Habiendo terminado segundo medio, con mis padres nos trasladamos a vivir a concepción, pase el verano tranquilo vivíamos frente a la playa, mi habitación tenía una vista impresionante.
En marzo ingrese al liceo George Lincoln a terminar mi enseñanza media, allí tuve varios amigos pero mi mejor amiga fue Catalina. Con sus 17 años era hermosa con sus cabellos negros y sus ojos verdes, su rostro perfecto y su tez blanca.
Todo fue excelente ese año tuve promedio final  6,5 y con catalina éramos los mejores amigos, teníamos confianza absoluta. Pero los problemas comenzaron cuando iniciamos el último año de enseñanza media, el creador de todos los problemas fue Felipe.
Felipe tenía fama de ser un drogadicto y por esa razón lo habían expulsado de vario liceos pero el liceo George Lincoln decidió darle una oportunidad, llego a nuestro curso, al cuarto B. Felipe no llevaba un mes cuando a la salida de clases Catalina me dijo:
-Matías tengo que contarte algo
-dime –señale
-¡me he enamorado de Felipe ¡ sé que tiene mala fama y todo pero yo lo amo, bien aquí está mi casa mañana nos vemos-señalo Catalina mientras abría el portón de su casa.
Luego que catalina desapareció por la puerta de su casa yo me encamine hacia la mía sabiendo 2 cosas, una que ella estaba enamorada de Felipe y la segunda de que yo me había  enamorado de Catalina.
Subí a mi cuarto apresuradamente y cerré la puerta con seguro y me preguntaba a mí mismo  frente al espejo:
-¿Qué tiene el que no tenga yo?, él tiene el pelo rojo pero teñido yo lo tengo negro, yo tengo los ojos celestes y él tiene los ojos de un café oscuro, yo soy inteligente y él no, él arruina su vida fumando drogas mientras que yo la disfruto siendo feliz.
A pesar de que era temprano me acosté, dormí y soñé algo que me pareció sumamente real, me veía junto a Catalina pero ya no como amigos sino como novios, me sentía súper feliz en mi sueño.
Las semanas pasaron rápidas y llegamos a junio. Catalina se había alejado de mi ahora era amiga de Felipe, había cambiado mucho llegaba tarde a clases, se estaba convirtiendo en una  pésima alumna su rendimiento había bajado mucho, podía quedar repitiendo, me daba tristeza verla así pero lo que más me preocupaba era que comience a fumar drogas tal cual lo hacía Felipe.
Un viernes llego a mis oídos el rumor de que Catalina y Felipe ya eran novios, esto se confirmó cuando los vi besarse, me sentía horrible, quien yo amaba arruinaba su vida con un sujeto que fumaba drogas.
Mi temor de que fume drogas lo confirme esa misma tarde cuando mis ojos vieron como Catalina encendía uno de esos papelillos y se lo llevaba a la boca. Corrí hasta mi casa y nuevamente me encerré en mi habitación, llore, llore, todo lo que hice esa tarde fue llorar.
Al día siguiente me sentía un poco más tranquilo, después de almorzar mis padres me dijeron que saldrían de viaje, me quedaría solo, no tenía hermanos. Aquella tarde mis padres se fueron un cuarto para las siete de la tarde y me dijeron que llegarían hasta el lunes por la mañana.
Me había acostado a mirar un película y a escuchar música, ya pasada la madrugada llego Catalina a mi casa, estaba drogada y ebria, me pedía ayuda ya que Felipe la había dejado. Yo le dije: debes buscar a alguien que te quiera de verdad con tus defectos y virtudes.
        A la mañana siguiente Catalina me dijo: sabes Matías me doy cuenta de lo tonta que he sido, he tenido al amor de mi vida ante mis ojos y no he sabido verlo, siempre has estado junto a mí, ¡quieres darme una oportunidad!
        Y desde entonces no nos hemos separado, han pasado 20 años, tenemos 3 hijos y Catalina se rehabilitó ahora es un  gran abogada.
 
       Decidí escribir esta historia para que los jóvenes sepan que pueden ser felices sin tener que creerse lo que no son o probar cosas nuevas para ser más “choros” como dicen ellos, pueden ser felices con las cosas simples de la vida, además para que sepan que un amigo o una amiga se puede transformar en el amor de sus vidas.