¿Ustedes no se cansan de  pensar tanto todo? de tratar de definir que si el rojo se parce más al blanco o al negro, de saber en qué momento está bien hacer esto, decir aquello. ¿No se cansan de vivir en sentido metafórico?, de las reglas que uno mismo se impone: o es si o es no. Jamás intermedio, o es positivo o es negativo y jamás cero, un neutro. Pues a mí me cansa tratar de adivinar qué carajos es la vida, y no sé; a veces me mata no saberlo. Aunque tal vez, solo tal vez lo mejor de la vida es no saber, pues quizás tratando de definirla uno se olvide de vivirla. De lo que sí estoy segura es que la vida no es esto; no es un café, no es un cigarro, no es tinta y papel. La vida es nada, e irónicamente, es todo lo que tenemos.
Casi todo el tiempo actuamos por lógica; lo que también es un excremento, porque no sé qué es la lógica. Lógico sentir más, tal vez así seriamos más felices. Pero no. A veces solo pensamos y no soñamos, y sí, tal vez no queramos eso, porque aún quisiéramos quedarnos en la realidad (como a lo mejor es lógico) creo que sería mejor poderla cambiar. Así que vamos a soñar bien (¿qué es soñar bien?). Digo yo que es no querer sueños chiquitos, de esos mínimos, que te olvidas en un ratico. No sirven para nada. Hay que querer de esos sueños que de verdad queréis cumplir, esos que te tiran al fracaso si no lo conseguís. Y ahora que me doy cuenta de que yo sí quiero esos sueños aunque muchas veces luchaba contra ellos, me doy cuenta de que no los tengo. Perdemos el  tiempo –que tampoco tenemos-, pensando y razonando todo; y no soñando.