Mi amor sabe de esperas
Publicado en Aug 05, 2013
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Apenas te vi reconocí una  tristeza sin fin en tu mirada. Un motivo que llaga a tu alma. Un secreto oscuro que empaña, un recuerdo que martilla tu memoria y decolora la luz que en ocasiones irradias.
Sonríes a veces y es allí cuando mi deseo crece. Eres bella, eres débil  y me lastima la pelea que liberas con ese enemigo, solo tuyo, que se presenta sin aviso, te desfigura  y te lleva allí, siempre al mismo campo de batalla.
Lloras ante una promesa, te entregas a mi abrazo y luego endureces la distancia. Esquivas mi mirada enamorada, huyes de mis besos ansiosos, te lastimo cuando digo que te amo y si pregunto no hay respuestas, sólo ojos hermosos llenos de llanto.
Te dejo ir, tal vez soy yo, tal vez mi loco amor te encierra, te asusta; más cuando unos pasos nos distancian tu brazo se estira y me alcanza. Me aprietas, suspiras relajada cuando de nuevo te sujeto para que no caigas; me besas entre lágrimas y me pides, sin hacerlo; que me quede, que te quiera, que nunca me vaya.
Confía en mí, amor. Confía en la fuerza que juntos lograremos contra el maligno fantasma de tu pasado. Arrójate en la seguridad que te ofrezco, en el calor sincero de mi cuerpo, descansa sobre él; soy almohada de plumas y frazada de miel para tus fríos lamentos. Déjate ayudar, quiero escuchar tu secreto; nada será tan grave que me saque de aquí, tú eres mi centro.
Ven, toma mi mano; te ayudaré a recorrer cualquier desierto. Te dejaré beber de mis besos, te arroparé aquí en mi pecho. Nadie te tocará, seré el guardia celoso del paraíso nuevo que te invento.
Descansa y sí!, sonríe, eres tan hermosa al hacerlo. Ya no preguntaré, ya no lo haré. Tómate tu tiempo. Mi amor curará tus heridas, ya verás… es sanador, él liberará tu alma, sin apuro; él es inmenso y si esperar es su destino, ¡aquí me tienes!  estaré siempre dispuesto.
Entre sueños te he escuchado, murmullos has liberado y nombres  has pronunciado. El puño he cerrado para impedir que la ira te alarme y sepas que sin querer lo has confesado. Comprendo lo que mi deseo te provoca, el miedo a mi arrebato cuando muero quemado entre tus brazos, lo que te  recuerda mi cuerpo creciendo o la respiración entrecortada entre tu cabello.
Relaja tu rostro amor, tus facciones mientras duermes  pierden la profundidad que el dolor te resalta. Te gusta que acaricie el cabello mientras tu piel se confunde con la mía; respiras suave, tengo que esforzarme para escuchar que lo estás haciendo. Enredas tus piernas largas en las mías e ingenua, me llevas al cielo y al infierno montado en los demonios del deseo. No temas, los domesticaré y sólo regresarán cuando tú los quieras.
Te espero amor,  midiendo las ansias de tenerte entera, tiempo completo. Rogando que el infierno que te consume  apague las llamas, te de una tregua para empezar de nuevo. Imaginando que en un mañana, mi dulzura te pueda robar sonrisas desde el alma;  y que  los fantasmas  cobardes desaparezcan muy pronto, llevándose todo su sucio equipaje y los malos recuerdos.
Descansa amor, mientras te acaricio en silencio, espero.
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Foto del autor Silvana Pressacco
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Descripción

A veces oscuras experiencias impiden ser libre para amar con libertad. Slo un amor verdadero sabr de tiempos y de curas

Palabras Clave: miedos secretos pasado amor esperar deseo

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: Silvana Pressacco

Derechos de Autor: reservados


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