El Acontecimiento Milagroso
       Hace 45 años, cerca de las sierras chicas, vivía una mujer que había sido desafortunadamente diagnosticada de cáncer. Los médicos  le dijeron que su estado era muy grave y difícilmente podría vivir más 5 o 6 meses más.  Por esto la tristeza  y la incertidumbre, por si sobreviviría o no a la enfermedad, habían invadido su alma, sin embargo a varios kilómetros de su casa muchas personas habían encontrado la cura para graves enfermedades. Un extraño fenómeno los curaba, pero cual era este, ese interrogante recorrió su mente, de la cual la depresión se había apodero.
      Una tarde, Andrea, ese era el nombre de la mujer, con muchas expectativas de que si realmente encontraría o no la cura allí. Decidió tomar algunas provisiones y dirigirse a pesar del fuerte dolor que tenía en la pierna por el gran tumor que allí se alojaba, a ese lugar, pero donde se encontraba hacia el norte o hacia el sur. Ese interrogante tan útil e interesante a la vez,  comenzó a dar vueltas por su desorientada mente.
      Hasta que la respuesta a esta apareció como si alguien le hubiera leido el pensamiento, una gran bruma azulada blanquecina, apareció y guiando a la mujer tomo una curva hacia el norte. La mujer sorprendida por dicha aparición tan extraña pero al mismo tiempo agradecida ya que alguien estaba dispuesta a ayudarla, la siguió.
        El camino luego de 30 minutos de intensa y agotadora caminata, hizo que un paisaje poco común apareciera ante ella. Muchos árboles de diversas especies y colores se abrían paso por ese sitio caluroso y húmedo.  Unos minutos después la bruma accedió a un pequeño valle al pie de las sierras chicas, y desapareció,  dejando a la mujer en el lugar exacto donde el milagro de la cura se llevaría a cabo, pero como que lo haría posible.  Esa pregunta accedió a su mente y tomo el control de todos sus pensamientos, los cuales no eran agradables por su tristeza y depresión.
          Cuando menos se lo esperaba, ocurrió algo que haría posible que el milagro que ella tanto esperaba y ansiaba se hiciera realidad, cuando tres luces de colores fuertes y brillantes comenzaron a ser irradiados desde la cima de una de las sierras chicas. Solo unos segundos más tarde, un ser del tamaño de un bebe hizo su sorpresiva aparición, la belleza del ser y la blancura de su cuerpo, hicieron que la mujer fijara su mirada y todo su atención en ese personaje tan particular, el cual la miraba a los ojos. Mientras ella buscaba desesperadamente la respuesta a un interesante interrogante, quien había aparecido, y porque, acaso él la curaría.
           El ser esbozando la sonrisa más blanca y bella que cualquiera que Andrea haya visto antes le dijo
           Soy milagrilutulu, y soy miembro de una raza de seres que son capaces de llevar a cabo milagros,  las milagrolussus.  he venido desde milagria, el planeta donde los milagros reinan, lo he hecho para sacarte el sufrimiento que esta horrible enfermedad  y cualquiera otra produce en la gente que las padece, y así devolverte toda la alegría y felicidad que perdiste, además como sos una buena persona te daré el poder único de realizar milagros.
        Dicho esto el ser tomo las manos de Andrea,  un calor muy agradable se apodero de su cuerpo y espíritu, y algo que era imposible ocurrió. El tumor que tenía en la pierna se fue achicando hasta convertirse en un lunar que solo unos minutos más tarde desapareció, sin dejar rastro. Hecho esto, el ser haciendo un ademan extraño pero atractivo a los ojos de la mujer y que significaba que los milagros existen  y que hay que creer en ellos, desapareció detrás  de unos talas, los cuales se agitaron como si un viento muy fuerte los haya azotado. Dejando a la joven sola en medio de ese cálido paraíso, donde algo que solo el y ahora ella podían realizar se había producido, un mágico milagro se había llevado a cabo.
      Andrea sin poder creer, lo que había ocurrido, se quedo mirando en dirección hacia donde aquel ser que la había curado desapareció. Mientras tanto una enseñanza inolvidable se esculpía en su mente como si esta fuera una roca. Los milagros son posibles y que no hay que perder las esperanzas, luego de esto con una alegría inmensa en su alma y espíritu. Lo que hizo que dos gruesas lagrimas se escurrieran por su rostro volvió a su hogar, sin el dolor insoportable en la pierna, a partir de ese día ella era alguien capaz de llevar a cabo milagros.
        Ella por el gran poder que le había conferido ese ser tan especial, comenzó a llevar a cabo milagros, como era muy generosa y  no era ambiciosa, no cobraba ni un solo peso por hacerlo. Por esto se hizo famosa en toda la región de punilla y en toda la provincia de córdoba, miles de personas concurrían a su casa en su ayuda, y después que llevaba a cabo los milagros tocando las manos y el rostro de los enfermos. El recuerdo de aquel ser tan amoroso y agradable regresaba a su mente, y provocaba que dos gruesas lagrimas de alegría le surquen el rostro, por haber sido protagonista de aquel acontecimiento que le salvo la vida.