Escribo con el riego de equivocarme, escribo y hablo haciendo un poco de desdén a las enseñanzas dogmáticas que me han enseñado durante la mayor parte de la vida y lo hago con el propósito de hacerme una opinión sobre una idea que está tomando fuerza en la mente de las personas mayores y en las casas de los "buenos" cristianos.
 
"La sociedad está como está por el olvido de Dios" es la idea que ha surgido en la cabeza de muchos creyentes, esta idea analizada desde un punto de vista "humanista" (creo que ese es el término) y religioso es una aberración. Aceptar esta idea es aceptar los estereotipos que existen sobre mis hermanos los ateos (que son abortistas, inmorales, subversivos, violentos y demás) pero también sería aceptar los estereotipos que existen contra las personas creyentes que no "comulgan" con las doctrinas oficiales, tratándolos de irreverentes y liberales simple y sencillamente porque sus ideas derrumban el trono del Dios en los cielos. Y verdaderamente estos estereotipos no tienen cabida en el sentido común.
 
Los problemas de la sociedad -humanamente hablando- es una falta de humanización producto de las ideas triunfalistas, capitalistas, ambiciosas y sobretodo por el dinero. Que a su vez tal vez tengan su origen no en el verbo Olvidar sino en el sustantivo Dios.
 
En la magnífica historia de la humanidad y en el frondoso árbol de la vida, nuestra especie no está colocada en un pedestal sino en la misma posición que los animales y muy cerca de los primates, nuestros parientes más cercanos. Lo que nos hace diferentes de nuestros parientes y del resto del reino animal no es el alma sino las capacidades cerebrales que obtuvimos después de tantos años de evolución. El ser humano no es un ser que sienta simplemente por reacciones a estímulos en el cerebro, el ser humano es humano, porque es capaz de ser consciente de la existencia de esos sentimientos y poder manejarlos expresándolos en acciones conscientes.
 
El problema de la sociedad es la falta de humanización puesto que nos hemos acomodado a los sistemas injustos e inhumanos que imperan en nuestro mundo. El humanizarnos no es más (y en palabras sencillas) que dejar de ser indiferentes al dolor de nuestros semejantes, es ser capaz de actuar contra los sistemas injustos buscando siempre el bien del otro aunque implique sacrificio de mi parte (altruismo) humanizarnos es "dejar nuestros egoísmos para practicar la virtud de la misericordia" (citando a un amigo querido)
Junto a nuestro proceso de humanización siempre encontraremos un serio problema (y retomando la idea errónea) "la sociedad está como está por el olvido de Dios" pero no es el verbo olvidar el que causa problema sino el sustantivo Dios, el verdadero problema de la falta de humanidad en nuestra sociedad es el dios en el que creemos!
 
Debemos derrumbar la imagen de Dios que posee la doctrina oficial, debemos derrumbar los templos en donde pueda esconderse ese dios, pues un Dios que exige sacrificios, que utiliza el sufrimiento como medio de expiación y sobretodo, que controla el mundo a su gusto y antojo, manipulando el destino de los hombres dejándonos a su merced y voluntad No es Dios.
 
Sólo cuando los hombres, la humanidad, entienda que NO es Dios quien forja los destinos, ni que el sufrimiento o pobreza suceden porque es voluntad divina o medios de expiación, sólo allí nos podremos hacer cargo de nuestra historia y será aquí cuando las utopías de igualdad y fraternidad se harán realidad!
 
Y para los que después de esto creamos en Dios, descubriremos que Dios es más real que el Dios institucionalizado al ver a nuestros hermanos libres de la opresión y cadenas del "pecado social"
 
"¡Antes de ser creyentes SOMOS seres Humanos!"