La mujer que vuela no tiene alma
esta se sale de sí.
La mujer que vuela fluye y lo que pasa en su alma es que se vuelve liquida
y se sirve con whiskey y hielos exactos mientras el Señor Sabines lo mide por olas.
La mujer alada siempre será más flexible por orden del trance
será entrada al infierno y bodega de sueños y deseos en el cielo.
Esta pluma de fénix es el vicio que se llora en las cantinas
pero sólo al extremo de la congestión
nunca de pie, jamás en tambaleo...
En su cuerpo el alma se vuelve tatuaje, lama, pus, costra... o un mándala levemente rasurado.
La mujer que vuela y se pregunta qué pasa en su alma
es una reliquia, que en el blasfemar de la poesía y en el argot de la casería conjugarla o enjaularla equivale a ser más grande que cualquier Dios... o ser el único que pueda mearse sin levantar la tapa del toilette sin pena y con la única preocupación del ser o no ser.
La fémina liviana es el eslabón perdido entre el amor callejero y el edénico
entre pagar o inventarte un trabajo diferente en cada fiesta para resultar vencedor.
La venusina nube es todo lo contrario a lo bueno
y lo viceversa de lo horrible.
Es la nada que hace girar el todo. Y el todo que no sabe a nada.
Es la explosión de mil destellos y hace que la belleza suene a eufemismo...
que el amor a enfermedad venérea... y que la vida... a juego de mesa.
Es por eso que te advierto el peligro de saber...
que te prevengo de tu don... y que en prudencia pronuncio tu identidad.
Porque los caza recompensas podrán destartalarte sin compasión
pero nunca siquiera te amarán con furia, o aguantarán hasta que aterrices en picado en el mar caliente de tus tierras.
Escribo en defensa tuya...  afuera de la cantina llorando y al extremo de la corrosión
advirtiéndote el peligro de saber... previniendo a ese tu don
y no por la cordialidad del amparo como caballero me creerás... sino porque no tengo competencia y con cinismo te digo que el mundo tu poder ignora... porque sabes...  sólo yo te veo.
¿Que, qué le pasa en el alma a una mujer que vuela?
Yo no lo sé, pero sí te diré lo que sucede en las que no...
¡Las odio!... son inorgánicas con piel fluorescente
con piernas largas entaconadas en vanidad de primavera verano...
Son ellas, las que no te dan la hora de noche con su orgullo de otoño invierno.
Esas con olor a champagne y líquidos gástricos como pensares
las mujeres que no vuelan... son de esas con la charla ausente donde todo significa nada...
Son las que tienen el dogma y filosofía del: TV OR NOT TO BE...
Las que detienen el vaivén pensando en orinar y destilan la ausencia del orgasmo estelar
son exactamente perfectas  además de no menos que carne para cualquier matadero de reses en un desaire del que tiene ojos de pájaro, del que tiene voz cósmica...
Y es así  porque algunas lo pueden... pero todas le ignoran, y mierda que si se da el caso no creo que nadie lo haga, ¡que nadie lo haga tan alto como tú!, sin necesidad de los ridículos bordes  pronunciados tan estorbosos. 
Porque algunas le pueden... pero todas las de mí alrededor le ignoran... menos tú.
Y es precisamente  por eso, es por eso que te quiero a ti, ¡y tan sólo a ti!
ya que yo no tengo tiempo para paisajes tan triviales pues estoy ciego, y sólo tengo ojos para el cielo que de ésta puta tierra yo sólo deseo una tumba con flores y no un bulto como amante.