La espada de la libertad
     Cuando yo era solo un niño, en la época de la dictadura militar, escuche una leyenda que decía que existía una espada que tenía el poder de devolverles la libertad a los prisioneros que habían sido capturados injustamente. Sin embargo nadie sabía cuál era su verdadera localización, no obstante un niño de no más de 12 años, la buscaría y comprobaría si lo dicho por la leyenda era cierto o no.
        Una tarde pensando en que mi padre había sido capturado en la calle sin haber cometido ningún delito. Decidí buscar ese objeto legendario cuya localización era un verdadero misterio, para intentar liberar a mi padre a quien amo con locura, pero dónde debía buscar si nadie sabía dónde se encontraba, me pregunte poco después de tomar esta decisión.
        Afortunadamente una idea que me ayudaría invadió mi mente, ya que a unas cuadras de mi casa se encontraba un bosque que según lo que me dijeron allí se podían encontrar objetos asombrosos. Pero estaría allí la espada de la libertad, esa pregunta me surco la mente, mientras pensaba donde podía buscar ese objeto cuyo poder me asombraba, ya que nunca había escuchado de  algo con poderes similares, la idea de que allí lo encontraría. Me despertó tal curiosidad y deseo de que esto fuera cierto que me dirigí con paso decidido hacia dicho lugar a comprobar si ese bosque era o no la real localización de la espada.
         Al llegar al bosque, no pude dejar de mirar los bellísimas cosas que allí había, pero después de un rato de mirar decidí enfocarme en mi cometido hallar la espada de la libertad, para esto comencé una ardua búsqueda, la cual me llevo horas. Pero afortunadamente luego de todo este tiempo, contemplé una bellísima espada de esmeraldas que estaba semienterrada al lado de un frondoso árbol, el cual amenazaba con no permitirme la tarea de tomar dicha arma y convertirme en su nuevo dueño. A causa de que unas grandes ramas sobresalían de este y golpeaban fuertemente el suelo haciendo peligroso tomarla.
        Sin importarme los fuertes golpes que recibirían de estas. Decidí acercarme aún más a la espada y tomarla. Pero podría llevármela de allí o habría algo que me lo impediría, pensé al recordar el poder que tenía esta, y lo difícil que había sido hallarla, ya que por todo esto era evidente que estaba protegida. Por algún ser quien no quería que nadie se adueñara de esta, sin embargo hice caso omiso a esto y decidí después de un rato tomarla e irme de allí. Para esto estire sigilosamente mi brazo hasta la espada, pero cuando la tome, sentí que una gran fuerza la tiraba hacia abajo, haciendo imposible sacarla de allí.
         Afortunadamente pude lograr lo que padecía hasta ese momento imposible. Pero para esto tuve que hacer un gran esfuerzo, ya que padecía que nada iba a hacer posible que la espada saliera, haciendo que nadie pudiera tomar posesión de esta. Sin embargo yo lo había logrado, por lo que pude comprobar días después que lo que decía la leyenda era verdad, pues mi padre quedo libre cuando yo le di la espada un día cuando fui a verlo. Pero aun me quedaba un par de preguntas más en mi mente, quien la había inventado, y porque, a quien quería liberar el creador de la espada, no obstante era imposible responder esas preguntas, pues nadie lo conocía.
         Lo ocurrido con la espada hizo que muchas personas recuperaran la libertad meses después que yo la encontrara. Ya que esta hacia desaparecer todas las cárceles con solo tocar con su punta una de las paredes de estas, sin embargo nadie podía creer el poder de la espada de la libertad. A causa de que libero a millones de personas inocentes en el mundo ya que no liberaba a los que habían sido encarcelados con razón o con un cargo que fue comprobado, y todo lo ocurrido hizo que me diera cuenta que la libertad es algo que nunca se debe perder, ya que es un derecho irrenunciable.