Inocencia ultrajada
Publicado en Jul 25, 2009
Cada noche los pasos en la madrugada,
lo aterrorizaban y quieto como una estatua, sobre sí mismo se acurrucaba en aquella cama, que era testigo de su niñez violada. Quien pudiera entender que sus lamentos no eran escuchados ni si quiera por su madre, pensaba que ella era cómplice de tal agravio infame que le robaba cada noche su candor de manera espeluznante. Solamente lo acompañaban sus sentidas lágrimas con los sollozos que sin sonido quedaban atrapados. Era su infancia un martirio eterno e interminable, deseando ser grande para vengarse de su ultraje. Inocencia que le había sido arrebatada, dolor punzante ante un enfermo alcoholizado. Una tortura eterna era su vida taciturna pensando que ese infame era de su propia sangre. Mente insana que agraviaste a ese chiquillo, que hoy adulto no puede aguantar con esa carga. Marcado a fuego su recuerdo desenlaza su destino porque no puede enfrentar a su enemigo intimo ese que sin piedad le arrebató la dicha, de ser niño. Jyosti 01/05/2009
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Eduardo Fabio Asis