Ella me miraba de aquel rincón iluminado por colores fuertes y expresivos, se encontraba danzando entre locuras y deleites mientras yo sentado en aquella barra saciaba mi sed, así fui cayendo poco a poco en el encanto del licor y de aquella mujer que me seducía con su mirada penetrante, pasado un rato desde aquel rincón me levante me dirigí al baño y entre, necesitaba refrescar mi rostro y así refrescar mis pensamientos, moje mis manos, me mire al espejo Labé mi rostro para verme a mi mismo un poco mas fresco, decidí  mojar mi cabello también y así sentía cada gota recorrerme poco a poco , después de esto Salí de aquel lugar, y volví a esa mezcla de colores, olores y encantos físicos.
 
La música estaba en todo su esplendor haciéndome perder mis sentidos en cada movimiento emitido y así  seguí caminando por entre la gente podía sentir como cada una de esas perronas se envolvía mas a ese lugar como si fuera el hogar de sus pensamientos mas perversos y mas inocente.
mientras caminaba de regreso a mi lugar original, mi mirada se encontró con la de ella, como si hubiéramos buscado encontrarnos por el mismo destino y tiempo,  ahora estaba frente a mi camino mis ojos se congelaron en los de ella como una diosa que disfruta de su muñeco y fue así  que camine poco a poco sin detenerme, al pasar por su lado su fragancia me convirtió en un depredador hambriento por su carne, por sus sabores, sin actos mas ni actos menos, mi rostro como humo en el aire se acerco a su cuello acariciándola con un respiro profundo y eterno, ella solo se detuvo en el tiempo y sus labios entreabiertos me dieron el acertamiento del acto, disfrutaba de ese juego tanto como yo, mis manos seguían el movimiento de la era y las acciones hablaron por si solas.
 
Poco a poco la rodee observándola y destruyendo su hechizo que utilizo para seducirme, así fui un animal cazando su presa, poco a poco fue cayendo entre la perdición y la tentación de mi cuerpo y así surcando cada uno de los rincones de su mente quede detrás de ella, mi nariz rozo una vez mas su cuello peligrosamente como degustando lo que pronto seria un banquete de dioses a punto de ser devorado por un mendigo muerto de hambre,  me acerque a su oreja como señal de lo inevitable y así la música que nos envolvía en un principio moría en el silencio al momento de escucharte respirar, respirar con nerviosismo esperando ser atacada, esperando entregarte sin nada mas que poder hacer y así fue que mis manos se concentraron en la presa de tus delicias rodeándote y llevándote hacia mi, llevándote a sentir mi cuerpo envuelto en llamas de locuras y perversión, poco a poco con cada rosee te lleve a la vida entre el infierno de mis pecados.
 
El juego comenzaba con el cazador tentando a su presa a degustar los anzuelos puesto sobre si mismo como una muestra de su provocación así,  sentí como tu piel se fue fundiendo con cada movimiento mientras la música se mezclaba con nuestros colores, y así el hambre se  apodero de mi, mis manos apretaron tu cintura y te llevaron a sentirte sobre ti tus manos y brazos se extendieron y disfrute de tu belleza y tus movimientos y mis labios... besaron preparándolo para comer de el, mordí poco a poco y sentí tu piel vibrar, mi lengua te recorrió y llego a tu oreja bailo dentro de ella mostrándote el fuego que se encendía entre mis entrañas, deslice mis manos por tu cintura hasta completar limites y nos perdíamos entre la niebla creada por el humo del cigarro.
Mis labios llegaron a poco a poco así mas y mas hacia los tuyos creados de miel de dioses, me acerque mas hasta q los rosee mientras mis manos apretaban tu cintura una y mil veces para que tu cuerpo recibiera el mío, cerraste tus ojos viajando a sin fin de lugares y entonces tus manos llegaron a las mis y las acercaste a el placer de tus senos, me hiciste acariciarlos mientras te besaba como un loco y después de eso dejaste que continuara solo por inercia, disfrute de ellos sobre tu ropa pero deseaba mucho aun mas sentir tu piel, solo nos rozábamos sobre nuestras ropas pensando en querer mas, en desear mas.
Termino ese encuentro de un mil segundo y entonces mi mano tomo a la tuya y la invito a viajar, caminamos por el local como perdiéndonos en el sin fin del mundo, solos viéndonos como presas de nuestras lujurias, el ambiente nos llamaba a darnos el todo por el todo solo faltaba culminar nuestras mentes.
 
Llegamos a uno de aquellos pasajes oscuros, subimos por la escalera que estaba sumida en la oscuridad de nuestras perversiones, subimos mas y mas hasta de donde no pudiéramos escapar, la música parecía que hubiera desaparecido, y ahora estábamos plasmando nuestros instintos mas animalescos, mis manos devoraron tu cintura aprisionando la contra la fiereza de mi sexo mientras tus manos se encadenaban en mi cuello, sentí tus labios ardiendo como el mas delicioso de los platos dispuestos a los míos, nuestras lengua se endulzaban con el licor de nuestro ardor y así fue cayendo poco a poco el limite impuesto por nosotros mismos, mis manos bajaron por tu cintura poco a poco , llegaron a tu trasero y lo acariciaron y apretaron mas contra mi, mis labios besaron tu cuello siguieron guiándose por el bajando por su camino eterno y delicioso mientras mis manos llegaban a tus piernas las tomaban y te levantaba para mi, tu minifalda se subió por completo y dejo a mi merced tus delicias y encantos, apreté mi cuerpo contra ti, estabas contra mi y la pared viendo como me rozaba mas contra ti, mi pantalón era muy delgado y mi sexo crecía en cada arrebato y tu solo lo sentías en ti, entre tus piernas, creciendo,  pero aun faltaba mucho mas.
 
mordí tu cuello baje nuevamente con mi rostro llegue a tus senos los comencé a acariciar por sobre tu ropa , mordiéndolos, el aire se sentía mas y mas infectado de calor cada rosee era mas profundo y fuerte mas delicioso pero aun faltaba mas solté tus piernas y entonces tome tus brazos, los coloque sobre tu cabeza y los afirme con una mano, te mire, mi otra mano bajo por tu cuerpo llego a tus senos y entonces quito hacia un lado parte de la ropa que descubría tus senos, mi boca entonces se dirigió hacia ellos, para envenenarlos con mi lengua los acaricie un segundo con mi mano mientras lo besaba y lamía, preparando el terreno para algo mas, mis dientes comenzaron a jugar en tus pezones a comenzar a ponerlos mas duros para mi y fue entonces que mi mano se perdió, llego bajo muy abajo, hasta entre tus piernas, comencé a acariciar por sobre tu ropa interior, sentía como mis dedos acariciaban tus labios, como estos se llenaban de extraños movimientos deseándolos mas profundamente , cada rosee los convertía en el producto de mi perversión solo quería mojara aun mas, aun mas y mas hasta sentir ese licor, mis labios, mi lengua se quedaron en tus senos mientras todo esto pasaba recolectando cada respiro agitado, y entonces cuando mis dedos quedaron empapados, mi mano solo a la tuya y mi boca comenzó el descenso a tus manjares, recorrí tu cuerpo acariciándolo con mi rostro poco a poco mientras mis manos seguían acariciando entre tus piernas, mi rostro llego a entre tus piernas y entonces mi lengua se escapo, lamí por sobre tu ropa interior se sentía húmeda y entonces mis dientes mordieron la carne delicada y dulce que me entramabas. Pero aun faltaba mas, tome tu ropa interior y la baje sin esperar  a nada ni nadie, y entonces mi boca pudo penetrar entre ese lugar prohibido para muchos, pero mi lengua ya estaba ahí lamiéndote, disfrutando de cada uno de los sabores con mas ardor, recorrí tus labios una y mil veces hacia arriaba y hacia abajo, pero quise entrar mas. Tome una de tus piernas y la puse sobre uno de mis hombros así mi lengua pudo entrar mas profundamente mis manos acaricio tu trasero, acercándome a entrar mas mi otra mano jugo con sus dedos en tus carnes mientras mi lengua se deleitaba al punto de emborracharme con tanto ardor, mi mirada clavada en tus ojos solo podía  sentir aun mas cada gemido, cada escalofrió de tu cuerpo por sentir tanto y aun querer mas, sentía como en mi lengua se  impregnaban cada delicia de ti.
Después de dejarte por completo húmeda me levante y vi. como mi trabajo surtía efecto en aquella princesa , aquella diosa, pero aun sentía el deseo de mas me puse detrás de tu cuerpo, tome tus manos y la puse en tu espalda casi atándolas con las mías, tu trasero exquisito quedaba a mi merced tanto como tu cuello me acerque, mordí tu cuello y lamí mas y mas, subí por el y llegue hasta tu oreja metí mi lengua dentro y dance para ella y entonces mi sexo entro entre tus piernas solté tus brazos y con ellos te sostuviste de la pared como si fuera el mundo que tuvieras ante tus manos, mi mano preparo el camino y mojo entre tus piernas jugué con mis dedos, y luego se unió mi sexo, la punta comenzó a acariciar todo lo que encontró a su paso, juego entre tus carnes queriendo entrar pero solo rozaba mientras mis dedos mojaban aun mas, tu trasero chocaba contra mi en cada movimiento y entonces murmure en tu oído, tus manos son libres, ocúpalas, fue entonces cuando tu mano bajo sintió mi sexo en ti lo acariciaste y tus manos le dieron mas placer moviéndolo hacia arriba y abajo sentías su temperatura como a un demonio en su infierno y entre tus piernas solo querías mas, mis manos dejaron de jugar  debajo de ti y subieron llegue hasta tus senos y los comencé a apretar como frutas hechas para mi, a cada caricia tu jugabas aun mas, fue entones cuando sentí que mi sexo entro un poco, entro unos centímetros te escuche gemir de placer al sentir eso entonces mis manos corrieron a tu cintura y fue cuando te apreté contra mi cuerpo con todas las fuerzas, mi sexo entro por completo sin sentido dentro de ti, escuche como tus uñas rasguñaban la pared y como tu respiración se volvió gemido que inundo mis pensares de hesitación , comencé a moverme mas y mas, mientras mis manos sostenían tus caderas , tus senos tu cara estaban contra aquella pared helada mientras tu cuerpo estaba lleno de calor, así mas y mas fuerte mi cuerpo comenzó a chocar contra el tuyo, sentía el sudor recórrenos mientras sentía como tus gemidos eran la mejor música que podía escuchar, entonces mis manos viajaron nuevamente a tus senos los apreté fuerte sentí como tus pezones estaban duros por el frió de aquella pared, los apreté mientras mi sexo entraba mas y mas duramente, mil y un concierto de gemidos
Mi sexo entraba deleitándose con el mundo de fantasías y locuras y otorgándome placeres inigualables. Escuche cada respiro dentro de mi como, como mis respiros penetraban en tu mente, el ardor nos llevo a la locura de cada uno de los placeres mas prohibidos, prohibidos al punto de escucharnos con mas fuerza y mas hasta que sentí tu cuerpo humedecerse conmigo dentro, mas y mas hasta que un ultimo respiro nos agoto para querer aun mas.
Y ante aquel lugar revivimos como animales enfurecidos, que solo satisfacían sus pensamientos….eso solo fue el comienzo de todo…