26 pastillas
Publicado en Aug 27, 2009
Estaba ahí tirado en el piso, inundado de sangre con un agujero en toda la frente y casi partido a la mitad, todos los dedos doblados hacia fuera y los ojos encharcados de rojas lágrimas; al frente, mirándolo desde arriba, una niña pequeña, rubia y con cara de pánico, estaba perpleja por no saber lo que había sucedido. -corre Nat, corre- le gritó una menuda vocecita que venía del otro lado de la habitación. A lo que la niña echó a correr tan rápido como le permitían sus pies. -Creo que esto es lo que usa mamá para dormir, vamos a ver… Mientras ella se metía varias perlas rojas a la boca, desesperadamente, como si tuviera miedo que alguien la viera. Salió después de eso, como lo hacía todos los fines de semana, y a medida que caminaba, todo era mas oscuro, parecía como si no hubiera gravedad alguna, porque sus pies daban la impresión de flotar, le subía la sangre rápidamente a la sien y no tardó en salir cosquilleante por la nariz. Creía que alguien le había dicho algo, pero lo único que veía era una mancha que producía una serie de golpes secos en el fondo; siguió caminando. Sus manos estaban heladas, al igual que la punta de las orejas; y un torbellino de burbujas, se iba generando en su estómago, produciendo unos ruidos muy graciosos; náuseas, se estaba mareando, lo que hizo brotar una cascada multicolor de su boca. En que lamentable estado estaba, caminaba por las calles como ánima en pena mientras su cuerpo iba desvaneciendo en el pavimento, como una hoja seca caída del mas alto de los árboles. Estaba corriendo de alegría, hace dos días que no veía a su pequeña hermanita e iba corriendo a la habitación de atrás, donde le enseñaría a escondidas la nueva escopeta de papá. -Será genial- susurró Pero al llegar a la puerta una imagen bloqueó su mente mientras su sonrisa se tornaba en algo que jamás se había manifestado. Un hombre, alto y moreno, tenía a su Nat acorralada, mientras introducía una mano entre sus pequeñas piernitas al tiempo que ella producía desesperados gritos mudos. Levantó la escopeta, la cargó como su papá le había mostrado una vez, apuntó a la cabeza del hombre y disparó. Un chorro de líquido rojo brotaba del agujero que hizo la bala, mientras casi endemoniada, la niña agarró un serrucho y comenzó a golpear al hombre en el estómago con el, generándole heridas severas que casi lo partían en dos. Levantó la cabeza como sintiéndose satisfecha y vio la cara de su hermana, perpleja, asustada, ausente. Oyó pasos apresurados que se dirigían al lugar a medio construir donde ellas estaban y solo pudo gritar: -corre Nat, corre- a lo que la niña echó a correr tan rápido como le permitían sus pies. -beep, beep, beeeep- - - que ruido tan raro es ese- se preguntó y mientras recuperaba su vista sintió un desagradable olor a formol que congelaba más el lugar. - despertaste- dijo una voz como aliviada- temía que no lo hicieras. - ¿Nat? ¿Donde estoy? - en el hospital… no te muevas- interrumpió- no estás muy bien hermana -¿Fueron 26 pastillas de somnífero?- se oyó preocupadamente; un personaje había recién entrado en la habitación abriendo la puerta de un golpe. -papá- dijo Nat- creo que ya está reaccionando. Y ella volvía a cerrar los ojos, pero esta vez queriendo descansar para poderse ir en paz a su casa.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones
Lily
y no si es que estaba enojada o algo y le salió...
en fin...muy bueno...le di varias estrellitas porque está muy cool....además que tuve el privilegio (si no estoy mal de ser si no la primera, la segunda que lo leyó en un par de hojas de cuaderno...^^)
>[EnLuNaDa]
Antonio JImenez Villa
FELICITACIONES Y DE NUEVO SALUDOS DESDE MEDELLIN.
ANTONIO J.
JORGE MARTIN
daandra
inocencio rex
Gabriel F. Degraaff
Juan Sambra
Erii Nikaido sama
por las personas que leen es por las que escribo, asi que pienso escribir mucho mas, por ustedes