Tiene sensualidad. Corporeidad encarnada en las ramificaciones de todo un sentir. Raíz honda y profunda. Si las rosas tienen espinas lo que importa no son las rosas sino evitar que las espinas se claven en nuestro corazón. ¿Entiendes la diferencia? Escojo una roda (el color da lo mismo pues carezco de colores ideológicos) no para que la espina se me clave tan dentro que no pueda sacarla jamás. Escojo una rosa (el color da lo mismo pues carezco de colores ideológicos (para que la persona que amo sepa que soy aroma de verdad). Las cortinas sirven para dividir a los que gozan de los que sufren. Gozan quienes no se pinchan porque saben elegir. Sufren quienes están siempre pinchándose con las espinas. ¿Me sigues? No es necesario dividir la vida, amiga, no es necesario ni te lo aconsejo. Yo solo ofrezco la rosa a la mujer que espera esa rosa. Lo demás sólo es perder la vida en medio de las tormentas que producen rayos que rajan el hermoso árbol de la presentación. Soy árbol porque soy raíz. Quizás podríamos seguir hablando más de todo esto. Pero lo que vale la pena es lo unívoco y no lo equívoco. Un beso amistoso y espero haber llegado a alguna conclusión que pueda ser valiosa más que a mí mismo y mi yo.
Jos Orero De Julin
Enrique Dintrans A:
Un verso preciso, metafórico y profundo. Gusta por los trazos muy definidos y por la sonoridad.
Saludos.
kalutavon
Elvia Gonzalez