(sin ttulo)
Publicado en Jul 04, 2013
Mi mente es un puñado de cerebros, jugosos y hambrientos. Esperan por ti cada noche, junto a mis ojos de lechuza, (pinchados, escurriendo pus, por el largo bigote de Dalí). ¿Dices tú, mujer de plomo y mercurio líquido, que podré saltar sobre las estrellas… hasta alcanzarte? Imposible pienso la tarea de ser normal, homogéneo a moda y moral.
Sueño, (de día, de noche ando), que pones banderas de paz y amor, (con el antiguo símbolo de la bestia), sobre mi corazón de queso, espantando a mi amado Jerry que todo devora. Vienes del holocausto, del dulce sacrificio. Eres ofrenda olorosa y delicada. Has subido al monte; aún no bajas. Te haces a fuego lento, te consumes por dentro. Me insinúas tus deseos al oído, volviendo con sueño a los brazos de Morfeo. ¿Esperas que siga velando, luego de las noches embrujadas de jarabe para la tos y pastillas anti-febriles? ¿Crees que podré seguir si me falta mi vista de lince? Olvídalo, Marte nos alcanzó con su lanza, atravesando corazones jóvenes e inocentes… ¿Aún quieres reír? No entiendo tu plácida sonrisa, ni porque te desnudas, cada noche, delante de un cancerbero distinto. ¿Cuál es tu reino, y cuál tu asilo? Sonríes sin ver que te derrites en lenguas, mas, ¡oh! No de carne, sino tibias lenguas de fuego. Se funde, en el fondo de este pozo de suspiros de pereza, tu amor y mi codicia.
Página 1 / 1
|
MARCA
Te felicito!