave clic silencioso y obediente
al deseo de mi torpe cerebro desquiciado.
 
Presenciar la miseria y la opulencia juntas
en diferentes rincones del planeta,
y cómo nos destruimos paulatinamente
hundidos en la inconsciencia y la locura
que hielan o queman la sangre en las arterias.
 
Cosa de magia es, sentirnos impotentes
frente a los designios de los depredadores,
y que hayamos perdido la privacidad
hasta en momentos de amor y de reposo.
 
Entramos en una nueva civilización
donde el menor acontecer es descubierto
por el ojo electrónico de los opresores,
con métodos tan claros como la holografía.
 
Cosa de magia es, una globalización despiadada
que afinca sus garras de miseria dominante,
sin mecanismos exactos para destruirla,
donde el Apocalipsis de aquel orate de Patmos
es un texto de niños que juegan a la literatura.
 
Cosa de magia es, que nuestras vidas
padezcan humilladas la bota cibernética
calzada por voraces enemigos sanguinarios,
mientras el intelecto investiga, sin hallar,
soluciones razonables para su salvación.
 
Todo marcha tan endiabladamente rápido
que no hemos comprendido aún los hechos
cuando nuevos descubrimientos amenazan
desmesurados y sobrecogedores,
más deslumbrantes que los precedentes.
 
La ciencia y el oscurantismo se desplazan
con igual velocidad hacia lo desconocido,
luchando encarnizados en pos de las respuestas
que buscan afanosos los cerebros afiebrados.
 
Cosa de magia es, el internet que nos impulsa
a escalar el universo desde nuestras habitaciones,
aprisionadas por la soledad y el silencio
cuando no por estruendosos altavoces
que nos llevan a la angustia y la desesperación,
condenándonos per se a contemplar impávidos
la extraña y permanente transformación humana.