Mitología de la Invención.
Publicado en May 31, 2013
Mitología de la invención.
El universo se creó hace aproximadamente cuatro mil millones de años con el gran "Big Bang", desde entonces existieron galaxias, planetas, pero lo más importante, la vida. A veces, mientras la incertidumbre me gobierna, escapo a viajes estelares en mi mente, de los cuales vuelvo a salvo en mi Apolo mental, pero al cabo de un rato siempre termino pensando en una pregunta ¿Los sentimientos existían hace cuatro mil millones de años? A lo cual respondía: la vida es simplemente la vida y no debo cuestionarme la existencia. Aún recuerdo ese día en el cual iba empezar en un nuevo mundo, iba a formar parte de un alumnado de enseñanza media en mi Liceo actual, iba algo cabizbajo y con las expectativas bajas, ya que no sería claramente como una aventura de Simbad o de Ali Baba y sus siete ladrones. Al llegar me aproximé a leer en qué salón partiría este nuevo desafío y me encaminé a la sala 25. Al entrar no encontré a ningún ser humano conocido por mi persona, pero me senté adelante frente a la mesa donde estaría nuestro Pedagogo, estaba en otra Galaxia ya que mi sueño afectaba y pesaba más que mis ánimos. Al cabo de un rato llegó una alumna de bajo perfil, cabello corto, la cual se sentó al lado mío sin decir una palabra, yo tampoco le dije ninguna palabra. Detrás mío se sentó un muchacho rubio y algo parlante, el cual me empezó a hacer preguntas, también le habló a mi misteriosa compañera de banco, pero no logró sacar más que un sí o un no por respuesta cortante. Llegó la hora de recreo y me fui a recostar a la hierba que crecía en un patio con un gran castaño gigante, que se daba a entender como dueño de aquel sitio mostrando sus rudas y bellas ramas. Así fue pasando el día, hasta que llegó la hora de irnos a casa, a pesar de pasar horas y horas no crucé palabras con Amelia, mi misteriosa compañera. Al día siguiente me levanté y después de hacer mis quehaceres matinales me encaminé a mi establecimiento educacional, al entrar iba caminando el bibliotecario, el cual me invitó a pasar adentro de la biblioteca, me senté y abrí un libro que llevaba para clases de Lenguaje, mis ojos como dos cosmos brillaron y quede algo extrañado de una nota que tenía en la página 25, decía: " ¿Te gusta la astronomía ? y firmaba Amelia, me levanté y despedí del bibliotecario, me arreglé la bufanda, la corbata y me fui al salón pensando. Amelia no llegaba y yo sentía curiosidad de responderle su pregunta y decirle que sí. Ella llegó algo tarde con media hora de retraso para ser exactos y venía empapada, arregló sus cosas y se sentó. Yo le dije sin explicarle que había visto su nota, y ella atendió a mis palabras diciendo: "¿Quieres viajar cuatro mil años atrás y ver como comenzó el universo"? Yo quedé algo atónito, sonreí al cabo de un momento y murmuré: “Sí, si quieres llévame, me gustaría ver cómo empezó todo”, después de eso no intercambiamos más palabras a lo largo del día y sentí que mi vida en el Liceo estaría muy ligada a ella. Al día siguiente ella no asistió a clases. Y al próximo tampoco, dejando algo de espasmo a mi corazón. El día Jueves aún recuerdo que pasaron haciendo charlas de como llevar nuestras vidas, yo siempre he sido partidario de que los estudios son lo más importante en la persona, que nuestra educación es nuestro futuro y la única forma de atravesar vialácteas y ser alguien en esta vida, mis compañeros escuchan la charla dirigida por el Señor Montero, mientras yo miraba por una ventana pensando en mi compañera. El Viernes llegué algo tarde, pero no importaba mi retraso, porque al entrar estaba la misteriosa Amelia, me arreglé y senté, solo le dirigí la mirada, pero no la palabra. Pasaron aproximadamente unos veinte minutos hasta que vi que un papel se deslizaba a través de la mesa que decía: ¿Vamos al Big Bang? Y yo asentí con la cabeza, insinuando un sí por respuesta, de pronto sentí que ella me tomó la mano y cerré los ojos y al abrirlos desperté en una dimensión negra, sin sillas, sin paredes, sin profesores, sin existencia. Busqué a Amelia, pero no la encontraba, yo me sentía maravillado, pero no lograba entender que estaba sucediendo, ¿estaría en un sueño?, al cabo de un rato apareció Amelia hizo un gesto para que me acercara y me dio un anillo, me dijo: "Este anillo será la prueba a tu pregunta", y de pronto empezó a haber una explosión de partículas por todas partes y sentí que mi existencia no era de aquel lugar, mientras mi cuerpo se desvanecía. Volví a el salón de clases como estaba hace un rato, solo que no estaba Amelia y no había nadie al lado mío, mi miré el anillo y aún lo conservaba. Ha pasado una semana desde todo y aún no logro comprender por qué ella no está al lado mío ¿Por qué ha desapareció y nadie la recuerda? Pero algo me ha enseñado esa misteriosa compañera, que los sentimientos y la amistad sí existían hasta antes del Big Bang, porque la materia del cerebro y del humano en sí puede llegar muy lejos. La vida es como la Tierra, siempre vivimos en rotación, pero depende de nosotros si queremos que siga produciendo cariño y amistad.
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Singer
ya lo has cambiado.
Karina Rezuc