Las Flores de Atenco
Publicado en Jun 26, 2013
LAS FLORES DE ATENCO
- Teatro-Documental - Dramaturgia: Humberto Robles Obra en un acto. Versión teatral inspirada en los cinco espectáculos intitulados “Mujeres sin Miedo: Todas somos Atenco”, representados a lo largo de 2006, todos con dramaturgia de Humberto Robles; los testimonios de la cárcel fueron recabados por el Comité Cerezo México, y la idea del espectáculo fue propuesta por el Subcomandante Marcos a Carmen Huete y al autor. Todos los textos de los autores con asterisco (*) pertenecen al “Encuentro Nacional de Escritores y Escritoras por la Libertad y Justicia de los Presos Políticos de Atenco”, 15 de junio, 2006. Copyleft (Creative Commons): Se otorga la libertad de llevar a escena (sin fines de lucro) esta obra de teatro siempre y cuando el texto se conserve íntegramente y se dé crédito a todos los autores en todos los impresos y en todo tipo de difusión. No puede ser representada para fines de ningún partido político. Por esta obra NO se cobran derechos de autor. NOTA: Los sexenios foxistas y calderonistas han sido de los más sangrientos, violentos y represivos en la historia moderna de nuestro país. La lista de violaciones a los derechos humanos y de los crímenes que permanecen impunes es muy larga, y menciono algunos: Los feminicidios en Ciudad Juárez y el resto de México Los asesinatos de la abogada Digna Ochoa, del estudiante Pável González, del periodista independiente norteamericano Brad Will, de la activista norteamericana Marcella Sali Grace, de la indígena doña Ernestina Ascencio, de las indígenas Teresa Bautista y Felícitas Martínez (ambas de la radio comunitaria La voz que rompe el silencio), entre muchos otros Las violaciones de mujeres indígenas por parte de elementos militares La tragedia de la mina Pasta de Conchos El caso de la periodista Lydia Cacho y la red de pederastas La represión y asesinatos por parte del gobernador Ulises Ruiz en Oaxaca durante 2006 La muerte de 49 bebés en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora La ilegal extinción del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) La huelga de Cananea que fue declarada ilegal Uno de los casos emblemáticos de represión y criminalización de la protesta social es el de San Salvador Atenco en 2006, por lo que, siguiendo la línea del Teatro-Documental, como lo han hecho Vicente Leñero, Víctor Hugo Rascón Banda y Javier Bustillo Zamorano, entre otros, escribo la presente obra. Asimismo para celebrar la libertad de todos los presos de Atenco, gente que nos dio ejemplo de lucha y resistencia. “El teatro-documental retoma el quehacer de varios teatristas, como Bertold Brecht, que pensaban que el teatro debía cumplir también una función social, de denuncia, comprometido, no sólo la de divertir o entretener. El artista debe volver a comprometerse con la sociedad, denunciar lo que sucede. En momentos tan graves como los que atraviesa México, hay que comprometerse con las causas y los hechos que nos aquejan”. Obra dedicada al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y al Comité Libertad y Justicia para Atenco ESCENA 1: LAS FLORES DE ATENCO Oscuro. Silencio. Se ilumina lentamente el escenario en el cual sólo hay, sin orden alguno, diez sillas y algunos huacales (dentro de éstos hay sombreros de paja, paliacates rojos y machetes para cada actor y actriz). Poco a poco van entrando actores y actrices con sus ropas cotidianas y habituales; se saludan, ejercitan, vocalizan, se relajan, se concentran. Tras unos instantes, se escucha un ruido, un sonido o unos acordes musicales que llaman la atención de todos. Tras pausa: ACTOR 1: En el principio fue el verbo. En Atenco... fueron las flores. ACTRIZ 1: El aleteo de una mariposa puede provocar un huracán. ACTRIZ 2: Unas rosas y unas margaritas pisoteadas pueden causar una rebelión. ACTOR 2: El lugar de las flores es el cabello de una mujer. ACTRIZ 3: El ojal de un saco de un caballero o el florero de un altar no el suelo, pisoteadas bajo las botas policiacas. ACTOR 3: Las flores nacieron para la vida y acariciar el alma. ACTRIZ 4: Las flores de Atenco se mancharon de sangre y mostraron la muerte. ACTOR 1: En Atenco callaron las palabras y hablaron las balas. ACTOR 2: En Atenco callaron las razones y hablaron las macanas. ACTOR 3: En Atenco callaron los derechos y habló la intolerancia. ACTOR 1: Habló la bayoneta, el gas, el golpe, la vejación. ACTOR 2: Atropellaron la palabra, atropellaron la razón. ACTRIZ 5: La ley es la sombra de la justicia. ACTRIZ 6: La justicia es el eco del derecho. ACTRIZ 7: El derecho es el arma del Estado. ACTRIZ 2: Los derechos humanos o ¿derechos inhumanos? ACTRIZ 1: Orden y paz. ACTRIZ 3: Estado de derecho o derecho de estado. ACTRIZ 4: Crimen de Estado o estado del crimen. ACTOR 3: Mano firme, mano dura, mano sucia. ACTOR 1: Mano firme: violación ACTOR 2: Mano firme: reclusorio ACTOR 3: Mano firme: represión ACTRIZ 6: Las alas de la mariposa seguirán provocando huracanes. ACTRIZ 5: Las flores de Atenco estarán muy pronto otra vez en su sitio y seguirán acariciando el alma. Iluminando la vida[1]. Los actores forman tres grupos: Actor 1, Actriz 3 y Actriz 6; Actor 2, Actriz 1, Actriz 4 y Actriz 5; Actor 3, Actriz 2 y Actriz 7: GRUPO 2: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. GRUPO 1: Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. GRUPO 3: El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno[2]. ESCENA 2: LOS HECHOS DEL 3 Y 4 DE MAYO El actor 2 y la actriz 4 interpretan a los cronistas, el resto forma dos grupos: uno el de los floristas y pobladores, y otro el de la policía. Los pobladores se ponen sombreros, paliacates rojos al cuello y blanden sus machetes, los cuales golpean uno contra otro. Utilizan las sillas, colocan los huacales con flores que luego serán derribados y las flores pisoteadas por el grupo de los policías. La escena se acompaña con efectos de botas militares, gritos, golpes, etc. ACTRIZ 4: Miércoles, 3 de mayo de 2006. ACTOR 2: Son las 7 de la mañana en el municipio de Texcoco, Estado de México. Ocho floricultores se disponen a instalar sus puestos y la policía municipal de Texcoco los enfrenta y finalmente los desaloja. Los floricultores piden el apoyo del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Los campesinos se defienden a pedradas y con sus machetes resultando varios de ellos detenidos. Hay ocho civiles y cuatro policías lesionados. ACTRIZ 4: 8:30 de la mañana. Los pobladores bloquean la carretera México-Texcoco. ACTOR 2: 10:50 de la mañana. Aparecen más de 400 policías en las afueras del Mercado Belisario Domínguez de Texcoco. ACTRIZ 4: A las 3 de la tarde, unos 400 policías municipales de Texcoco mantienen cercadas a 50 personas en una casa, tras haberlos desalojado del mercado de flores. ACTOR 2: A las 3 con 12 minutos, luego de un enfrentamiento con la Policía Federal Preventiva, los lugareños retienen a seis policías, a quienes trasladan al centro de la localidad. ACTRIZ 4: A las 5 de la tarde, un niño de 14 años de edad, Javier Cortés Santiago, muere durante los enfrentamientos. El deceso fue causado por impactos de bala. ACTOR 2: A las 6 de la tarde, la policía desaloja y somete a los campesinos que estaban en resistencia y rodeados en el Centro de Texcoco. Ignacio del Valle, líder del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, y otras 13 personas son detenidas. ACTRIZ 4 (tras pausa): Cae la noche en San Salvador Atenco. Permanecen apostados cientos de ejidatarios sobre la carretera Lechería-Texcoco ante la posible llegada de la fuerza pública. El poblado queda incomunicado. Oscuro. Todos encienden sendas linternas. Ahora el actor 1 y la actriz 5 son los cronistas. Los demás se mantienen en los dos grupos: los pobladores y la policía; utilizan las sillas y huacales como barricadas, que luego son rotas por los policías. Los pobladores chocan sus machetes unos contra otros. Se acompaña con efectos sonoros como el sonido de campanadas, botas militares, gritos, golpes, helicópteros, macanazos, explosiones, disparos, sirenas, etc. ACTOR 3: Jueves, 4 de mayo. ACTRIZ 5: En la oscuridad de la madrugada, las campanas de la iglesia de Atenco comienzan a repicar anunciando la inminente entrada de la policía. ACTOR 3: Al alba, más de 3 mil 500 policías de la Policía Federal Preventiva y la Estatal inician su ingreso a Atenco. ACTRIZ 5: Los campesinos movilizados, así como integrantes de diversas organizaciones que apoyaron sus demandas, intentan repeler la embestida policiaca. ACTOR 3: Los principales accesos a Atenco quedan bloqueados por elementos de seguridad pública para evitar que los habitantes vuelvan a cerrar las vialidades y a retomar el control del municipio. Se realizan cateos sin orden judicial, con extrema violencia, perpetrándose robos y destrozos. ACTRIZ 5: En el operativo los policías usan gases lacrimógenos, golpean a todas y todos los que encuentran a su paso, ya sean hombres, mujeres, niños o ancianos, allanan muchas casas; sin ninguna orden judicial, saquean varias de ellas así como varios negocios. Apagan todas las linternas, el escenario queda a oscuras. Los sonidos van in crescendo, permanecen durante unos momentos y luego van diluyéndose poco a poco, salvo las sirenas. Se ilumina lentamente el escenario. Sólo están el actor 3 y la actriz 5. ACTOR 3: Por la tarde comienzan los traslados de detenidos al penal estatal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez. La lista de detenidos no se hace pública y priva la desinformación; la mayoría de las personas fueron detenidas con un uso excesivo de violencia. ACTRIZ 5: El jefe del Estado Mayor de la Policía Federal Preventiva, aseguró que el “grupo violento” de los pobladores de Atenco estaba prácticamente desarticulado. ACTOR 3: Autoridades del Estado de México confirman la detención de más de 200 personas en los operativos realizados en San Salvador Atenco y Texcoco. ACTRIZ 5: Hasta ese momento, las autoridades del Estado de México les niegan la comunicación a los familiares e inclusive a algunos abogados defensores. ACTOR 3: En una Misión Civil de Observación, organizaciones de derechos humanos constatan la presencia de menores de edad, heridos, extranjeros y personas ajenas a los hechos entre los detenidos, aunque les fue negado el acceso al reclusorio; de la misma manera, en Atenco se recaban testimonios de la violencia desmedida con que el operativo ha sido realizado. ACTRIZ 5: De los 207 presos en San Salvador Atenco, 47 son mujeres. De las mujeres, 26 de ellas denunciarán más tarde ante la Procuraduría General de la República haber sufrido violaciones y abusos sexuales. ACTOR 3: De aquella larga noche, de aquel amanecer terrible y desde prisión, provienen estos testimonios de quienes se atrevieron a denunciar lo que sufrieron en carne propia. Este es el eco de sus voces. El escenario ha quedado con flores en el piso, machetes, sombreros, paliacates, las sillas y los huacales regados y tirados sin ningún orden. ESCENA 3: INTERROGATORIOS Los tres actores obligan por la fuerza a todas las actrices a sentarse en las sillas distribuidas sin orden por el escenario. Los actores quedan de pie, al público. El sonido de las sirenas va disminuyendo hasta desaparecer. ACTOR 2: En el penal, cada mujer fue interrogada por separado. ACTOR 3: No se les permitió hablar entre ellas, por lo que es evidente que no pudieron ponerse de acuerdo en las declaraciones. ACTOR 1: Lo sorprendente es que cada testimonio parece el mismo multiplicado 3, 5, 10 veces o más. Los tres actores se pasean frente a ellas interrogándolas como policías: ACTOR 2: Nombre. ACTRIZ 2: Cristina… ACTRIZ 4: Valentina… ACTRIZ 6: Bárbara Italia… ACTRIZ 1: Mariana… ACTRIZ 3: Samantha… ACTRIZ 7: Norma… ACTRIZ 5: Marta… ACTOR 3: Edad. ACTRIZ 1: Tengo 18 años… ACTRIZ 7: 29 años… ACTRIZ 2: Tengo 30 años… ACTRIZ 6: Tengo 39 años… ACTRIZ 3: 20 años… ACTRIZ 5: Tengo 23… ACTRIZ 4: 58 años… ACTOR 1: Profesión. ACTRIZ 3: Comerciante… ACTRIZ 4: Estudiante… ACTRIZ 1: Trabajadora doméstica… ACTRIZ 2: Empleada del IMSSS… ACTRIZ 5: Ama de Casa… ACTRIZ 7: Estudiante de cinematografía… ACTRIZ 6: Obrera… ACTOR 2: Lugar de Procedencia. ACTRIZ 5: Texcoco, Estado de México… ACTRIZ 7: Chile… ACTRIZ 6: Distrito Federal… ACTRIZ 3: Alemania… ACTRIZ 2: Los Reyes, La Paz… ACTRIZ 4: España… ACTRIZ 1: San Salvador Atenco… ACTOR 3: ¿Qué les robaron? ACTRIZ 4: 16 mil pesos de los destrozos de mi casa… ACTRIZ 6: 450 pesos dentro del penal… ACTRIZ 2: Mochila, reloj, objetos personales… ACTRIZ 7: Todo mi equipo de fotografía, cámara, lentes, filtros… ACTRIZ 1: Dinero, gargantillas y destruyeron cosas de mi casa… ACTRIZ 3: Dos cadenas de oro, una virgen de Guadalupe y un san Judas Tadeo… ACTRIZ 5: Celular y reloj, y principalmente mi dignidad… ACTOR 1: ¿Le mostraron orden de aprehensión? ACTRICES (cada una, una por una, dicen “no”): No… ACTOR 2: ¿Cómo fue maltratada? ACTRIZ 3: Abuso sexual… ACTRIZ 4: Tortura psicológica, pusieron un palo entre mis glúteos por encima del pantalón. ACTRIZ 2: Abuso sexual, tortura física, insultos durante toda la detención… ACTRIZ 1: Me hicieron hacer sexo oral a tres policías y me manosearon en la vagina y los pechos por cuatro o cinco horas en el transcurso del traslado al penal… ACTRIZ 6: Abuso sexual en una patrulla estatal, 10 minutos por granaderos y abuso sexual a todas las mujeres… ACTRIZ 5: La Policía Federal Preventiva y la policía estatal me desnudaron, violaron, golpearon y me obligaron a viajar todo el trayecto desnuda durante cuatro horas… ACTRIZ 7: Amenazas de muerte… Golpes en la vagina, patadas, humillaciones, macanazos en la cabeza… Los tres actores corren una reja a lo largo del escenario, que queda entre ellos y las actrices; ellas quedan tras las rejas. ESCENA 4: EL SALDO ACTOR 2: Los días 3 y 4 de mayo de 2006, más de 3 mil 500 policías del gobierno Municipal de Texcoco, del Estado de México y de la Policía Federal Preventiva, atacaron salvajemente a la población de San Salvador Atenco y a todas las personas que habían acudido a solidarizarse con ellos. ACTOR 1: El Gobierno Federal, Estatal, y del Municipio, provenientes del PRI, PAN y PRD, atacaron al pueblo de Atenco con una brutal represión y terrorismo de estado. ACTOR 3: Después de la actuación de la policía, éste fue el resultado: ACTOR 2: El joven de 14 años, Javier Cortés Santiago, fue asesinado. En la necropsia se descubrió que la bala que lo mató es de las mismas que usa la policía. ACTOR 1: El miércoles 7 de junio, después de un mes en coma, murió el joven de 20 años Alexis Benhumea. Falleció por un arma de gas lacrimógeno que le disparó la policía directo a la cabeza. Alexis era un alumno brillante, además de estudiar danza, estudiaba dos carreras en la Universidad Nacional Autónoma de México. ACTOR 3: Se detuvo a 207 personas, todas de manera arbitraria, sin mostrarles órdenes de aprehensión. ACTOR 2: De las mujeres detenidas, 26 denunciaron abuso sexual. El cuerpo femenino fue el botín de guerra. ACTOR 1: El 85% de los detenidos fueron golpeados y torturados. Muchos de ellos presentaron fracturas y heridas graves. ACTOR 3: Cinco extranjeros fueron expulsados ilegalmente del país: dos españolas, una alemana, un chileno y una chilena. Las cuatro mujeres también denunciaron abusos sexuales por parte de la policía. Las actrices pasan al frente y los tres actores quedan tras la reja. ESCENA 5: TESTIMONIOS I ACTRIZ 1: Nos reúne aquí la indignación… Nos reúne la humillación, la compasión por las mujeres violadas, pero también la esperanza de que nuestras voces formen un río que ladre esta injusticia… A cuatro años de los hechos del 3 y 4 de mayo, en San Salvador Atenco, donde hombres y mujeres, a bala y garrotazo, fueron violentados, detenidos sin órdenes de aprehensión, ultrajados y violados sexualmente. “De quienes la fuerza bruta, la mano armada del mal gobierno, condujo, violando también todo procedimiento legal, al penal de Santiaguito y a Almoloya.... De quienes son el dolor que nos hace fuertes. De quienes tienen los ojos más dulces y profundos que nunca vi, y eso que fue a través de una reja tan cerrada que sólo dejó espacio para nuestras miradas. De esas mujeres y esos hombres que son nuestro ejemplo de vida”.[3] ACTRIZ 3: El día 4 de mayo en la madrugada, sonaron las campanas. Era falsa alarma de que en Atenco entrarían las fuerzas de la policía. Pero a las seis de la mañana empezaron los actos violentos. San Salvador Atenco era sitiado. Había gases lacrimógenos que te hacían vomitar. La gente estaba desarmada frente al gran armamento de los granaderos. Empezaron a replegar a la gente hasta el centro de la plaza, cuando suena el aviso de ataque. La gente que se encontraba en la plaza corrió. Yo fui a refugiarme en una casa, cuando al pasar cuarenta minutos, entraron hombres uniformados gritando que nos pusiéramos contra la pared, con las manos en alto, sin verlos. Empezó un interrogatorio que iba seguido de amenazas y golpes. Nos grababan y tomaban fotografías. A los que les parecía, más golpes. A los que traían tatuajes se les amenazaba que se los iban a quitar con navajas. ACTRIZ 7: Los golpes siguieron, me golpeaban cada vez que me preguntaban datos generales. Después se escucharon órdenes de sacarnos por la parte trasera. Nos sacaron de cinco en cinco, con la cabeza abajo. Nos dieron órdenes de sentarnos en la banqueta, en donde no podíamos ver a nuestros agresores ni por error, porque eran golpes seguros. Nos despojaron de todo y los golpes continuaban. Nos subieron a mí y a la gente que se encontraba ahí en un autobús. Me tocaron los pechos e introdujeron sus dedos en mi vagina, con risas y amenazas me gritaban que me iban a violar y que iban a matarme al igual que a mi familia porque ya tenían mis datos y entonces sería más fácil localizarlos. Después de ingresar a un parque me enteré que estaba en Almoloya. ACTRIZ 2: Algunas de las compañeras más golpeadas, con lesiones aún evidentes, son a las que el juez segundo, anexo al penal de Almoloya, por medio de una maniobra legaloide, les está negando el derecho a fianza agravándoles el cargo de “ataques a las vías de comunicación”. Así evitan que salgan para que no denuncien las golpizas y el abuso sexual y no se realicen los peritajes, porque de por sí están negando la entrada a los médicos de derechos humanos al penal para que no tengamos pruebas de los ultrajes. ACTRIZ 6: Son públicos los testimonios de una estudiante chilena y de dos ciudadanas españolas ilegalmente expulsadas. Las tres declaran que las manosear, abusaron, golpearon, insultaron y humillaron de todas la maneras. Es público el testimonio de dos estudiantes que refieren lo mismo. Existe el testimonio de una mujer de 50 años, que no fue detenida, a la que tres policías la forzaron a hacer sexo oral. ACTRIZ 5: Somos inocentes… Los que nos golpearon, los que nos violaron están en la calle. Ellos deberían estar aquí, ¡aquí! Ellos están libres, ellos están gozando con su familia o yo no sé dónde estén. Pero nosotros, que no debemos nada, aquí estamos. Como dicen los compañeros, con todas sus cámaras y apuntándonos, eso no nos garantiza nada, y no nos ayuda en nada. Quisiéramos que algunos de ustedes hubieran vivido unos minutos, nada más minutos, ¡porque a nosotros se nos hicieron años! ¡Años! Esas golpizas que nos dieron. Y por dignidad estamos aquí, gente inocente. ACTRIZ 4: Ya están conformes con los changos que están viendo detrás de las reja, ¿qué más quieren oír? ¿Por qué nos ven como si fuéramos bestias raras, déjenos de apuntar con las cámaras? Denos su pinche veredicto, déjenos de vernos como animales detrás de unas rejas de zoológico. ¿Qué es lo que tenemos de raro? ¿Qué tenemos dignidad? Pues sí, sí la tenemos. ACTRIZ 1: Tenemos que señalar aquí, que quien estuvo llamado a reprimir abiertamente al pueblo durante todo el día 3 de mayo, fue Televisa, fue TV Azteca que decían: “qué indignante que algunos campesinos estuvieran correteando a nuestra policías… ¿qué esperaban los mandos del gobierno, el presidente… quién tenía que decidir para imponer el orden a esta gente?” ACTRIZ 3: Y hoy se ve a los legisladores, a los diputados que dicen “que hubo mano firme” para poner orden. Es la misma mano que hubo en el 68, es la misma mano firme que hubo en el 71... en Chiapas… en Acteal... ACTRIZ 7: ¿Han olido la sangre humana o nomás se divierten viendo el sufrimientos de los demás? ¿Han sentido lo qué se siente viajar en un camión de granaderos, en donde la sangre chorrea por todos lados de los compañeros madreados, en donde huele a sangre humana, a rastro? ¿Han sentido lo que es eso? Y ahora le pregunto a todos los que tienen sus camaritas y los que están grabando: ¿Cuánto de esto va a salir en la televisión… un minuto, cinco segundos, o simplemente van a poner Auto de Formal Prisión a los delincuentes de Atenco? Tengan ética, señores, ¡busquen un trabajo digno! Si no, pa’ que gastamos saliva. ACTRIZ 2: ¿Quieren que nos desnudemos para que vean todo lo que nos hicieron? ¿Quieren que les enseñe? Sí, así estoy: toda negra. Así estoy, toda negra… descalabrada, cuando yo no debo nada… ni soy de aquí y los que me golpearon, los que me pisotearon, están en la calle. ACTRIZ 6: ¡Y están recibiendo dinero del gobierno, son pagados para golpear, son pagados para violar, son pagados para abusar de nosotros, de nuestros derechos! ¡Nosotros tenemos pruebas de lo que nos hicieron ¿Dónde están las pruebas de ellos?! ACTRIZ 5: Es importante que los medios manejen esta noticia como es: el único delito del que se nos debería de acusar es por pensar. Ése fue nuestro delito: pensar y criticar al sistema. Los actores 2 y 3 pasan al frente; el actor 1 y las actrices van tras la reja. Ellas y el actor 1 se ponen sombreros, paliacates, alzan sus machetes y forman dos grupos: ACTOR 3: San Salvador Atenco había saltado a la luz pública cinco años antes, en 2001, cuando el gobierno del entonces presidente Vicente Fox emitió un decreto expropiatorio de tierras para construir un aeropuerto afectando varios municipios del Estado de México, incluyendo al de Atenco. ACTRICES GRUPO 1: ¡Tierra sí, aviones no…! ACTRICES GRUPO 2: ¡La tierra no se vende, se ama y se defiende! ACTOR 2: Ante esto, los ejidatarios y la población afectados por el decreto– a quienes el gobierno federal les pagaría la mísera cantidad de siete pesos por metro cuadrado- se opusieron al proyecto y pronto iniciaron un movimiento de resistencia civil que generó violentos enfrentamientos entre los habitantes y las fuerzas policiacas. ACTRICES (a coro, en segundo plano, como un eco lejano): ¡Zapata vive… la lucha sigue…! ¡Zapata vive y vive…! ¡La lucha sigue y sigue! ACTOR 3: Finalmente el gobierno federal se vio obligado a cancelar el proyecto y derogar el decreto presidencial, pero el movimiento de los habitantes de Atenco permaneció activo… Los sucesos del 3 y 4 de mayo fueron la venganza gubernamental ante la afrenta del aeropuerto contra los pobladores de Atenco y contra el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. ACTRICES (a coro, en segundo plano, como un eco lejano): ¡Lucha, lucha, lucha, no dejes de luchar… por una causa justa de tierra y libertad! Las actrices dejan los sombreros, paliacates y machetes. ESCENA 6: CARTAS Y RECADOS Las actrices y el actor 1 sacan papeles escritos y los blanden fuera de las rejas. ACTOR 2: Estas son algunas de las cartas y recados que lograron enviar algunos presos y presas a sus amigos y familiares: ACTRIZ 6: Hola, quiero decirte que nunca he dudado de que me quieras, tú nunca dudes de que yo te amo, hermanita. Échale ganitas, no te desanimes, todo estamos bien, a pesar de todo. Ya saldremos y nos abrazaremos, hermanita. Ánimo, y anima a mi mamá y a mi abuelita. Sé que también estás informando a tus maestros ¡Eso, échale ganas! ¡Ánimo! ACTRIZ 3: Tíos, tías, primos, primas, abuelita: ánimo todos. Estamos bien dentro de lo que cabe. Estamos bien a pesar de todo lo malo que pasó. Cuídense mucho. Les quiero a todos y todas, y sé que están acá, junto a uno. Italia también les agradece y les quiere. Ella está bien a pesar de las mierdas que vivió. Es una mujer fuerte y entera. ACTOR 1: Me imagino que estás moviéndote allá afuera por mí, por todos y por todas. Chido, mujercita, te quiero, ustedes… usted es mi aliento, mi libertad, mis sueños y mi corazón. ¡Salud y te quiero! Tengo mil palabras para ti, pero hoy no creo poder escribirle más. Tú ya sabes, mujercita, la luna nos cuida. ACTRIZ 2: Abuelita, quiero que sepas que te quiero mucho. No te preocupes, abuelita. Nosotras estamos bien. No te voy a decir que no nos hicieron nada porque pues ya lo has de saber, pero no importa porque en el fondo no lograron dañar nuestra humanidad y nuestro corazón. Estamos de pie, abuelita, y te queremos un chorro, no te preocupes, ya saldremos pronto. Te queremos. ACTRIZ 5: Desde el penal de Santiaguito escribo: Estas rejas nunca podrán encerrar nuestros corazones. Nunca encerrarán nuestro ácrata sueño de libertad. Dentro de estas paredes Laten fuertes los corazones Llenos de coraje, rabia, amor y anarquía. Nuestros sueños son más altos Y vuelan más que cualquiera de estas grises bardas. Nuestra libertad se grita En el viento de esta noche Esparciéndose en la tierra. ESCENA 7: DECLARACIONES DE LAS AUTORIDADES El actor 1 sale de las rejas y se une a los dos actores; las actrices quedan tras las rejas. Los tres actores se ponen sacos de vestir y corbatas. ACTOR 1: Las siguientes son algunas de las declaraciones de autoridades involucradas en los hechos de Atenco. ACTOR 2: El entonces presidente Vicente Fox expresó: “Los lamentables hechos de violencia provocados por un pequeño grupo ayer en el Estado de México son una afrenta a la sociedad y un atentado contra el Estado de Derecho; ninguna causa puede hacerse valer violentando el orden y la paz social”. ACTOR 3: Apoco más de un mes de la masacre de Atenco, el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, afirmó en Nueva York que él había ordenado el operativo de Atenco y dijo que se investigarán "con estricto apego a la ley" los incidentes en ese poblado, pero advirtió contra la fabricación de acusaciones, como podría ser el caso de las mujeres violadas por policías, ya que es una táctica de los grupos radicales en estos casos. El gobernador expresó lo siguiente: “Yo diría que, en términos generales, el saldo del operativo fue positivo, fue favorable, porque permitió alcanzar el objetivo, que era restablecer el orden. Ni la autoridad ni la población de Atenco podían ser rehenes de los intereses de un grupo que había violentado el estado de derecho...” ACTOR 1: “No es de nuestra competencia”, fue la respuesta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos a los abogados de los detenidos durante la represión en San Salvador Atenco. Esto indica que la CNDH actuó como tapadera de los culpables en la represión en Atenco. ACTOR 2: “Yo hubiera actuado igual que el gobernador Peña Nieto”, declaró Felipe Calderón Hinojosa, siendo candidato a la presidencia por el PAN. ACTOR 3: El 3 de mayo, Televisa y TV Azteca chillaban y pedían a gritos la entrada de la policía… El 4 de mayo, cuando la policía avanzaba contra Atenco, los reporteros de Televisa iban al frente… Después celebrarían el “restablecimiento del estado de derecho”… La mayoría de los medios, junto a los periodistas vendidos y cómplices del gobierno, celebraron el festín de la inusitada represión. Los actores sacan las rejas del escenario y se quitan los sacos y las corbatas, las actrices avanzan a proscenio. ESCENA 8: TESTIMONIOS II ACTRIZ 2: Venía del trabajo cuando vi un camión donde llevaban a los señores y señoras y me quedé parada. Ahí me vieron los policías y uno me dijo: “¿qué me ves?”… Y otro dijo: “súbela por pendeja”. Me empezaron a pegar y a preguntar dirección, edad, nombre. Tres de ellos me apartaron porque me querían seguir pegando con patadas y toletazos. Me empezó a agarrar la cara uno de ellos y me metía los dedos en la boca y en la vagina y me obligó a hacerle sexo oral. Me echó su esperma en mi suéter blanco y vino otro policía y lo mismo: me agarró mis pechos y dijo: “ésta está bien buena y está amamantando, tiene los pechos bien buenos y duros, ¿verdad, puta perra?”. Me sacaron una foto con los ojos cerrados. Después me obligó a hacerle sexo oral, me echó su esperma en la boca y los escupí en mi suéter. Vino un tercero y me hizo lo mismo y me los echó en mi suéter y me dijo que si quería que me ayudara tenía que ser su puta por un año e irme a vivir a donde él quisiera. Me quitaron mi suéter y no me lo quisieron dar. Llegó un cuarto policía, me manoseó en la vagina y los pechos y quería que le hiciera sexo oral y llegó otro y le dijo: “ya no, güey, porque ya llegamos”. Me empezaron a limpiar el pantalón y las manos. Me dieron un cigarro a fumar, pero yo no fumo ni tomo. Me bajaron con los ojos cerrados en el penal de Santiaguito, Almoloya. ACTRIZ 5: Queremos que sepan los medios que a las 7:30 de la mañana nos detiene la policía municipal de Texcoco. Nos tienen secuestrados en la Subprocuraduría de Texcoco hasta las 9 de la noche… Se nos imputan todos los delitos que ellos cometieron, después de que nos roban, nos dejan, nos humillan... violan nuestras garantías individuales y de trabajo. Hacemos responsable a todos los gobiernos de todo lo que nos pase a todos nosotros. Y de todas aquellas muchachas violadas queremos que se les haga justicia también. ACTOR 2: Todas fueron violadas, todas venían siendo violadas. Todos los hombres que veníamos en el camión fuimos testigos del abuso que cometieron estatales y preventivos contra las mujeres, y la golpiza que nos dieron a hombres y mujeres. ACTRIZ 7: ¡Fuimos violadas las mujeres....! Nos acaban de presentar apenas ante la prensa, ya nos bañaron y nos dieron ropa nueva, nos quitaron la ropa ensangrentada. Fuimos violadas, fuimos golpeados y golpeadas todos nuestros compañeros y yo. Fuimos despojados de nuestras todas pertenencias, fuimos robados.... nuestro dinero, nuestras carteras..... Fuimos violentados muy brutalmente. Fuimos violadas las mujeres, no hemos recibido atención médica especializada, no hemos recibido medicamento. Por favor denuncien esto. ACTOR 1: Muchos hombres fuimos testigos de las violaciones, incluso de las extranjeras como las españolas, la alemana y la chilena, fueron violadas. Yo también fui golpeado, oiga. Fui golpeado en el camión y aquí al entrar al penal y me amenazaron que me iban a meter el dedo y que me iban a violar aquí, eso deberían de reportarlo. Y mire nomás cómo me golpearon, sin deberla, mire.... ¿Eso es justo, qué estemos aquí? ¡Queremos justicia! Estamos mucha gente inocente aquí, de veras. Y luego a la alemana, así como dijo aquí el compañero, la iban manoseando, le quitaron sus cosas y ella dijo que se las devolvieran y le decían que si las quería se las iban a pasar ya sabes por dónde. ACTRIZ 4: Hay personas que no estuvimos en el lugar de los hechos, y aún así fuimos subidos en los camiones, en los que los estatales nos trasladaron hasta aquí.... Nos iban golpeando, iban diciendo que “no buscaban quién se las había hecho, sino quién se las pagara”. ACTOR 3: Yo soy obrero telefonista, 30 años trabajando para Teléfonos de México, no soy delincuente. Soy luchador social... y no era para que nos traten así. Fuimos golpeados brutalmente. ACTRIZ 6: Mi esposo no camina muy bien, ni habla muy bien, nos sacaron de la casa y lo trajeron..... Cuatro años casi para rehabilitarlo ¿para ahora casi perderlo? ¡¡¡No se puede con tanta injusticia!!! ACTOR 2: Las venían sofocando a las compañeras, la venían ahogando. Sí. Nos traían como animales... ni siquiera tuvieron la dignidad de acomodarnos, como cayéramos, nos aventábamos. ACTRIZ 3: Pedimos que entre todos los mexicanos dignos no volvamos a permitir que se den estos salvajismos. Si alguien cometió un delito, que se le siga conforme a las leyes. ¡Imagínense todo empezó porque querían desalojar a compañeros vendedores de flores en el mercado! Ahora las flores serán para nuestro difunto. ACTOR 1: Dicen que somos unos revoltoso y delincuentes. Nosotros sólo buscamos un trabajo digno y honesto, nos lo hemos ganado con el trabajo de cada día, con el sudor de su frente. No somos ningunos revoltoso, sólo queremos trabajo, que no nos orillen a la delincuencia… eso es a lo que orilla el gobierno. ACTRIZ 1: Nos tuvieron más de cuarenta y tantas horas sin saber por qué se nos acusaba. ¡La brutalidad no sólo es policiaca, también es legal, los cargos son exagerados, son delitos inventados para justificar la violenta represión del estado! No hay argumentos para mantenernos encerrados, no hay pruebas, solamente la línea del gobierno para acallar a todos aquellos que se atreven a cuestionar su autoridad y su brutalidad. ACTOR 3: La solidaridad es un delito en este país, de apoyar a la gente que están marginando, que están golpeando en este país, y es castigada con la cárcel; sumarse con las causas justas de nuestro pueblo como estudiantes, es por eso que estamos aquí. Todos salen. Quedan las actrices 1 y 2. Música que acompaña a cada poema. ESCENA 9: POEMAS ACTRIZ 1 y 2: “Sueño de Atenco”. ACTRIZ 1 (tras pausa): Soy el infinito ACTRIZ 2: Soy Eva ACTRIZ 1: Soy el mar ACTRIZ 2: Lilith ACTRIZ 1: Soy una pintura ACTRIZ 2: Soy Frida… ACTRIZ 1: Bañada en mi sangre renazco mes a mes y día a día. ACTRIZ 2: Yo soy la luna ACTRIZ 1: Y soy como ninguna ACTRIZ 2: Soy un poema ACTRIZ 1: Sor Juana ACTRIZ 2: Soy una receta ACTRIZ 1: Mi abuela ACTRIZ 2: Y soy una canción ACTRIZ 1: De cuna… ACTRIZ 2: Un grito de dolor que se transforma en un susurro de esperanza. ACTRIZ 1: Una voz que al viento se levanta. ACTRIZ 2: Una oración que en la plaza de la noche dice adiós al silencio. ACTRIZ 1: Me rezo a mí misma ACTRIZ 2: Yo soy la mujer, la virgen desvirgada. De ideales y de ideas me pretenden mutilada. ACTRIZ 1: Pero merezco ser querida y respetada. ACTRIZ 2: Merezco ser escuchada. ACTRIZ 1: Yo soy un planeta, yo soy un país y soy el pueblo. Soy la tierra sembrada de semen y estiércol. ACTRIZ 2: Soy una casa deshabitada de sí para recibir como huésped al miedo. ACTRIZ 1, ACTRIZ 2: Y no… ¡No lo acepto! ¡No lo quiero! ACTRIZ 1: Yo soy una hija, soy una hermana y seré una madre. ACTRIZ 2: Yo soy limpia o sucia, soy blanca, morena, negra… ACTRIZ 1: Buena y mala, santa o puta. ACTRIZ 2: Mexicana, colombiana, chilena, japonesa, argentina, somalí… ACTRIZ 1: Española, sudafricana, hindú, gringa, griega, guatemalteca…. ACTRIZ 2: Iraquí, rusa, portuguesa, inglesa, china, cubana y guaraní. ACTRIZ 1: Sólo soy una mujer que pide estar bien. ACTRIZ 1, ACTRIZ 2: Lo pido ahora y lo pido aquí. ACTRIZ 2: Quiero al hombre como amigo no como dueño. Y aunque esa luz parezca lejana no cesará mi empeño. ACTRIZ 1: Soy el infinito, soy el mar, soy una pintura… ACTRIZ 2: Podrían secuestrar mi cuerpo pero no mis sueños. ACTRIZ 1: Escucha Atenco, escucha atento… ACTRIZ 2: Yo soy un planeta, yo soy un país y soy un pueblo… ACTRIZ 1: Para hacerlo realidad debo seguir luchando, debo seguir creyendo. ACTRIZ 2: Escucha Atenco, escucha atento… ACTRIZ 1, ACTRIZ 2: ¡Sigo creyéndolo![4] Entra la actriz 6. ACTRIZ 6: Brota a chorros una gota y miles se cristalizan en la luz del sol y cantan el agua y la lluvia: una canción de libertad y no hay lágrimas. Todo nos puede ser ajeno menos la vida de un joven que grita: Justicia[5]. Entra el actor 2. ACTOR 2: Rezan, todos rezan a la cruz, a la morena de manto estelar, hincados oran, hora tras hora. El lamento crece, el murmullo se alza zumbido de abeja persistente, voz de taladro fiel, canto de sirena violada[6]. Entra la actriz 7. ACTRIZ 7: El miedo se ha infiltrado en nuestras vidas de una manera tan constante que nos hemos acostumbrado a sentirlo. Hay miedo, no sólo en las mujeres evidentemente agraviadas, las de Ciudad Juárez, las de Atenco, las de cualquier otro lugar en México sino en todas y en cada una de nosotras.[7] Entra el actor 1. ACTOR 1: Busquemos a las desaparecidas entre las aguas y sus médanos donde siempre sobra la basura Busquemos a las violadas en la construcción geológica de nuestros hogares entre las dunas blancas y la arena fresca y el calcio de sus huesos.[8] Entra la actriz 5. ACTRIZ 5: Le pese a quien le pese. Su mirada estará presente en todos los futuros en todas las manchas infinitas en la inevitable lucha por una sociedad libre. Ondean las banderas de colores se entrecruzan los machetes. Hoy es el presente.[9] Entra la actriz 4. ACTRIZ 4: “El Trayecto”. (Pausa) Aquí estamos: rotas, dolorosas, amontonadas. La sangre es el vestido de gala que nos pusieron en la fiesta del “estado de derecho” la alfombra roja que conduce a la prisión. ¿Aquí estamos? Hijas, madres, hermanas, Mujeres. Están también los cuerpos sus mierdas, sus armas, sus sucias lenguas, sus rojas manos su tanta estupidez. Todo podría caber en esta sucia camioneta. Todo, menos el miedo. Y se vino de paso y se fue. Se nos quedaron la rabia, la indignación, el valor y la certeza de que mañana aun detrás de las rejas o en el exilio se sabrá esta historia y se dará castigo a los culpables[10]. Entra el actor 3. ACTOR 3: “Ríos de Sangre”, en homenaje a Alexis Benhumea: (Pausa) Al amanecer la policía entró devastando al pueblo. Ayer un joven falleció en la pureza de su lucha más preciada Hoy tu recuerdo no es rabia, es soledad, es tu familia en el hospital mirando tu cuerpo silenciado, las mujeres secuestradas de sus casas en una ráfaga de sábanas violentas, es la cobija del campesino que pide justicia y recibe palos y más palos en la habitación vacía de este país cuyo viento helado recorre los caminos con sus ríos de sangre[11]. Entra la actriz 3. ACTRIZ 3: El miedo se ha infiltrado en nuestras vidas de una manera tan constante que nos hemos acostumbrado a sentirlo. Hay miedo, no sólo en las mujeres evidentemente agraviadas, las de Ciudad Juárez, las de Atenco, las de cualquier otro lugar en México sino en todas y en cada una de nosotras[12]. Todas las actrices caen al piso; quedan los tres actores de pie. ACTOR 1: “Pesadilla de Atenco”: ACTOR 2 (tras pausa): El hombre Juan miró hacia la cáscara renegrida de aquel cielo harapos de luces descolgaban como banderas de sangre resurrecta. ACTOR 3: Un hombre Juan estuvo en un sitio abrazado por la ceniza de aquel cielo negro y ya no mira lo que miró. ACTOR 1: Otro, un hombre Pedro levanta un pie como un garrote como un hacha de tela, de cuero, de fierro, de hule caen las piernas de seguimiento del inicio agresivo. ACTOR 2: Cae, golpea, machaca, castiga, lastima, lesiona quebranta dulces entrepiernas, torsos dormidos ACTOR 3: Narices sorprendidas, ojos fatigados senos, cartílagos ACTOR 1: Pelos de arriba y pelos de abajo secretas verrugas, lunares ofuscados ACTOR 2: Y tripas y cacas expulsadas de íntimas camisas y pantalones desmadrándose. ACTOR 3: Un hombre Pedro limpia con sus manos y sus trapos la bragueta, el semen triunfante, las gotas ennegrecidas de jóvenes sangrantes los palos destructores de cabezas, las armas de extranjero metal hediondas y asesinas. ACTOR 1: Un hombre Pedro, multiplicado en tres mil Pedros tal vez en Vicentes y Wilfridos, Davides, Alejandros, Ardelios. Todos sí, ahora mirando, mirándose en el cumplido sueño de la bestia peor.[13] Fin de la música. ESCENA 10: LYDIA CACHO – TESTIMONIOS III En un extremo del escenario queda la actriz 1 con unas hojas en las manos; lee al principio y luego continúa de memoria. El resto de actrices queda en otra área. Los actores salen de escena. ACTRIZ 1: La siguientes palabras pertenecen a la periodista Lydia Cacho: “La violación de las mujeres detenidas en Atenco es de lo más normal, al menos históricamente. Los policías siguieron los mismos patrones que durante siglos han perpetrado los cuerpos militares y policiacos: deben ser violadas porque son el botín de guerra”. ACTRIZ 4: Yo me encontraba boca abajo, con el rostro cubierto. Bajaron mi pantalón hasta los tobillos y mi blusa hasta la cabeza. Me golpearon con fuerza mis glúteos, gritándome que me violarían y matarían. Después un policía me gritó que le dijera “vaquero” y golpeó con más violencia mis glúteos, pero ahora con su tolete. Sólo paró hasta que escuchó lo que pedía. Enseguida me penetró con sus dedos la vagina y apretó con fuerza mis senos, después pellizcó con mucha violencia mis pezones. Invitó a otro policía a hacer lo mismo. Después invitaron a una tercera persona a la cual llamaron “jefe”. Éste último me penetró con un objeto y amenazaron con violarme, me pusieron a la altura del pene de uno de ellos y él se restregó en mis glúteos mientras los otros dos policías lo animaban a penetrarme con su pene, pero no lo hicieron. Me golpearon en los senos repetidas ocasiones y golpearon mi estómago mientras besaban mi boca. Como yo me resistía, los golpes eran para que yo abriera la boca y el policía pudiera meter su lengua en mi boca. ACTRIZ 1 (continúa el texto de Lydia Cacho): “La defensa de los derechos de las mujeres nunca aterrizó en políticas de Estado palpables, porque no es resultado de la congruencia, sino del oportunismo político de todos los partidos.” ACTRIZ 5: Íbamos pasando por la calle cuando vimos mucho movimiento y nos espantamos. Luego nos metimos a una casa para que no nos pegaran, pero ni aún así nos salvamos. Entraron por nosotras y nos bajaron a puros golpes diciéndonos: “perras putas, ahora sí las vamos a matar”. En el transcurso del camino me seguían pegando hasta llegar a Alomoloyita. ACTOR 2: En el camino se escuchaban gritos de mujeres diciendo: ¡ya déjenme, por favor… ya suéltenme…! Y llegaba un aroma muy raro. Se estaban drogando y eso les daba más valor. A una le hicieron sexo oral. Al llegar al penal todavía nos golpearon. A mí me agarraron de los cabellos fuertemente y con brutalidad. ACTRIZ 1 (continúa el texto de Lydia Cacho): “La crueldad e ironía con las que responde a las declaraciones de las mujeres violadas el comisionado Wilfrido Robledo es idéntica a las burlas de Milosevic sobre los campamentos de mujeres violadas en Sarajevo, de Pinochet sobre las mujeres torturadas en las cárceles, e igual a los comentarios burlones y sexistas de Patricio Martínez en Ciudad Juárez, de Villanueva en Quintana Roo, de Miguel Ángel Yunes en el caso Succar, de Mario Marín y la procuradora de Puebla, o del muñequito Peña Nieto, quien invita con voz suave a olvidar el pasado y pensar que el fin justifica los medios.” ACTRIZ 3: Me tiraron al piso, me golpearon con patadas, con puñetazos, con toletes y las macanas, me jalaban el cabello, me pisotearon… Entre insultos y empujones me comenzaron a manosear, primero los glúteos, luego a frotarme por encima del pantalón… Dentro del penal no recibimos atención médica… Hemos pedido hacer las denuncias pero no nos hacen caso. ACTRIZ 1 (continúa el texto de Lydia Cacho): “Las torturas y violaciones a las mujeres de Atenco son producto de una misoginia estructural; los policías sometieron a las mujeres en un festín, siguiendo un tradicional código de ensañamiento y sadismo policiaco común en México… Estas torturas sexuales deben ser investigadas hasta sus últimas consecuencias. Llamar a las mujeres mentirosas es violencia de Estado, es complicidad. El ejercicio de poder en México por hombres de todos los partidos políticos se ha caracterizado por un evidente sexismo y un sistemático rechazo de las autoridades a reconocer el derecho de las víctimas”. ACTRIZ 7: Estaba en mi casa manojeando flores. Mi marido salió porque escuchó gritos y ruidos en la casa. A nosotros, a mí y a mi hermano, nos urgía terminar el trabajo porque nos íbamos a ir a vender flores al puesto que está en el mercado, como a las siete y media u ocho de la mañana. Después, cuando salí al patio, vi que había gente en mi casa, tanto en la azotea como en el pasillo, y me dirigí al cuarto donde duerme mi hijo y ya había despertado. Le cambié el pañal y le di de comer: su leche en su mamila. Como escuché mucho ruido, tomé a mi hijo y bajé la escalera. Al doblar por el pasillo, resbalé con una bomba lacrimógena. Yo no sabía que era eso, pero mis ojos empezaron a irritarse y fue horrible. Me levanté como pude y lleve a mi hijo a su cuarto. Después bajé desesperada para que me dejaran salir porque yo sentía que mi hijo se me moría, pero los policías no me dejaron y casualmente iba pasando una vecina. Le grité y le supliqué para que se llevara a mi hijo. ACTRIZ 1 (continúa el texto de Lydia Cacho): “Hablar de los derechos de las mujeres aporta votos, es políticamente correcto, pero aplicarlos implica compromisos éticos que muchos no están dispuestos a asumir. Por ello miles de mexicanas y mexicanos exigimos a las autoridades responder y proteger a las víctimas de tortura sexual en Atenco, y al gobernador Peña Nieto ofrecer disculpas a las víctimas y asegurarles protección para que sean escuchadas y se juzgue a los policías por los delitos de violación y violación equiparada; están las actas circunstanciadas con suficientes elementos para la investigación, que después de todo se persigue de oficio en el estado de México. No es la justicia ni las leyes, sino la misoginia de los servidores públicos, lo que está castigando nuevamente a las mujeres de Atenco, primero por estar en una manifestación pública, luego por ser mujeres y decir la verdad”[14]. ACTRIZ 6: Ante la falta total de justicia en México, las mujeres decidieron llevar su denuncia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. ESCENA 11: PIDO CASTIGO Los tres actores entran a escena. Las mujeres corren la reja y ellos quedan tras ésta. ACTRIZ 3: Un año después del operativo, tres detenidos durante los operativos: Ignacio Del Valle Medina, Felipe Álvarez y Héctor Galindo, acusados de "secuestro equiparado", “ataque a las vías de comunicación”, entre otros supuestos delitos, fueron sentenciados a 67 años y medio de prisión en el penal de máxima seguridad del Altiplano; Ignacio del Valle fue condenado a un total de 112 años de prisión. Estas penas equivalían a cadena perpetua. ACTRIZ 5: Además, nueve personas acusadas por el delito de secuestro equiparado habían sido sentenciadas a 31 años, 11 meses y 15 días de cárcel en el Penal de Molino de Flores, Texcoco. ACTRIZ 4: En febrero de 2009 la Suprema Corte de Justicia de la Nación llegó a la conclusión de que las autoridades policiacas que intervinieron en los enfrentamientos que se registraron en San Salvador Atenco, Estado de México, sí incurrieron en violaciones graves a las garantías individuales de la población. Sin embargo exoneró al gobernador Enrique Peña Nieto y a todas las autoridades involucradas en este crimen, quienes siguen gozando de plena impunidad. Los actores forman tres grupos: Actor 1, Actriz 3 y Actriz 6; Actor 2, Actriz 1, Actriz 4 y Actriz 5; Actor 3, Actriz 2 y Actriz 7: GRUPO 3: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. GRUPO 2: Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. GRUPO 1: El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno. Los grupos se disuelven. ACTOR 2: En junio de 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió liberar a los 12 presos de Atenco. ACTOR 3: Los ministros dictaminaron que, contra los líderes de Atenco, se habían dictado sentencias como una forma “maquilladamente institucional” de criminalizar la protesta social y de “castigar el ser oposición”. ACTOR 1: La Suprema Corte consideró que, además de irregularidades en el proceso, no existió el delito de secuestro equiparado y opinaron que las pruebas presentadas para acusarlos fueron ilícitas. ACTRIZ 2: Posteriormente, se levantaron los cargos contra los dos perseguidos políticos: América del Valle y Adán Espinosa. ACTOR 1: Habitualmente solemos decir: ¡venceremos! ACTOR 3: Hoy en Atenco podemos decir nuevamente: ¡vencimos! TODOS: ¡Vencimos! ACTRIZ 3: Pero no habrá verdadera justicia hasta que se castigue a los asesinos de Alexis Bennhumea y Javier Cortés Santiago. TODOS: ¡No has muerto, no has muerto, camarada / tu muerte, tu muerte será vengada! ACTRIZ 2: Y hasta que se castigue a quienes violaron a las mujeres en San Salvador Atenco. TODOS: ¡Atenco vive, la lucha sigue! Redoble de tambores. Todos toman sus sombreros, paliacates y machetes. ACTRIZ 1: Ellos aquí trajeron los fusiles repletos de pólvora, ellos mandaron el acerbo exterminio, ACTRIZ 3: Ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba, un pueblo por deber y por amor reunido, ACTRIZ 7: Y la delgada niña cayó con su bandera, y el joven sonriente rodó a su lado herido, ACTRIZ 4: Y el estupor del pueblo vio caer a los muertos con furia y con dolor. ACTRIZ 5: Entonces, en el sitio donde cayeron los asesinados, ACTRIZ 6: Bajaron las banderas a empaparse de sangre para alzarse de nuevo frente a los asesinos. ACTRIZ 7: Por esos muertos, nuestros muertos, pido castigo. ACTRIZ 1: Para los que de sangre salpicaron la patria, TODOS: Pido castigo. ACTRIZ 3: Para el verdugo que mandó esta muerte, TODOS: Pido castigo, ACTRIZ 7: Para el traidor que ascendió sobre el crimen, TODOS: Pido castigo. ACTRIZ 4: Para el que dio la orden de agonía, TODOS: Pido castigo. ACTRIZ 5: Para los que defendieron este crimen, TODOS: Pido castigo. ACTRIZ 6: No quiero que me den la mano Empapada con nuestra sangre. TODOS: Pido castigo. ACTRIZ 2: No los quiero de embajadores, Tampoco en su casa tranquilos, Los quiero ver juzgados, En esta plaza, en este sitio. TODOS: Quiero castigo[15]. Música (se sugiere “Abajo y a la izquierda” de Panteón Rococó, alguna canción de Los de Abajo) - FIN - [1] Víctor Hugo Rascón Banda, “Las Flores de Atenco” [2] Artículo 39 de la Constitución mexicana [3] Ofelia Medina [4] Juan Ríos Cantú, “Sueño de Atenco” [5] Reyna Barrera* [6] Pablo Reyna* [7] Liliana Esparsa* [8] Armando Rojas* [9] Reyna Barrera* [10] Edna Ochoa* [11] Leticia Luna* [12] Liliana Esparsa* [13] Saúl Ibargoyen* [14] Lydia Cacho, “La violencia de estado contra las mujeres”, 18 de mayo de 2006 [15] Pablo Neruda, “Los Enemigos”
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