Alas y cuernos
Publicado en Jun 07, 2013
Las llamas la envolvieron; lenguas calientes y osadas rozaron su carne; bocas hambrientas escupieron sobre ella retazos de infierno. Vapores húmedos brotaron de su tierra, subieron elevándose en ceremonias lentas hacia el mismo cielo. Se sintió confusa transitando por la frontera, tironeada por una fuerza extraña, propia de ángeles o de demonios traviesos.
Allí, entre el bien y el mal, los ojos intensos la hipnotizaron. Ya no le importó para qué lado se estaba inclinando; era insaciable el fuego y la sed del hechicero bebió de su cuerpo sin permiso, sin palabras; tomándose todo el tiempo. Adormecida mientras ardía, imaginó mil ramas que la cobijaban; un colchón de rosas sedosas y perfumadas que la sostenía y las raíces surgiendo de las profundidades sólo para verlos. El paisaje era una hoguera y ella apenas podía con sus piernas derretidas; estaba entregada, con la respiración entrecortada porque le ofrecería todo su aire a ese fuego, quería que fuera eterno. Sus fantasías más escondidas fueron alcanzadas por brasas curiosas, en un instante se las robaron y se las devolvieron concretándolas más allá de sus sueños. La magia del ángel o del demonio la hacía dichosa, moriría quemada si fuera necesario por uno más de sus besos. En la llanura devastada quedaron huellas profundas de aquel incendio, surcos marcados con las garras del deseo, carne roja mordida por la pasión, entrañas confundidas albergando insectos inquietos que hacían cosquillas hasta en el corazón. El cielo casi blanco se le abrió y con ansias reparó en el hechicero que dormía a su lado. Un gran suspiro de alivio emitió cuando comprobó que no se había tratado de un sueño, que allí estaba con las alas aplastadas, enredado en las sábanas blancas. Cerró los ojos cuando se recostó sobre su pecho, sonrió convencida de que su amante era un ángel mientras dormía y un demonio que la consumía cuando la miraba con sus ojos intensos.
Página 1 / 1
|
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones
Sara
Cariños
Romani
saludos amiga!!
Sara
ariel
Sara
Saludos
LAPIZ ESCRIBE
Sara
Saludos amigo.
LAPIZ ESCRIBE
Federico Santa Maria Carrera
Sara querida, has desarrollado un delicioso ensayo de la pasión humana que nos llama a reflexionar sobre nuestra íntima bestialidad; y lo has hecho con talento.
Recibe mi admiración y mi cariño.
Sara
GLORIA MONSALVE
angeles y demonios somo cuando entre pasion nos devoramos,,, tocamos el cielo, nos consumimos en llamas... pero ahi estamos entregandonos sin pensar en nada... solo sitiendo, viviendo o muriendo}
me gusto
abrazos sara
Sara
silvana press
Saludos
Sara
Saludos amiga.
Carolina Aguilar Vlez
Maravilloso!
Abrazos!
Sara