¡Ven!... atropella sin golpear la puerta
Entra, no avises; mi hogar siempre te espera.
Calienta tus manos en mi cuerpo ¡no temas!
 mis pechos te sostienen, ¡muerde! ¡besa!
Calma la ansiedad, la sed, mi manantial desborda;
mis piernas te custodiarán, ya nada importa.
¡Ven! ... entra, la necesidad de ti quema,
y ¡calla! deja que sueñe que así serás siempre;
obediente, sólo mío, como cuando me invades,
como cuando me visitas de sorpresa y aprietas
como cuando exijo y tu ,amante fiel, me penetras...
¡Ven! ... entra y calla; besa, muerde y aprieta;
la noche avanza y el reloj se burla de la escena;
pronto se  romperá el hechizo, y comprenderé
que nunca serás totalmente mío...
¡Vete! cierra la puerta... pongámonos las caretas
llevémoslas mientras el sol alumbre,
regresa cuando la noche  traiga  frío de nuevo.
Soy la actriz de reparto que ensayará contigo
la misma escena, el mismo episodio...
¡Vete! porque el maquillaje se derrite
porque ya no podré fingir, porque comenzaré a exigir.
¡Vete! porque no quiero que veas a la tonta
quiero que siempre veas en mi, a la apasionada loca;
a la actriz  fiel e incondicional...
¡Vete! porque ya mis lágrimas me mojan
el sol alumbra y los destellos de la realidad apuntan
Esta noche entra... no llames; la actriz esta siempre dispuesta.