Preferiste a otro.
Publicado en May 26, 2013
¿Por qué eres así dulce rosa?
Me arrodillo en la tierra del campo y estiro mis manos hacia ti, bella e increible flor. La más hermosa de las flores, con un aroma que atrapa y unos pétalos tan decorativos en conjunto de toda la flor. Sin embargo, cada vez que acerco mis manos para tratar de acariciarte ¡Zas! Me entierro tus crueles y casi invisibles espinas. No me importa eso, me acerco a ti de nuevo y me entierro tus dolorosas espinas de nuevo. Pero eso no basta para vencerme, Trato de agarrarte ésta vez con fuerza, y ya me enterré tus crueles espinas y la sangre corre por mis manos. A pesar de que son unas espinas muy pequelas, bastaron desde el primer piquete para hacerme sangrar. Las gordas lágrimas caen por mis mejillas, y se mezclan con la sangre de mis manos. Más sin embargo, te suelto, y casi rendido te tomo de nuevo desde el tallo y te tomo con delicadeza, pero mi delicadeza no es digna rival para tus furiosas espinas... Una vez aceptada mi derrota. Me levanto en medio de mi sollozo, y me retiró por el campo unos cuantos pasos. Me detengo, y decido voltear a verte mi hermosa flor... Pero para mi sorpresa, veo que otro hombre más decidido a lo que hará. Entierra una pequeña pala y la cava en la tierra. Cucharea con ella la misma, y te saca con toda facilidad sin lastimarse como yo lo hice. Pero escúchame bien pequeña rosa. Ése mal hombre sólo quiere ponerte en un lugar bonito, quiza te coloque en una esquina, o sólo te tenga para presumirte. En pocas palabras ese hombre sólo te va a usar. Yo, en cambio, te quería para traerte en mis manos, pasear juntos, y conservarte en mi mente. Y corazón. Escrito por Carlo Trejo "El Monje Sabio"
Página 1 / 1
|
silvana press
Muy buena metáfora, cariños Carlo.
Carlo Trejo
Stella Maris Sanhueza
Carlo Trejo
Gracias, y saludos desde Veracurz, México :D !